Mi amigo Noelio conmemora hoy por todo lo alto el 500 aniversario de los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina. A Noelio le entusiasma el buen arte y, además, le chifla Miguel Ángel...
Como a mí. Así que hoy vamos a celebrar también aquí tan destacada efeméride. Lo sé, lo sé, Miguel Ángel no intervino en ninguna película (lo tengo bien contrastado) pero sí se llegó a rodar una sobre la creación de tan extraordinarios frescos...
... una que a Clementine le gusta más que a un tonto un
lápiz. Así que acomódense en sus butacas y permanezcan muy atentos a esta gran
pantalla porque hoy la visitaremos por todo lo alto.
TWENTIETH CENTURY-FOX
PRESENTS
El 16 de Septiembre de 1965 era estrenada en Alemania "El tormento y el éxtasis" (The
agony and the ecstasy), una lujosa producción de Carol Reed para la Twentieth
Century Fox…
… dirigida por el propio Carol Reed, destacado cineasta
británico que había debutado tras las cámaras en 1935 y ya llevaba tras de sí títulos
hoy tan clásicos como “Larga es la noche”, “El ídolo caído”, “El tercer
hombre”, “El niño y el unicornio”, “Trapecio” o “Nuestro hombre en La Habana”.
Tres años después de “El tormento y el éxtasis”, Reed nos regalaba una
maravillosa versión musical de Oliver Twist.
“El tormento y el éxtasis” nos era contada a través de un
guión firmado por Philip Dune (autor también de los guiones de otros títulos
como “David y Betsabé”, “La túnica sagrada”, “Demetrius y los gladiadores” o
“Sinuhé, el egipcio”) que a su vez se basaba en “The agony and the ecstasy”,
novela escrita en 1961 por Irving Stone, escritor californiano que ya había
visto adaptada nueve años atrás otra novela suya en “El loco del pelo rojo”.
Las maravillosas imágenes de esta película nos eran
ofrecidas a través del arte del neoyorkino Leon Shamroy quien, en el cine desde
1926, ya nos había regalado también las de “Sólo se vive una vez”, “El cisne
negro”, “Lazos humanos”, “Que el cielo la juzgue”, “Almas en la hoguera”, “Las
nieves del Kilimanjaro”, “La túnica sagrada”, “El capitán King”, “Papá, piernas
largas”, “El rey y yo”, “Al sur del Pacífico”, “Porgy and Bess” o “Cleopatra”.
Textos e imágenes que venían exquisitamente envueltos en una
banda sonora que nos llegaba de la mano del compositor americano Alex North, todo
un clásico del cine que debutó a toda pantalla en 1941 y nos había dejado ya
otras joyas musicales como “Un tranvía llamado deseo”, “¡Viva Zapata!”,
“Desirée”, “La rosa tatuada”, “El largo y cálido verano”, “Espartaco”, “Vidas
rebeldes”, “Cleopatra” o “El gran combate”. Maravilloso Alex North.
El proyecto de rodaje de “El tormento y el éxtasis” ya
existía en 1961 (mismo año de publicación de la novela) y contaba con Burt
Lancaster como protagonista. La producción, sin embargo, fue retrasada tres
años…
… siendo finalmente elegido Charlton Heston, quien había
debutado a toda pantalla en 1941 en “Peer Gynt” y ya se había presentado ante
el público americano en “El mayor espectáculo del mundo”, “Hoguera de odios”,
“Cuando ruge la marabunta”, “Sed de mal”, “Horizontes de grandeza”, “Los
bucaneros”, “55 días en Pekín”, “Mayor Dundee”...
Y también como Marco Antonio en “Julio César”, como Moisés
en “Los diez mandamientos”, como Judá en “Ben-Hur”, como Rodrigo Díaz de Vivar
en “El Cid” o como Juan el Bautista en “La historia más grande jamás contada”.
“¿Cuándo terminarás?”
Charlton nos ofrecía en “El tormento y el éxtasis” una correctísima
recreación de Michelangelo Buonarroti, otro gran personaje histórico que sumar a
su ya ilustre filmografía y, sin duda, uno de sus mejores papeles cinematográficos.
Mi personaje favorito de este actor.
Laurence Olivier fue la primera opción para interpretar al Papa Julio II, segundo personaje crucial de esta historia. Olivier, sin embargo, no se encontraba disponible en esos momentos…
Laurence Olivier fue la primera opción para interpretar al Papa Julio II, segundo personaje crucial de esta historia. Olivier, sin embargo, no se encontraba disponible en esos momentos…
“¿Cuándo lo terminarás?...
Sí, ya sé, ¡cuando lo acabes!”
Sí, ya sé, ¡cuando lo acabes!”
… y en su lugar fue elegido Rex Harrison, otro británico
actor de renombre y ya con títulos a sus espaldas como “La ciudadela”, “Un
espíritu burlón”, “Ana y el rey de Siam”, “El fantasma y la señora Muir”, “Un
grito en la niebla” o “El Rolls-Royce amarillo”…
… y personajes cinematográficos como el Julio César de
“Cleopatra” o el profesor Henry Higgins de “My fair lady”.
Rex hacía suyo a su personaje del Papa Julio II, formando
con Heston en esta película uno de los duelos interpretativos más interesantes
de la historia del cine.
En esta historia también conocíamos a la Condesa de Medici a
través de Diane Cilento, actriz australiana que curiosamente había
debutado en “El hidalgo
de los mares” como la voz del personaje de María Hornblower y luego fue vista
en títulos como “Moulin Rouge”, “Sombras de sospecha” o “Tom Jones”…
… a Bramante, interpretado por Harry Andrews, magistral
actor británico que llevaba ya a sus espaldas títulos cinematográficos como “Moby
Dick”, “Santa Juana”, “Salomón y la reina de Saba”, “Barrabás”, “Nueve horas de
terror”, “55 días en Pekín” o “La colina”...
… o a Rafael, personaje al que dio vida el actor cubano
Tomas Milian, quien había debutado en la gran pantalla en 1959 y ya había
intervenido en títulos como “El bello Antonio”, “Juventud corrompida” o
“Bocaccio’70”.
Completaban el magnífico reparto Alberto Lupo, Adolfo Celi,
Venantino Venantini, John Stacy, Fausto Tozzi, Maxine Audley y Alec McCowen.
“El tormento y el éxtasis” recibió cinco nominaciones a los Premios
Oscar: dirección artística, fotografía, diseño de vestuario, banda sonora y
sonido; así como otras dos a los Globos de Oro: actor (Rex Harrison) y guión.
Durante el rodaje, Charlton Heston llevaba en su nariz una
varilla de acero para simular la nariz rota de Miguel Ángel.
Rex Harrison, por el contrario, no accedió a dejarse crecer
la barba a pesar de que Julio II, su personaje, sí la llevaba.
En la película, las canteras donde Miguel Ángel adquiere el
mármol para sus esculturas son las mismas canteras a las que acudía el
auténtico Miguel Ángel, situadas en Massa y Carrara, en la región de la Toscana
italiana.
Al no poderse rodar la película, como es obvio, en su
auténtica localización, la Capilla Sixtina fue recreada en decorados,
magníficamente, en los Cinecittà Studios de Roma.
“Supone una especial satisfacción el interpretar a un hombre
que se hizo un hueco en la historia lo suficientemente grande
como para ser
recordado siglos después de su muerte”
(Charlton Heston)