En
1937, Walt Disney nos relataba en tan sólo 9 minutos una maravillosa historia
llena de vida en “El viejo molino” (The old mill). La que hacía la número 68 de
sus Silly Symphonies fue muy merecidamente galardonada con el Oscar al
mejor cortometraje de animación.
Steven
Wright y Roberto Benigni compartían en una bar café y cigarrillos y, con
nosotros, una extraña conversación que apenas duraba 6 minutos en “Raro
conocerte” (Strange to meet you), el primero de los once cortos que componían la
película dirigida por Jim Jarmusch
“Coffee and cigarettes” (2003).
“Coffee and cigarettes” (2003).
En
1972, Antonio Mercero y José Luis Garci nos contaban en 35 minutos una historia
que hoy se ha convertido en todo un clásico de la televisión.
“La cabina” se llevó el Premio Emmy al mejor programa de ficción.
“La cabina” se llevó el Premio Emmy al mejor programa de ficción.
Charles
Chaplin nos hipnotizaba en 1921 durante 68 mágicos minutos con uno de los
relatos más tiernos y entrañables de la gran pantalla. Su historia se llamó “El
chico” (The kid), hoy todo un clásico del cine e indudable obra maestra.
Nick
Park, Bob Baker y Brian Sibley nos contaban, en 30 minutos y a través de Wallace, Gromit, un
“inocente” pingüino y unos modernos pantalones, una ingeniosa historia en “Los
pantalones equivocados” (Wallace & Gromit in the wrong trousers),
mediometraje de 1993 que obtuvo, entre otros 8 galardones, el Oscar al mejor
corto de animación.
Lorenzo,
un genuino pastor de ovejas interpretado en "Total" por un excepcional Agustín González,
nos relataba en 52 minutos los extraordinarios sucesos acaecidos en su pueblo. Una
más que divertida historia firmada en 1983 por José Luis Cuerda que abriría una
trilogía que sería completada más adelante con “Amanece que no es poco” y “Así
en el Cielo como en la Tierra”.
Ernst Lubitsch nos regalaba en 1932 “El oficinista” (The clerk), una pequeña
historia de apenas 3 minutos de duración espléndidamente contada, sin diálogo
alguno, por un extraordinario Charles Laughton. Uno de los ocho episodios que
conformaron la película “Si yo tuviera un millón” (If I had a million).
En
1989 disfrutábamos de lo lindo con “Edipo reprimido” (Oedipus wrecks), una
divertidísima e imaginativa historia de tan sólo 40 minutos escrita por Woody
Allen (no podía ser otro) que, junto con otros dos fragmentos dirigidos por
Scorsese y Coppola, englobaba la película “Historias de Nueva York”.
Rafael
Azcona y Luis García Berlanga se unían en 1951 por vez primera y nos ofrecían,
a través de un espléndido José Luis López Vázquez, una más que ingeniosa historia de 29
minutos de duración llamada “Se vende un tranvía”. Berlanga y Azcona, pues eso,
genial.
Y nos vamos con un exquisito cortometraje animado de Pixar/Disney llamado “Parcialmente nublado” (Party cloudy). Una genial historia de 6 minutos que acompañó
en 2009 a la película “Up” en su estreno y más adelante en su lanzamiento en DVD.
Pura magia animada.
A
Marcos y a Miquel, dos microrrelatistas de auténtico lujo