“Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy
lejana…”
En Agosto de 1973
se estrenaba en Estados Unidos con gran éxito “American Graffiti”, segundo
largometraje como director de un entonces desconocido californiano de 29 años
de edad que había debutado tras las cámaras en 1965 en el mundo del
cortometraje (dejando un total de once títulos) y en 1971 en el del
largometraje con “THX 1138”.
Hablamos, por
supuesto, de George Lucas, uno de los más grandes genios cinematográficos de
todos los tiempos. La exitosa acogida de “American Graffiti” le brindó al
cineasta la oportunidad de presentar un nuevo proyecto para la gran pantalla que
no fue otro que el de cierta película de aventuras espaciales.
Lucas, sin embargo,
tuvo serios problemas en su intento de conseguir financiación para su nueva
idea cinematográfica, pues la mayoría de los estudios (incluyendo la Universal
y United Artists) sostenían firmemente que el público no iba a estar interesado en ir a ver esta película.
Muy, muy
afortunadamente para la historia del cine, la 20th Century Fox aceptó
finalmente llevarla a cabo, debido en gran medida a las pinturas que sobre el
proyecto de Lucas había creado previamente el artista conceptual Ralph
McQuarrie y que sirvieron al cineasta para vender mejor su idea.
Geoffrey Unsworth
había sido la primera elección de George Lucas como director de fotografía, pero
Unsworth se hallaba comprometido en ese momento con “Un puente lejano” (1977),
así que fue escogido en su lugar el británico Gilbert Taylor, quien había
debutado en la gran pantalla en 1948 con “The guinea pig” y ya nos había dejado su huella fotográfica
en títulos como “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú”, “¡Qué noche la de aquel
día!”, “Repulsión” o “La profecía”.
El más que original argumento, el maravilloso guión
escrito por el propio cineasta y el impecable montaje de Richard Chew, Paul
Hirsch y Marcia Lucas, se complementaban
perfectamente con una magistral dirección artística que firmaban Norman
Reynolds y Leslie Dilley.
Y con una extraordinaria banda sonora de
John Williams, un auténtico maestro en la materia. Aunque curiosamente Lucas
había pensado en un principio utilizar para la película música clásica ya existente tal y como
había hecho Stanley Kubrick en “2001: una odisea del espacio”…. Hasta que
Steven Spielberg le presentó a John Williams, excepcional compositor con el
que aquél ya había trabajado en “Loca evasión” y “Tiburón”.
Lucas y Williams se decidieron entonces por
un estilo de música romántica del siglo XIX que llevara consigo el leitmotiv de
la banda sonora. Dado que la película iba a mostrar mundos nunca antes vistos,
la música debía hacer de ancla emocional para el espectador. Y vaya si lo hizo.
“Quiero ir contigo a Alderaan, ya nada me
liga a este lugar. Quiero aprender los caminos de la fuerza y ser un Jedi como
mi padre…”
Antes de ser escogido para ser
inmortalizado en la pantalla como Luke Skywalker, Mark Hamill tan sólo se había
asomado al mundo de la televisión, en el que había debutado en 1970 a través de
series como “The Bill Cosby Show”, “Mamá y sus increíbles hijos”, “Canon” o “Las
calles de San Francisco” y en diversos telefilmes.
Ese mismo año de 1977, Hamill dejaba “Con
ocho basta”, serie en la que estaba trabajando en ese mismo momento y en la que
tan sólo había hecho de David Bradford en el episodio piloto, por una “oportunidad”
que le había salido bajo la dirección de George Lucas. Mark repetiría
protagonismo bajo la apariencia de Luke Skywalker en “El imperio contraataca” y
“El retorno del Jedi”.
“Han Solo, soy el capitán del Halcón
Milenario… He vencido a naves estelares del Imperio…”
James Caan, Al Pacino, Jack Nicholson,
Robert De Niro y Burt Reynolds rechazaron el papel de Han Solo. Y Kurt Russell,
Nick Nolte, Christopher Walken, Chevy Chase, Steve Martin, Bill Murray, Robert
Englund, Sylvester Stallone y Perry King hicieron una prueba para dar vida en la pantalla a
este personaje. Lucas no quería elegir a ningún actor que hubiera
trabajado antes con él y Harrison Ford lo había hecho cuatro años atrás en
“American Graffiti”…
Harrison había debutado en la gran pantalla
en 1966 (qué mono) compartiendo plano con James Coburn y a las órdenes de
Bernard Girard en “Ladrón y amante”,
participando después en series como “El virginiano”, “Ironside”, “El F.B.I”, “La
ley del revólver”, “Kung Fu”…
Y en diversos telefilmes televisivos.
Asimismo había trabajado ya con Michelangelo Antonioni en “Zabriskie Point”,
con el propio George Lucas en “American Graffiti” o con Francis Ford Coppola en
“La conversación”.
Muy, muy, muy afortunadamente para la
historia del cine y… sí, para mí también, Harrison Ford llegó a hacer su prueba
como Han Solo y fue entonces cuando Lucas se dio cuenta de que era el actor
perfecto para este más que genuino personaje. Más adelante, Harrison nos seguiría
deleitando a todos los niveles en “El imperio contraataca” y “El retorno del
Jedi”.
“Ayúdame, Obi-Wan Kenobi, eres mi única
esperanza”
Melanie Griffith,
Farrah Fawcett, Glenn Close, Barbara Hershey, Diane West, Margot Kidder, Jessica
Lange, Meryl Streep, Sigourney Weaver, Cybill Shepherd, Jane Seymour, Anjelica
Huston, Kim Basinger, Kathleen Turner, Debra Winger y Geena Davis, entre muchas
otras actrices, fueron consideradas para el papel de la Princesa Leia Organa.
Finalmente fue
elegida Carrie Fisher, hija del cantante Eddie Fisher y de la actriz Debbie
Reynolds, que había sido presentada dos años atrás en la gran pantalla en la película “Shampoo”
(1975).
“La guerra de las
galaxias” fue el segundo título cinematográfico en su carrera y el personaje de
Leia su pasaporte a la fama. También pudimos verla después en este mismo papel
en “El imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”.
“Obi-Wan
Kenobi… Obi-Wan… Es un nombre que no había oído desde hacía mucho tiempo,
mucho tiempo…”
Antes de elegir a Alec Guinness para el
papel de Obi-Wan Kenobi, George Lucas había considerado a Peter Cushing,
otorgándole finalmente a este actor otro personaje de la película.
Alec Guinness había debutado en el cine
como extra en 1934 en “Evenson” y ya nos había dejado su extraordinario buen
hacer en títulos como “Cadenas rotas”, “Oliver Twist”, “Ocho sentencias de
muerte”, “El hombre vestido de blanco”, “El quinteto de la muerte”, “El puente
sobre el río Kwai”, “Nuestro hombre en La Habana”, “Lawrence de Arabia”, “La
caída del imperio romano”, “Doctor Zhivago”, “Cromwell”…
Muy, muy afortunadamente para la historia
del cine, en el momento del rodaje de “La guerra de las galaxias” Alec Guinness
se encontraba en Los Ángeles rodando “Un cadáver a los postres” (1975) y
accedía al proyecto de Lucas creando así uno
de los personajes más memorables del Séptimo Arte…
Porque, como cabía esperar, Sir Alec fue
para nosotros un elegantísimo y magistral Ben Kenobi.
Peter Cushing, otra leyenda de la gran pantalla,
daba vida en esta historia al Gobernador Moff Tarkin. Cushing hizo su primer
papel cinematográfico en “La máscara de hierro” (1939), título al que siguió
una larga lista entre los que se encontraban “Hamlet”, “Moulin Rouge”, “La
maldición de Frankenstein”, “El abominable hombre de las nieves”, “Drácula”,
“El perro de Baskerville”, “La momia”, “Las novias de Drácula“, “Sombras de
sospecha”, “La maldición de la calavera”, “Frankenstein creó a la mujer”, “El
cerebro de Frankenstein”, “La carrera de la muerte”, “El monstruo”, “Drácula
73”, “La bestia debe morir”…
Dentro de los inseparables C-3PO y R2-D2 se
encontraban, respectivamente, Anthony Daniels y Kenny Baker, los dos únicos
actores del reparto de esta primera película que iban a aparecer también en las
otras cinco entregas que completarían la saga.
Anthony Daniels había aparecido tan sólo en un episodio de la
serie de televisión “Centre Play” (1976) cuando fue elegido para dar vida a C-3PO,
personaje que originalmente fue diseñado al estilo del robot de “Metrópolis”,
título clásico de Fritz Lang de 1927.
También en un principio, C-3PO iba a hablar
a través de la voz de otro actor, pero a George Lucas le gustó la lectura que
Anthony hizo de su papel, al estilo de un “británico y presuntuoso mayordomo”,
y finalmente Daniels pudo doblarse a sí mismo.
Kenny Baker, entonces actor cómico de
variedades, había debutado en la gran
pantalla en 1960 en “Circus of horrors” y
tan sólo había hecho una película más, “Wombling free”, cuando fue
elegido como R2-D2.
Tras “La guerra de las galaxias”, Kenny
apareció en otros títulos cinematográficos tan reconocidos hoy como “Flash
Gordon”, “El hombre elefante”, “Amadeus”, “Dentro del laberinto”, “Willow” o
“Crónicas de Narnia: el príncipe Caspian”.
Aunque ese mismo año intervino en
“Simbad y el ojo del tigre”, Peter Mayhew debutó como actor en “La guerra de
las galaxias” bajo la apariencia de Chewbacca.
Singular personaje éste que era una
combinación de varios animales y al que Mayhew dio vida también en “El Imperio
contraataca”, “El retorno del Jedi” y “Star Wars: Episodio III - La venganza de
los Sith”.
A Peter Mayhew y a
David Prowse se les dio a elegir el personaje a interpretar, uno sería Chewbacca,
el otro Darth Vader. Mayhew quería interpretar al bueno y Prowse al malo con lo
que todo encajó a la perfección.
“Todos tenemos un
lado oscuro, así que es necesaria una lucha continua para hacer lo correcto. El
lado luminoso es compasión y preocupación por los demás. El lado oscuro es
codicia y egoísmo”
“Te estaba esperando, Obi-Wan, por fin
volvemos a encontrarnos. Ya se ha cerrado el círculo”
David Prowse debutó en 1967 en la gran
pantalla como la criatura de Frankenstein de “Casino Royale”, dando también posteriormente vida al monstruo en “El horror de Frankenstein” y
“Frankenstein y el monstruo del infierno”. Intervino además en “La naranja
mecánica” y en diversas series de la
pequeña pantalla antes de meterse en la piel de Darth Vader en “La guerra de
las galaxias”. Prowse también fue Vader en “El imperio contraataca” y “El
retorno del Jedi”.
Darth Vader fue el primer personaje que
Lucas creó para su historia. Su famoso traje fue diseñado por Ralph McQuarrie y
estaba basado en las túnicas utilizadas
por los guerreros beduinos. Y su famosa respiración iba a haber sido, en
principio, mucho más trabajada y rasposa. Finalmente esta respiración fue
utilizada en “El retorno del Jedi”.
Completaban el reparto, entre otros, Phil
Brown como tío Owen, Shelagh Fraser como tía Beru, Alex McCrindle en el papel
del general Dodonna, Eddie Byrne como el general Willard…
Y James Earl Jones como la voz de Darth
Vader. Rostro ya popular de la pequeña pantalla, donde debutó en 1962 en la
serie documental “Monitor”, Jones ya se había dado a conocer también en series
de ficción como “Los defensores”, “Dr. Kildare” o “Raíces” y también había
aparecido ya en títulos cinematográficos como “¿Teléfono rojo? Volamos hacia
Moscú”, “Los comediantes” o “La gran esperanza blanca”. Un extraordinario actor
al que también oímos a través de Vader en “El imperio contraataca” y “El
retorno del Jedi”.
Curiosamente, Lucas pensó en un principio
en Orson Welles como voz de Darth Vader, pero luego cambió de opinión ante la posibilidad
de que fuera demasiado reconocible para el espectador.
James Earl Jones, por su parte, pidió
específicamente no salir en los créditos por no considerarlo suficiente trabajo
para ser remunerado y por ser ya por aquel entonces un prometedor actor y no
querer encasillarse en esto. Suponemos que hoy llevará con orgullo el haber
sido la voz de semejante personaje de la historia del cine.
El monstruosamente genuino Jabba the Hutt iba a
aparecer en la película por encima del actor Declan Mulholland.
Sin embargo, el efecto no fue el deseado y la escena fue desestimada hasta que la
tecnología CGI (imagen generada por ordenador) permitió incorporarla en 1997 en la edición especial de la película.
Originalmente estaba previsto el estreno de
la “La guerra de las galaxias” en las navidades de 1976 pero la post
producción, sobre todo de los efectos especiales, lo retrasó más de lo esperado
hasta cinco meses después.
“Un efecto especial
es una herramienta, un medio de contar una historia. Un efecto especial sin
historia es una cosa bastante aburrida”
A los ejecutivos del estudio les preocupó
entonces que la nueva fecha de lanzamiento de la película le hiciera perder
oportunidad de taquilla frente a “Los caraduras”, título protagonizado por Burt
Reynolds que se estrenaba en esa misma semana.
El 25 de Mayo de 1977, hace hoy muchos,
muchos años, 35 exactamente, se estrenaba “La guerra de las galaxias” (Star
Wars), una extraordinaria producción de Gary Kurtz y George Lucas para la
Lucasfilm Ltd. Production y 20th Century Fox
que se convirtió de inmediato en uno de los más grandes fenómenos
cinematográficos de la historia del Séptimo Arte. En su carrera inicial a toda
pantalla (se estrenó en 32 cines cuidadosamente seleccionados), “La guerra de
las galaxias” recaudó dos veces más que “Los caraduras”.
Entre muchos otros premios y nominaciones,
“La guerra de las galaxias” obtuvo el Oscar a la mejor dirección artística,
diseño de vestuario, efectos visuales, montaje, sonido…
... banda sonora (John Williams) y un premio especial a los
efectos de sonido para Ben Burtt por la creación de las voces de las criaturas y los robots. También fue nominada en los Premios de la Academia en las categorías de mejor película, director, guión original y actor secundario
(Alec Guinness).
Candidata también a la mejor película
extranjera en los Premios de la Academia Japonesa, obtuvo dos británicos
Premios Bafta a la mejor música (John Williams) y mejor sonido, siendo además
nominada en las categorías de película, montaje, diseño de vestuario y diseño
de producción/dirección artística.
Los Globos de Oro la premiaron como mejor
banda sonora, nominándola además como película,
director y actor secundario (Alec Guinness). Y John Williams fue
galardonado, con total merecimiento, con 3 Premios Grammy:
mejor album de banda sonora original, mejor composición instrumental y mejor
interpretación instrumental.
“La guerra de las galaxias” recaudó alrededor de trescientos millones de dólares y fue la primera película en proyectarse en Dolby Stereo con total éxito. Anteriormente habían utilizado también este
sistema otras películas como “Rocky Horror Picture Show” o “Mr. Billion” pero
con unos resultados desastrosos.
“El sonido es el
cincuenta por ciento en una escena de acción
en una película”
Una parte de los efectos de sonido para los motores del Halcón Milenario fueron
grabados en una exhibición aérea en la convención anual de la Experimental
Aircraft Association’s en Oshkosh, Wisconsin. Como agradecimiento, Lucas donó uno de los modelos del Halcón Milenario al EAA Air Museum.
Cuando se estreno en 1977, “La
guerra de las galaxias” simplemente se tituló en el original “Star Wars” ya que
iba a ser una película independiente. Las secuelas no fueron consideradas hasta
que éste se convirtió en un film tremendamente exitoso. El título original de la
película se amplió a “Star Wars: Episode IV – A new hope” más adelante con el fin de armonizarlo con los títulos de las siguientes entregas de la saga.
Lucas le añadió “Episodio
IV” como homenaje a los seriales televisivos de los años 40, entre otros "Buck Rogers" o "Flash Gordon". La forma que tiene de aparecer el texto del principio de la película es también un homenaje a los comienzos de los
capítulos de estos seriales.
“El secreto de las películas es
que son una ilusión. Los sueños son sumamente importantes, nada se hace sin que
antes se imagine”
(GEORGE LUCAS)