“Creo
que la tarea de un escritor de ciencia ficción, escritor que escribe sobre el
futuro, consiste en someter a un examen riguroso los objetivos, los
leit-motivs, las ideas y las tendencias de su propia sociedad, a fin de ver a
qué se parecerá el mundo del futuro si estos elementos devienen dominantes”
(Philip
K. Dick)
En
1975, el entonces actor Hampton Fancher, cuya verdadera aspiración era la de
convertirse en guionista y director cinematográfico, se planteó la posibilidad
de adaptar al cine “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” (Do androids
dream of electric sheep?), novela escrita en 1968 por el escritor estadounidense
de ciencia ficción Philip K. Dick.
Fancher,
sin embargo, debería esperar aún un tiempo antes de conseguir los derechos de la
adaptación cinematográfica de esta novela, algo que ya había intentado antes,
en 1969, el mismísimo Martin Scorsese, quedándose este intento tan sólo en eso.
“A principios del siglo XXI, la Tyrell Corporation
llegó a la fase Nexus en la fabricación de robots con un ser casi idéntico al
hombre conocido como replicante. Los replicantes Nexus 6 eran superiores en
fuerza y agilidad, y al menos iguales en inteligencia, a los ingenieros
genéticos que los crearon..."
Hampton Fancher escribió el primer guión de “Blade Runner”
en 1980, primer guión que ofreció al director británico Ridley Scott, quien en
un principio lo rechazó por no querer hacer tan seguido otra película de
ciencia ficción. Scott nos acababa de regalar nada menos que “Alien”, segundo
título cinematográfico en su carrera como director tras su debut en 1977 con
“Los duelistas".
Así que le fue ofrecido el entonces proyecto de “Blade
Runner” a Robert Mulligan, maravilloso cineasta clásico ya en la historia del
cine gracias a títulos como “Matar a un ruiseñor”, “Amores con un extraño”, “La
rebelde”, “Verano del 42”, “El otro” o “El próximo año, a la misma hora”. No se
llegó finalmente a un acuerdo con Mulligan, dándose además a un tiempo la
circunstancia de que Ridley Scott cambiara de parecer y aceptara dirigir esta película.
“Tuve
ocasión de leer el primer tratamiento del guión de 'Blade Runner' cuando todavía se titulaba “¿Sueñan los
androides con ovejas eléctricas?”. Lo primero que hice después de leerlo fue
decir que lo encontraba fabuloso pero que no deseaba hacerlo porque se parecía
demasiado a 'Alien', que yo acababa de filmar. Luego volví a coger el guión
para echarle un vistazo y en seguida me di cuenta de que sabría hacerlo de una manera que, curiosamente, nada tendría que ver con 'Alien'. Porque, y
esto era estupendo, era verdaderamente un film contemporáneo, en torno a las
relaciones humanas. Fue entonces cuando decidí hacerlo…
…
Jamás he leído un libro de Philip K. Dick. ¡Evidentemente sabía que era un
escritor! En una ocasión, empecé uno de sus libros, pero me pareció que era muy
complicado... En realidad, Hampton Fancher había hecho un resumen muy interesante
del libro, lo cual me facilitó mucho las cosas”
La
película se basaba en el libro de Philip K. Dick, pero el título de la misma provenía
de otro libro, “The Blade Runner”, firmado por Alan Nourse, y de un guión y una
novela llamada “Blade Runner: una película”, ambos escritos por William S. Burroughs y ambos basados en el
libro de Nourse. Ridley Scott tan sólo compró los derechos para utilizar este título.
“'¿Sueñan
los androides con ovejas eléctricas?' es perfecto para un libro, pero como
título de un film… 'Blade Runner' sonaba bien para designar un oficio. No
solamente a causa de la palabra 'blade' (hoja, espada); la asociación de las
dos palabras, la energía que se desprendía de ellas me agradaba mucho. Por eso
me pareció que era un buen título para el film”
Más
adelante, David Webb Peoples (tres años después coguionista también de “Lady
Halcón”) se unía al proyecto de “Blade Runner” en calidad de guionista. El texto
sufrió innumerables cambios antes, durante y después del rodaje de la película.
La
extraordinaria fotografía de “Blade Runner” venía de la mano de Jordan
Cronenweth, quien llevaba en el cine desde 1970 y ya nos había dejado las
imágenes de doce títulos cinematográficos entre los que se encontraban “Primera
plana” y “Viaje alucinante al fondo de la mente”.
La
parte visual de la película se completaba magistralmente con el trabajo de
Douglas Trumbull y Richard Yuricich, encargados de los efectos especiales para
la creación de este mundo futuro.
“Pasamos
mucho tiempo con Ridley Scott pensando en 'Blade Runner' y
cada uno de nosotros tenía en la cabeza una idea diferente en cada escena. La
mayor suerte que hemos tenido a la hora de hacer este film es que Ridley Scott es un
excelente ilustrador y que él mismo dibuja muchos croquis. Puede dibujar ante
tus ojos exactamente lo que quiere ver y a partir de ese dibujo se pueden
extrapolar los efectos especiales así como la imagen, desde el primero hasta el
ultimo plano, lo que permite deducir la longitud del plano y el ángulo del
encuadre. A partir de ahí se preveen los movimientos de la cámara… 'Blade Runner' es muy precisa desde el punto de vista tecnológico”
(Douglas
Trumbull)
“Sentinel”,
un libro de pinturas futuristas firmado por Syd Mead, diseñador industrial y
gran aficionado a la literatura de ciencia ficción, atrajo la atención de
Ridley Scott.
“Entonces
me puso en contacto con él. La idea le encantó. Empezamos ideando los vehículos
y después, en colaboración con los decoradores del estudio, se ocupó de otras
cosas: las calles, los edificios, etc”
Mead
fue contratado en un principio para el diseño de los vehículos y propiedades.
Sin embargo, sus bocetos incluían fondos de contextualización que impresionaron
a Scott, pidiéndole éste que ampliara su trabajo al diseño del entorno de la
película.
Y
Lawrence G. Paull y David Dryer fueron los autores de los decorados del film.
“Contrariamente
a Syd Mead, que es diseñador industrial, mi formación es la de arquitecto; de
ahí que hayamos hecho aproximaciones diferentes. Cuando me incorporé al film
Syd Mead y Ridley Scott ya habían discutido sobre el aspecto y el estilo de los
vehículos que aparecen en el film… Yo contaba con tres personas que no hacían
otra cosa más que dibujos de la calle y otras tres que se ocupaban
exclusivamente de construir los decorados. Intentamos crear calles que dieran
una sensación de claustrofobia… Aparte de la ciudad misma, que ocupaba todo un
plató de rodaje, concebimos veinte o veinticinco decorados interiores”
(Lawrence
G. Paull)
La
película era redondeada con un impecable montaje de Marsha Nakashima y Terry
Rawlings, y un acertado diseño de vestuario a cargo de Michael Kaplan y Charles
Knode.
Y,
por supuesto, con la maravillosa banda sonora de Vangelis, magistral compositor
griego que ya nos había hipnotizado también, cinematográficamente hablando, con
las bandas sonoras de “Carros de fuego” y “Desaparecido” y que, diez años
después de “Blade Runner”, volvería a elevarnos a los cielos musicales a través
de otro título dirigido por Ridley Scott, “1492, la conquista del paraíso”.
“Los
replicantes son máquinas. Pueden ser un bien o un peligro.
Si son buenos, no son asunto mío”
Si son buenos, no son asunto mío”
La
primera elección para dar vida al protagonista de esta historia, Rick
Deckard, blade runner de la brigada
especial de policía, recayó en Dustin Hoffman. Pero el actor quería hacer un
tipo de caracterización distinto del personaje, siendo entonces considerada una
larga lista de nombres entre los que se encontraban Tommy Lee Jones, Gene
Hackman, Paul Newman, Jack Nicholson, Sean Connery, Clint Eastwood, Arnold
Schwarzenegger, Al Pacino, Burt Reynolds, Raul Juliá, Scott Glenn, Robert
Duvall, Peter Falk y Nick Nolte.
Finalmente
fue elegido Harrison Ford quien, habiendo debutado en la gran pantalla en 1966,
ya era un rostro conocido del público americano a través de la televisión. Y del cine, pues el actor ya había trabajado con George Lucas en “American Graffiti”,
con Francis Ford Coppola en “La conversación” y “Apocalypse Now”, ya había
aparecido en “Fuerza 10 Navarone”, “La calle del adiós”, “El rabino y el
pistolero”… y ya se nos había presentado como Han Solo en “La guerra de las
galaxias” y “El imperio contraataca” y como Indiana Jones en la primera entrega
de la saga, “En busca del arca perdida”.
“Roy
Batty. Fecha de inicio: 2016. Modelo de combate. Autosuficiencia máxima”
El actor neerlandés Rutger Hauer había debutado en la
gran pantalla en 1968 y ya se había asomado también al mundo televisivo. Entre
sus títulos anteriores a “Blade Runner” se encontraban “Delicias turcas”, “Eric,
oficial de la reina”, “Los halcones de la noche” y “Coco Chanel”. A Ridley
Scott le había impresionado el trabajo anterior de Hauer y le ofreció
directamente el papel del replicante Roy Batty.
"La luz que brilla el doble dura la mitad de tiempo...
y tú has brillado mucho, Roy"
Como bien cabía esperar, Rutger confeccionó una
impecable caracterización de su replicante personaje, redondeando además su
magia con su propia aportación al guión. Su ya mítico monólogo final era en un
principio mucho más extenso y Hauer sugirió reducirlo. Ridley Scott le dejó vía
libre, así que el actor conservó la parte del monólogo que más le gustaba y le
añadió una frase, sí, aquélla de “todos esos momentos se perderán en el
tiempo, como lágrimas en la lluvia”. Muy grande Rutger Hauer, muy grande.
Para
interpretar el personaje de Rachael, la elección ideal de Philip K. Dick era Victoria
Principal, a quien el telespectador
americano ya conocía como la Pamela Ewing de “Dallas”. En la larga lista de
actrices candidatas, fueron tres las más seriamente consideradas: Sean Young, Nina
Axelrod y Barbara Hershey.
La
elegida fue Sean Young, que había debutado tan sólo dos años atrás con “Jane
Austen en Manhattan” y “El pelotón chiflado”. “Blade Runner” era su tercer trabajo como actriz.
“Pris.
Modelo básico para el placer. Abundan en los clubs militares de las colonias”
El
personaje de Pris, una de las replicantes de esta historia, estaba
inicialmente pensado para la actriz y cantante Deborah Harry, líder del grupo
“Blondie”.
Finalmente
fue escogida Daryl Hannah, que había debutado en la gran pantalla en 1978 y tan
sólo tenía a sus espaldas dos títulos cinematográficos y uno televisivo cuando
fue elegida para “Blade Runner”.
De
niña, Daryl había hecho gimnasia rítmica, con lo que estaba previsto que ella
misma realizara las múltiples piruetas con las que nos maravilla su personaje.
Pero la actriz sufrió una lesión en un codo y hubo que buscar a alguien que la
doblara en estas piruetas. En el mismo plató, Ridley Scott descubrió que uno de
los especialistas en escenas peligrosas había sido gimnasta en su juventud, con
lo que fue él quien se encargó de doblar a la femenina Pris.
“Zhora.
Entrenada para la brigada de homicidios. Algo así como la Bella y la Bestia en
una”
A través de Joanna Cassidy conocíamos a Zhora, otra de las replicantes. Joanna
había debutado en el cine en 1968 con “Bullit”, título tras el que vinieron
otros y su intervención, después, en una larga lista de series televisivas…
…
consiguiendo precisamente en la pequeña pantalla una gran popularidad en 1979
como Morgan Wainwright en la serie “240-Robert”.
Zhora, su personaje en “Blade Runner” la volvía a llevar a
la gran pantalla, en la que sigue apareciendo hoy, eso sí, alternando este
trabajo con el mundo televisivo.
Joanna
Cassidy se encontraba realmente tranquila con esa serpiente alrededor de su cuello
porque era su mascota, una pitón birmana llamada Darling.
Edward
James Olmos llevaba ya una larga carrera como actor en la gran pantalla, desde
su debut en 1974, y había intervenido también ya en infinidad de series
televisivas cuando nos ofreció su impecable caracterización como Gaff…
…
y Bryant nos era presentado a través de M. Emmett Walsh, extraordinario actor
de reparto que debutó en la gran pantalla en 1969 con “Cowboy de medianoche”, aunque
ya se había asomado ese mismo año al mundo de las series televisivas
interviniendo después en infinidad de ellas. En la gran pantalla había dejado
ya muestras de su buen hacer en títulos como “El precio del poder”, “Pequeño
gran hombre”, “Huída del planeta de los simios”, “Serpico”, “El castañazo”,
“Aeropuerto 77”, “Libertad condicional”, “Un loco anda suelto”, “Brubaker”,
“Gente corriente”, “Rojos”, “Destinos sin rumbo”… antes de ofrecernos en “Blade
Runner” otro trabajo excepcional.
Eldon Tyrell era interpretado por un no menos
espléndido Joe Turkel, quien también
llevaba tras de sí una buena lista de títulos cinematográficos desde su debut
en 1949. “Situación desesperada”, “Atraco perfecto”, “La gran prueba”, “Senderos
de gloria”, “El hombre de las pistolas de oro”, “Los insaciables”, “El Yang-Tsé
en llamas”, “La matanza del día de San Valentín”, “Hinderburg”… y “El
resplandor”, donde Turkel consiguió una gran popularidad a través de Lloyd, un más que
inquietante camarero.
Y James Hong daba vida a Hannibal Chew. Hong
llevaba en el cine desde 1955,
apareciendo en títulos como “La colina del adiós”, “Callejón sangriento”, “El
Yang-Tsé en llamas”, “Los indomables”, “Chinatown”, “Aterriza como puedas” (sí,
ese general japonés que se dedicaba un harakiri) así como en diversas series
televisivas, antes de participar en “Blade Runner”.
Completaban el excelente reparto William Sanderson
(J.F. Sebastian), Brion James (Leon
Kowalski), Morgan Paull (Holden)...
... Y Alexis Rhee como la geisha del anuncio
luminoso.
Producida
por Michael Deeley y Ridley Scott para la Warner Bros. Pictures y presentada
anteriormente en el Fantafestival (festival italiano de cine fantástico), "Blade Runner" se estrenaba el 25 de Junio de 1982.
Entre otros premios y nominaciones, tan sólo recibió dos candidaturas a los Premios Oscar en la categoría de dirección artística y
efectos visuales.
Nominada en los Globos de Oro a la mejor banda sonora,
obtuvo además tres británicos Premios Bafta: fotografía, diseño de vestuario y
diseño de producción/dirección artística, siendo también nominada en las
categorías de montaje, maquillaje, banda sonora, sonido y efectos especiales.
"Blade Runner" reúne, y cómo no, una serie de curiosidades. Como
el que el término “replicante” no aparezca en la novela original de Philip K.
Dick y fuera una aportación del guionista David Webb Peoples. Su hija estudiaba
en esos momentos bioquímica y microbiología y le explicaba a su padre cómo algunas
células realizan réplicas de sí mismas en lo que sería un proceso de clonación.
El guionista se hacía así con el término adecuado para designar a los androides último
modelo de “Blade Runner".
O que Ridley Scott tomara como inspiración “The long
tomorrow”, cómic sobre un futuro lejano escrito por Dan O’Bannon e ilustrado por Moebius en 1976.
O el que el apartamento de Deckard fuera diseñado y construído tomando como inspiración "The Ennis House" de Frank Lloyd Wright en Los Ángeles (California).
O que uno de los edificios que aparecen en la película fuera una maqueta del Halcón Milenario colocada en posición vertical. Y aparecieran a lo largo del film otros edificios-maquetas retocados de películas anteriores como "Encuentros en la tercera fase" o "Estrella oscura".
Tras su relanzamiento en 1992, "Blade Runner" alcanzó el status de película de culto. Ridley Scott siempre ha mantenido que la película es una pieza de entretenimiento, nada más. De hecho, cuando conoció a Dick le especificó que él no estaba interesado en hacer una película esotérica.
“Blade
Runner” está dedicada, en sus títulos de crédito finales, a la memoria de
Philip K. Dick, quien falleció en Marzo de ese mismo año de 1982. Y sí, ya me vais
conociendo, también a él le dedico yo esta entrada.
“Todo
lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos, de dónde vengo,
adónde voy, cuánto tiempo me queda…”
(RICK
DECKARD)