domingo, 13 de marzo de 2011

WALTER BRENNAN

¿Te ha picado alguna vez una abeja muerta?

Hola, soy Walter Brennan y estoy aquí como invitado de honor de mi querida Clementine, a la que tuve el gusto de conocer allá por 1946 en Tombstone, Arizona, en el mítico rodaje de “Pasión de los fuertes”.


Y ya que me he presentado, os contaré yo mismo algunas cosas de mi interesante vida y de mi no menos fructífera carrera en el cine.

Yo nací como Walter Andrew Brennan el 25 de Julio de 1894 en Swampscott (Massachusetts). Tras llevar a cabo una gran diversidad de trabajos, y hacer mis pinitos en el mundo del vaudeville, empecé en esto del cine en 1925, sí, en el cine mudo, aunque parezca mentira con lo parlanchín que he sido siempre…

En ese mismo año de 1925, entablé amistad con otro joven aspirante a actor llamado Gary Cooper, trabajando los dos como extras en infinidad de títulos.


Y aunque Cooper fue más adelante contratado como estrella principal, seguimos apareciendo juntos en un gran número de películas en las que yo solía ser el personaje de apoyo de sus protagonistas.

Al principio de mi carrera, pero ya en el sonoro, hice pequeñas apariciones en títulos hoy míticos como “El hombre invisible”, “La novia de Frankenstein” o “Esos tres”.


Mi gran facilidad a la hora de imitar distintos acentos o de caracterizar a mis personajes, me abrió las puertas para intervenir en un gran número de películas.


Y esto trajo consigo también la oportunidad de trabajar a las órdenes de grandes directores.

Un tipo de producción me habló de él. Le dije que lo trajera, pero que le diera algunas frases para ver qué tal las decía. Así que cuando apareció le pregunté si le habían dado las frases. Él respondió: “¿Quiere que se las lea?”, “Sí, claro”, dije yo. Y dijo: “¿Con o sin?” Yo dije “¿Con o sin qué?” Dijo “Dientes”. Y yo afirmé que quedaba contratado. No tuvo que leer las frases
(Howard Hawks)

Y es que, en 1932, perdí parte de mi dentadura en un accidente de rodaje, circunstancia que decidí aprovechar para ampliar mi abanico de personajes.


El propio Hawks contaba cómo, al terminar “Río Rojo”, se le acercó un actor que él no supo identificar de primeras. El actor se quitó los dientes y le dijo: “¿Me reconoces ahora?”. Inmediatamente Hawks supo que era yo.


Cuando veo un buen western… me quedo ahí. Yo estaba emocionado con “Río Rojo” porque creía en él. Y John Wayne era tan bueno que también creía en él.


Con Wayne tuve también la suerte de coincidir en “Río Bravo” donde una vez más se compenetraban a la perfección nuestros personajes.


En la década de los sesenta, me hice también un rostro popular de la pequeña pantalla a través de series como “The Real McCoys”, “The Tycoon”, “The guns of Will Sonnett”, “Los dos mosqueteros”…

Obtuve el Oscar al mejor actor secundario en tres ocasiones. En 1937 por “Rivales”, en 1939 por "Kentucky" y en 1941 por “El forastero”, aunque este último papel no tenía nada de secundario. Y si no, que se lo pregunten a mi gran amigo Cooper.

En 1942 me quedé en la nominación por mi trabajo en “El sargento York”. Y fui galardonado con un Premio Emmy como mejor actor en la serie “The Real McCoys”…


A lo largo de mi carrera, trabajé a las órdenes de grandes directores. Frank Capra, Howard Hawks, William Wyler, John Ford, Fritz Lang, Jean Renoir…


Compartí cartel con grandes estrellas como Edward Arnold, Montgomery Clift, Fred Astaire, James Stewart, John Carradine…


Spencer Tracy, Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Gary Cooper, Henry Fonda…


Y participé en grandes títulos de la historia del cine como “El forastero”, “Las aventuras de Tom Sawyer”, “Juan Nadie”, “Aguas pantanosas”, “Tener y no tener”…


“Pasión de los fuertes”, “Río Rojo”, “Tierras lejanas”, “Conspiración de silencio”, “Río Bravo”, “La conquista del Oeste”…

Bueno, bueno, Brennan, que no lo vamos a contar aquí todo. Recuerda que hemos quedado tú y yo… Sí, sí, claro, esta vez en tu gran pantalla.

Y encantada de haberte tenido aquí. ¿Cómo? Ya, claro, en otro caso no serías tú… venga, te puedes despedir a tu manera


Gracias de todo corazón, Walter. Por tu buen hacer, por tu naturalidad y por tu simpatía.

Gracias por no encasillarte en ningún género cinematográfico. Porque, aunque inevitablemente te asociemos con el western, en el que te sentías como en tu propia casa, no hay que olvidar que dejaste también tu inconfundible huella en otros géneros cinematográficos.


En el cine negro (“Tener y no tener”), en el musical (“La historia de Irene Castle”), en el género bélico (“Los verdugos también mueren”)…


Y hasta en el fabuloso mundo de Walt Disney con “El abuelo está loco”, donde te lo pasaste como un enano haciendo de gnomo...


Gracias por formar esa entrañable pareja con tu gran amigo Gary Cooper y regalarnos títulos como “El vaquero y la dama”, “Noche nupcial”, “El forastero”, “El orgullo de los Yankees”, “El sargento York”, “Juan Nadie”…


Gracias por tu maravilloso Tom Keefer de “Aguas pantanosas”…


Por tu inestimable aportación a ese gran western llamado “Río Bravo”...


a través de tu inolvidable y muy entrañable Stumpy.


Y por tu peculiar y extraordinario Juez Roy Bean, personaje nunca visto antes más allá del río Pecos.


Gracias por saber incluir magistralmente, en tu maravillosa galería de entrañables personajes, a ese tipo tan mal encarado que conocimos como Pa Clanton en “Pasión de los fuertes”...


Y aceptar parodiarlo, también magistralmente, a través de tu divertido Pa Danby en “También un sheriff necesita ayuda”.

Irremediablemente te nos fuiste ya, a los 80 años de edad, el 21 de Septiembre de 1974, un día tremendamente triste para la historia del cine. Pero todo lo que nos dejaste, de incalculable valor, nos permitirá recordarte siempre como mereces.


A ti, Walter, te dedico especialmente esta entrada. Sencillamente por ser como eras, tan, tan encantador… Y no precisamente de abejas.

Y hago extensible mi dedicatoria a todos vosotros, fieles lectores, por vuestro incondicional apoyo en ese proyecto que nos traemos Brennan y yo entre manos. Sí, Tirador, tú estás aquí incluido, que para eso adoras a este tipo incluso en “El abuelo está loco”.

Pues lo dicho, muchas gracias a todos. Walter y yo esperamos encontrarnos algún día con todos vosotros en vuestra librería cinéfila más cercana…


Hay que tener mucho cuidado con las abejas muertas cuando uno las pisa con los pies descalzos. Si las pisas pueden picar tan fuerte como cuando están vivas, sobre todo si estaban enfadadas cuando las mataron
(Un inmenso Walter Brennan en “Tener y no tener”)

20 comentarios:

El Tirador Solitario dijo...

Hace unos días conté en mi blog como hace 16 años, saludé a Teresa Salgueiro haciendo unas extrañas reverencias.
Hoy no son reverencias, casi tendría que ponerme de hinojos por esta entrada tan bella, este artículo tan estupendo, tan redondo que te ha salido, hija mía.

Y déjame que le diga algo a Walter:
Yo lo descubrí a usted a finales de los ochenta cuando emitieron Río Bravo una víspera de Nochevieja, y quedé maravillado y divertido con el viejo Stumpy, que tiene las mejores frases de esa película, especialmente cuando terminan de cantar en la cárcel festivas melodías para animarse, y dice usted de forma prodigiosa "Esto es mejor que estar por ahí fuera, esperando a que te maten".
Desde entonces no he visto ni una sola película en qeu ese genio no estuviera de fábula actuando.

Recuerdo en una semana de cine que hubo en Motril, hace muuchos años, en la cena de clausura, charlando con los cinéfilos que había por ahí, salió la pregunta "¿Cual es vuestro actor favorito?" Todo el mundo coincidió en Robert de Niro (actor fabuloso), y yo fui el único discrepante. "Mi actor favorito de siempre, es y será Walter Brennan".

Y muchas gracias, Clementine, por haberme citado en este artículo tan enorme. No te rías, pero me ha llegado al alma...

Dickson dijo...

Se agradece el recuerdo a uno de los grandes secundarios, quienes tienden a ser olvidados con el irremediable paso del tiempo. Aunque no he visto todos los títulos que mencionas, de los que conozco me impactó como Eddie, el marinero borracho y fragil de "Tener y no tener", en cuyos títulos de crédito su nombre aparece por delante de Lauren Bacall.

Pepe Cahiers dijo...

Gran, gran, grandísimo actor, de los que ya no se hacen. Le felicito por su entrada, realmente hermosa. Por cierto había leído por alguna parte que fue descubierto como actor cuando imitaba el rebuzno de un asno.

Layna dijo...

Genial la entrada Clementine. Me ha gustado la manera que la has empezado, como tu invitado de honor y a través de sus propias palabras. ¡Gran homenaje si señora!

M. de Tejón dijo...

¡Un verdadero lujo!, si señor.

Walter Brennan a mi juicio es el mejor secundario de la historia del cine, y mira que ha habido actuaciones memorables, pero siempre eran discontínuas o esporádicas, pero con Walter Brennan, el bien hacer siempre estaba asegurado, tanto, que habia que tener cuidado no se comiera, sin quererlo siquiera, a todo el que compartiese plano con él.

Yo supe de él desde muy joven, pues me veia todas las películas del oeste que ponian en el cine de mi barrio, que no eran pocas, y siempre me llamó la atención un viejete que salia siempre.

Más tarde metido en el oficio, ya me preocupé de saber quien era, pues los titulos de crédito, un chaval, no se queda a leerlos y menos si te encendian las luces para que te largaras, porque tenia que entrar la siguiente tanda y echar el ozono-pino ese, que olia a "cine".

Gran homenaje,¡felicidades!

Clementine dijo...

¡Gracias, M. de Tejón! Sí, seguramente sea Brennan el mejor secundario de la historia del cine, o al menos el más polifacético y, efectivamente, de los que se comían con patatas al protagonista de turno. Y tú lo has dicho, nos ha acompañado toda la vida, le reconociéramos antes o después.
Y ya sabía yo por Cahiers, Tirador, que especialmente vos eráis de otro siglo...

Lala dijo...

Gracias Clementine por esta entrada tan dulce sobre el estupendo Walter. Espero seguir leyendo cosas hermosas sobre mi pasión que también es tuya, el cine clásico. Yo estoy empezando mi blog y espero poder compartirlo contigo y los demás blogueros cinéfilos.

Un abrazo
Laura

Clementine dijo...

Gracias a ti, Laura, por compartir esta entrada con nosotros, cinéfilos blogueros sin remedio. Y todas las que quieras incluyendo las tuyas. Otro abrazo para ti.

miquel zueras dijo...

El bueno de Walter Brennan, el cocinero de tantas expediciones del Oeste... lo que hubiera dado por compartir unas alubias con tocino y café frente a una fogata en "Rio rojo". Ayer le vi en una de mis películas preferidas "Conspiración de silencio". Walter es uno de los secundarios más entrañables del western junto a Andy Devine y Harry Carey, y me dejo a muchos otros. Borgo.

Clementine dijo...

Y lo que hubiera dado yo por compartir esa fogata con vosotros, Miquel. Genial también Walter en la gran "Conspiración de silencio" y realmente genuino Andy Devine. Y de Harry Carey, qué quieres que te diga, otra de mis debilidades que ya se asomará por aquí, seguro.

Alicia dijo...

Y a mí que me parece que vosotros dos os gustáis.. Tú y Walter, digo.

Guay el post, ya estás viendo el éxito. ¿Te acuerdas de aquellos tiempos en los que yo comentaba la primera??

Deberías escribir más sobre Brennan, planteátelo.

Clementine dijo...

No lo dudes, Alicia, Walter y yo nos hemos gustado siempre, desde 1946. Y sí, nos estamos planteando escribir algo más juntos, hacemos buen equipo.
Me acuerdo, me acuerdo de cuando tú comentabas la primera, y de que fuiste de las primeras en comentar...

Roberto Béjar dijo...

¡Qué entrada! ¡Lo que voy a disfrutar con tu libro!

Mi papel favorito (de lo que le conozco) es el que hizo en "Río Bravo", pero en "Río Rojo", "El forastero", "Juan nadie", "Conspiración en silencio" y otras que has citado está inmenso. No recuerdo "El orgullo de los yanquis", me la apuntaré (y van ya...), pues me parece de sobresaliente el dúo interpretativo con Gary Cooper.

Por cierto, yo también me sumo a la idea de que el bueno de Harry Carey se asome por esta gran, grandísima gran pantalla.

Besos cinéfilos!

Clementine dijo...

¡Roberto, por fin! Que yo no puedo actualizar el blog si me falta tu comentario...
Y descuida, que Harry Carey aparece por aquí seguro. Pues menuda soy yo.
¡Más besos cinéfilos para ti!

DEMOÑÍN dijo...

¿Y el León de la "Metro", para cuando?

Walter Brennan, era de los mios, ¡vaya trasto era el tio!, pero que gran persona.

Clementine dijo...

El León de la Metro, Demoñin, aparecerá aquí cuando menos te lo esperes, porque ése no avisa...
Y mira qué casualidad, que acabo de ver a Walter Brennan haciendo trastadas en "Pasión de los fuertes", sí, donde nos conocimos... Yo es que me tengo que ver esta película de vez en cuando y hoy tocaba.
Brennan, Fonda y Ford, puro lujo.

Mario Salazar dijo...

A mí también me gusta tu nombre y éste escrito redactado en primera persona, muy culturizante saber de éste actor que lo tengo que ver de ahora en adelante (lo de los dientes es una buena anécdota), me han quedado algunos títulos en la memoria y los aguardaré pacientemente porque todo llega cuando ya se conoce. Tu artículo me lo hizo tener presente de una manera muy familiar, muy simpático y tu homenaje no ha caído en saco roto porque me has convencido, uno más de los que queda tarpado en tu agradable exposicición. Un abrazo.

Mario.

Clementine dijo...

Muchas gracias, Mario, y muy bienvenido a La Gran Pantalla. Y si esta entrada ha servido para acercarte más a Walter Brennan, genial. Ya verás como también tú quedas atrapado por sus interpretaciones.
Otro abrazo para ti.

Stardust dijo...

Simplemente me gustaria felicitarte por el magnifico blog que precisamente he descubierto de casualidad buscando fotos de El Forastero y Walter Brenan.Por lo demás, no tengo mas que añadir a todo lo anterior porque estoy totalmente de acuerdo con los comentarios efectuados.
s2!!

Clementine dijo...

Muchas gracias, Stardust, sé bienvenido. Y el que busques fotos de "El forastero" y de Walter Brennan ya suma muchos puntos a tu favor, dí que sí.
Ah, y me encanta tu foto.
Un saludo.