martes, 25 de septiembre de 2012

El día más largo

“Créanme, señores, las primeras 24 horas de invasión serán decisivas, para los aliados y para los alemanes será la más intensa jornada… El día más largo”


Martes, 6 de Junio de 1944. Durante la Segunda Guerra Mundial, fuerzas militares americanas, británicas y canadienses llevan a cabo un gran desembarco en las playas de Normandía…

Creo que tengo un trabajo más duro que el que tuvo Ike el Día D – al menos él tenía  el equipamiento –. Yo tengo que encontrarlo, reconstruirlo y transportarlo a Normandía


Darryl F. Zanuck, uno de los más prestigiosos productores de la Edad de Oro de Hollywood, se había lanzado a la trabajosa labor de producir “El día más largo”. Su idea era aproximarse lo más posible a los hechos históricos en un tono casi documental aunque con rostros más que familiares para el gran público.

Zanuck ya había figurado como productor cinematográfico de “Hampa dorada“, “La calle 42”, “Chicago”, “El joven Lincoln”, “Las uvas de la ira”, “El signo del Zorro”, “La ruta del tabaco”, “¡Qué verde era mi valle!”, “El filo de la navaja”, “Eva al desnudo”, “¡Viva Zapata!”, “Las nieves del Kilimanjaro”, “Sinuhé, el egipcio”, “El hombre del traje gris”, “Fiesta”… Sobran las palabras.


El día más largo” estaba basada en “The longest day: June 6, 1944 D-Day”, novela publicada en 1959 por el periodista y escritor irlandés Cornelius Ryan, autor que en 1974 vería también adaptada a la gran pantalla “Un puente lejano”, otra de sus novelas.

El guión de “El día más largo” venía firmado por el propio Ryan, participando también en él Romain Gary, David Pursall, Jack Seddon… Y James Jones, autor estadounidense que ya nos había dejado once años atrás su obra más reconocida, “De aquí a la eternidad”.


Dirigida en sus episodios ingleses por Ken Annakin, en sus episodios americanos por Andrew Marton y en sus episodios alemanes por Bernhard Wicki, “El día más largo” contaba además con una excepcional fotografía a cargo de Jean Bourgoin (artífice de la imagen de títulos como “Mr. Arkadin” o “Mi tío”) y de Walter Wottitz, un no menos correcto montaje de Samuel E. Beetley, quien había dejado ya constancia de su buen hacer en otros clásicos como “El ídolo de Nueva York”, “Retorno al pasado”, “Sangre en la luna” o “La montaña trágica”…


Y una maravillosa banda sonora que nos regalaba Maurice Jarre, extraordinario compositor francés que ya nos había dejado un total de 24 obras musicales a toda pantalla y que aún habría de deleitarnos con “Lawrence de Arabia”, “Doctor Zhivago”, “Los profesionales”, “La hija de Ryan”, “El hombre que pudo reinar”, “Único testigo”… Musicalmente inmenso Maurice Jarre.


El cantante canadiense Paul Anka escribió "The longest day", tema principal de “El día más largo” utilizado más adelante como marcha por el Canadian Airbone Regiment durante el largo período de 1968 a 1995. Paul, que ya había intervenido en cuatro títulos cinematográficos anteriores, aparecía también brevemente en esta película.


Y Mitch Miller, excelente director y productor musical neoyorkino, llevaba a cabo los arreglos musicales de los títulos de crédito finales de este legendario clásico cinematográfico.

43 international stars!


Eddie Albert debutó en la gran pantalla en 1938 y ya había sido dirigido por William Wyler en “Carrie” y “Vacaciones en Roma” y por Fred Zinneman en “Oklahoma!”. También había sido visto ya en otros títulos cinematográficos como “La casa de té de la luna de agosto” o “Fiesta” así como en infinidad de series televisivas.


Veterano de la Segunda Guerra Mundial, Eddie Albert daba vida en esta película al Coronel Thompson. Tras “El día más largo” continuó trabajando en la pequeña pantalla consiguiendo además gran popularidad a través de la serie “Granjero último modelo”.


Richard Burton nos presentaba al piloto de la RAF David Campbell. Burton llevaba en el cine desde 1949 y el público americano ya le había visto en “Mi prima Raquel”, “Las ratas del desierto”, “La túnica sagrada”, “Alejandro Magno” o “Mirando hacia atrás con ira”. Un año después de “El día más largo” formaría en “Cleopatra” con Elizabeth Taylor una de las parejas más espectaculares de la gran pantalla.


El soldado John Steele era interpretado por Red Buttons, excelente secundario que debutó en 1944 en “Cita en los cielos” moviéndose después entre la pequeña y la gran pantalla donde había aparecido ya en títulos como “13 Rue Madeleine”, “Sayonara”, “Uno, dos, tres”, "¡Hatari!", “Cinco semanas en globo”…


Sean Connery  daba vida al soldado Flanagan. En el cine desde 1954, este impresionante actor escocés se había asomado ya a títulos cinematográficos como “Ruta infernal” o “La gran aventura de Tarzán”, aunque principalmente había aparecido en la pequeña pantalla a través de series y telefilmes. Connery rodó “Agente 007 contra el doctor No”, su primera película como James Bond ese mismo año de 1962.


Al Mayor Robert Haines le conocíamos a través de Mel Ferrer, quien debutó en 1947 a las órdenes de John Ford en un pequeñísimo papel de “El fugitivo”. Luego vendrían “Nacida para el mal”, “Encubridora”, “Scaramouche”, “Lili”, “Los caballeros del rey Arturo”… Y “Guerra y paz”, donde formó una elegantísima pareja con Audrey Hepburn, su mujer por aquel entonces.

Arletty (Madame Barrault), Richard Beymer (soldado Dutch Schultz), Bourvil (Mayor de Colleville), Irina Demick (Janine Boitard), Steve Forrest (Capitán Harding), Peter Helm (Young GI) ...


“Solo se vive una vez”, “Jezabel”, “Tierra de audaces”, “El joven Lincoln”, “Las uvas de la ira”, “Las tres noches de Eva”, “Pasión de los fuertes”, “Escala en Hawai”, “Guerra y paz”, “Fort Apache”, “Falso culpable”, “Doce hombres sin piedad”…


Henry Fonda era ya toda una institución en la gran pantalla por lo que frecuentemente le ofrecían pequeños papeles en distintas producciones multiestelares ya que el actor, incluso en breves apariciones, acostumbraba a crear impecables retratos de sus personajes. Esta ocasión no fue una excepción. A Fonda le fueron ofrecidos tres papeles a escoger, optando el actor por el personaje del General Theodore Roosevelt, hijo del presidente. Sí, eso, muy grande Henry Fonda, muy grande.


El Sargento Kaffekanne nos llegaba a través del extraordinario actor alemán Gert Fröbe, quien llevaba en el cine desde 1948 con títulos en su filmografía como “Mr. Arkadin”, “El cebo” o “Los crímenes del Dr. Mabuse”. Dos años después, en el papel del villano Auric Goldfinger, Fröbe compartía de nuevo cartel con Sean Connery en “James Bond contra Goldfinger”.


Jeffrey Hunter  era el Sargento John H. Fuller. Hunter debutó en 1950 con “Julio César”, y ya entre sus títulos se encontraban “Un grito en el pantano”, “Centauros del desierto”, “La verdadera historia de Jesse James”, “El sargento negro” o “Rey de reyes”.


El General Gunther Blumentritt nos llegaba de la mano de Curd Jürgens, otro extraordinario actor germano que debutó en 1935 y nos había dejado ya títulos como “Miguel Strogoff”, “El albergue de la sexta felicidad” o “Cuando el viento sopla”. Al igual que Gert Fröbe, Jurgens también se vio las caras con James Bond como el villano Karl Stromberg en “La espía que me amó” (1977) sólo que en  esta ocasión fue con Roger Moore.


Peter Lawford  interpretaba a Lord Lovat. Lawford debutó en 1931 y ya llevaba tras de sí títulos clásicos como “La señora Miniver”, “El sargento inmortal”, “El fantasma de Canterville”, “El retrato de Dorian Gray”, “El cachorro de Lassie”, “Mujercitas”, “Bodas reales”, “Éxodo”…


El soldado Morris nos era presentado a través de Roddy McDowall, entrañable actor inglés que debutó a toda pantalla con tan sólo diez años y ya nos había regalado títulos como “¡Qué verde era mi valle!”, “El hijo de la furia”, “La cadena invisible”, “Las llaves del reino”, “Macbeth” o “Un grito en la niebla” así como innumerables intervenciones televisivas antes de participar en “El día más largo”. Aún le faltarían a McDowall seis años para conseguir el papel por el que, curiosamente, ha sido más popular, el de Cornelio en “El planeta de los simios”.

... Siân Philips (WREN), George Segal (U.S. Army Ranger), Richard Todd (Mayor John Howard), Peter Van Eyck (Teniente Coronel Ocker), Robert Wagner (U.S. Army Ranger), Stuart Whitman (Teniente Sheen)...


Sal Mineo daba vida al soldado Martini. Mineo había debutado en el cine en 1952 y había trabajado ya junto a James Dean en “Rebelde sin causa” y “Gigante” y con Paul Newman en “Marcado por el odio” y “Éxodo” antes de formar parte del reparto de “El día más largo”.


Al General Norman Cota le conocíamos a través de Robert Mitchum, quien había debutado en 1943 y ya nos había dejado títulos como “Treinta segundos sobre Tokyo”, “Retorno al pasado”, “Cara de ángel”, “Río sin retorno”, “La noche del cazador”, “Con él llegó el escándalo”, “El cabo del terror”…


Kenneth More  era el Capitán Colin Maud. More llevaba en la gran pantalla desde 1935 y ya había intervenido en películas como “Cita con Venus”, “Un médico en la familia”, “La última noche del Titanic” o “La India en llamas”.


El General Raymond D. Barton nos llegaba gracias a Edmond O’Brien, excelente secundario que debutó en 1939 con “Esmeralda, la zíngara”, mítico título clásico al que seguirían después otros como “Forajidos”, “Doble vida”, “Al rojo vivo”, “El mayor espectáculo del mundo”, “Julio César”, “La condesa descalza”, “El hombre que mató a Liberty Valance”, “El hombre de Alcatraz”...


Robert Ryan era el General James M. Gavin. Robert había iniciado su carrera cinematográfica en 1940 y ya llevaba tras de sí “Policía Montada del Canadá”, “Encrucijada de odios”, “Colorado Jim”, “Conspiración de silencio”, “La casa de bambú” o “Rey de reyes” antes de participar en este clásico bélico.


Rod Steiger  era el Jefe de Comando. Extraordinario actor americano que debutó en 1951 y llevaba ya títulos como “La ley del silencio”, “Oklahoma!”, “Jubal” o “Más dura será la caída”.


Al Teniente Coronel Benjamin Vandervoort le conocíamos a través de un impecable John Wayne. John llevaba en la gran pantalla desde 1926 y tras de sí un gran número de clásicos: “La gran jornada”, “La diligencia”, “Fort Apache”, “Río Rojo”, “La legión invencible”, “Río Grande”, “El hombre tranquilo”, “Centauros del desierto”, “Río Bravo”, “El hombre que mató a Liberty Valance”… Otra leyenda cinematográfica.


Henry Grace daba vida al General Dwight David “Ike” Eisenhower. Curiosamente, Grace no era actor, trabajó desde 1934 como decorador y en el departamento de arte. Éste fue su único papel en la gran pantalla.

Completaban el excepcional reparto Jean-Louis Barrault, Hans Christian Blech, Wolfgang Büttner, Ray Danton, Leo Genn, John Gregson, Paul Hartmann, Donald Houston, Alexander Knox, Fernad Ledoux, Christian Marquand, Dewey Martin, Michael Medwin, Richard Münch, Ron Randell, Trevor Reid, Kurt Meisel, Frank Finlay y un larguísimo etcétera.


Producida por Darryl F. Zanuck para 20th Century Fox "El día más largo" (The longest day) era estrenada en Francia el 25 de Septiembre de 1962.


Entre otros premios y nominaciones, obtuvo dos Oscar de la Academia: a la mejor fotografía en blanco y negro y a los mejores efectos especiales, siendo también nominada en las categorías de película, montaje y dirección artística en blanco y negro. Los Globos de Oro la premiaron también como mejor fotografía en blanco y negro, nominándola además como mejor película. Y recibió el David di Donatello a la mejor producción extranjera.


Durante el rodaje de esta película, Darryl F. Zanuck llegó a utilizar treinta localidades diferentes y un gran despliegue de medios técnicos y artísticos. Muchos de los asesores militares contratados para la película habían vivido personalmente el Día D.

A Dirk Bogarde y a Christopher Lee les fue ofrecido participar en este proyecto e incluso se consideró la posibilidad de un cameo de Alec Guinness. Y en un principio se pensó en Charlton Heston para el personaje que finalmente interpretó John Wayne.


El coste de esta superproducción ascendió a los casi diez millones de dólares, siendo la película en blanco y negro más cara de la historia hasta la aparición de “La lista de Schindler”.


Como cabía esperar, “El día más largo” fue un gran éxito de crítica y público. Hoy está considerado como uno de los grandes clásicos cinematográficos del género bélico.

Si una película merece verdaderamente el calificativo de épica, es ‘El día más largo’, esta producción de Darryl F. Zanuck, que estuvo realmente obsesionado por ella y a la que dedicó lo mejor de su esfuerzo
(Lee Pfeiffer, “The John Wayne scrapbook”) 

9 comentarios:

miquel zueras dijo...

¡Ay, Clementine que por poco coincidimos de nuevo! Tenía preparada una entrada que he aplazado sobre la "Batalla de los muñecos de trapo", los maniquíes paracaidistas armados con munición de fogueo que los americanos dejaron caer el Día D para confundir a los alemanes. Es curioso pero cuando vivía en Londres vi un pase de esta película por TV y en la versión británica es un casco inglés el que aparece en la playa justo antes de los créditos. La publicitaban como "El reparto más largo de la historia" aunque algunos de sus protagonistas ya estén olvidados como Fabian o Arletty. Estupendo trabajo, Clementine. Besos. Borgo.

Clementine dijo...

Gracias, Miquel. Pues seguiremos coincidiendo, qué le vamos a hacer... Yo encantada, Borgo, me encanta que me pasen estas cosas contigo y espero impaciente esa entrada tuya sobre los muñecos del Día D.
Curioso lo que comentas del casco inglés. Esa imagen del casco me parece sensacional, de lo mejor que se ha visto en el cine porque lo dice todo. Besos, ilustre coincidente oficial de La Gran Pantalla. Mira, ya tienes un título honorífico.

Manderly dijo...

Pues a pesar de sus intérpretes y de que me gusta mucho todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundual, no l ahe visto (todavía). Las películas de guerra no son para 'cualquier' momento y su extensa duración tampoco, pero es cierto que merecerá la pena.
Saludos.

Pablo J. Álvarez dijo...

No se cuantas veces he visto esta película "coral", llena de apariciones y cameos tan relevantes.
El cómico papel de Connery, la atribulada presencia de J.Wayne en aquel carrito, ese Peter Lawford, impecable como siempre, casi sin despeinarse etc, etc, parecía "La Guerra de Papa" Yo la encuentro divertida. Luego llegó Spielberg, a contarnos la verdad, lo crudo... pero esa es otra historia.

Pepe Cahiers dijo...

Hace mil años que no la veo y tengo pendiente una revisión en toda regla. Quizás el problema de esta producción, y de otras similares, es el reparto coral de tantas estrellas que diluye algo la trama. Pero ya le digo que tengo que darle una nueva oportunidad.

El Tirador Solitario dijo...

Pues a mi me pasa igual que a Cahiers, creo que no la veo desde el pleistoceno medio, y lo que recuerdo del filme, es que era muy larga, sin demasiado ritmo, y en un conjunto, "fría,fría como el agua de la ría"...pero está claro que puede ser una percepción distorsionada, no digo yo que no.

Clementine dijo...

Cierto, Manderly, no vale cualquier momento para ver una de guerra y menos de las largas como ésta. No dejes de verla, sin embargo, porque es un clásico con derecho propio. Saludos.

Yo no la he visto muchas veces, Pablo, de hecho desde esta última vez hacía mucho que no la veía. Pero no me parece en absoluto cómica o divertida, creo que está hecha muy en serio sólo que al estilo antiguo que tampoco está nada mal, los toques cómicos de Connery o del personaje de Paul Anka yo los veo muy naturales, digo yo que en estos momentos bélicos también harían por relajarse un poco y echarle el humor que se pudiera, más que nada por sobrevivir mentalmente. Y el mensaje que nos transmite referente al hecho de la guerra en sí me resulta igual de crudo que el que me pueda transmitir alguna de las más modernas, mucho más explícitas en imágenes pero no necesariamente más efectivas para mí.

Cahiers, Tirador, os toca compartir comentario por lo lejana que tenéis los dos la película, debéis ser mayorcísimos, qué barbaridad, y por aquí andáis todavía... En esta ocasión, Cahiers, no incordia en absoluto la trama el que salgan tantas estrellas en tan cortos papeles porque son estrellas de lujo, de muy alta profesionalidad. Los vas reconociendo, cómo no, pero pronto te metes en sus personajes sin problemas. Y en absoluto se hace larga, Tirador, y eso que ronda cerca de las tres horas, mantiene el tipo en todo el metraje y en cuanto al ritmo, es más ritmo de documental que de película dramática con lo que aceptado eso, se ve de un tirón sin problemas.
Vamos, que os toca revisarla a los dos, cinéfilos de renombre, y ya me contaréis. Yo la sigo viendo como uno de los grandes clásicos del cine bélico.

Alicia dijo...

Qué barbaridad de reparto!! Faltaba alguno??Yo la ví hace tiempo, pero no es de las que me apetece revisar.
Me repito como las judías (de legumbres, no de religión)y te digo que vaya curro de documentación. Im-presionante

Clementine dijo...

Gracias, Alicia. Sí, este reparto es ex-traordinario y esta película de las que merece ser vista al menos una vez.