“Se va un pedazo del gran cine italiano. Scola criticaba la sociedad, estaba enamorado de sus antihéroes, pero siempre con una sonrisa”
(Giles Jacob, ex presidente del Festival de Cannes)
El pasado 19 de enero, el mundo del cine volvía a mostrarnos su cara más triste. Ettore Scola, uno de los más extraordinarios cineastas de la historia del séptimo arte, nos decía hasta siempre a sus 84 años de edad.
Nacías, Ettore, el 10 de mayo de 1931 en Trevico, Campania (Italia). Hijo de médico, estudiaste Medicina y después Derecho pero, según contabas tú mismo, ya entonces trabajabas en el cine…
“Y finalmente ganó el pulso esa pasión”
Qué sabia es la vida.
A temprana edad colaborabas en la publicación satírica “Marc’Aurelio”…
… donde coincidiste con otro grande, Federico Fellini, y con otras figuras destacadas de la gran pantalla italiana como el guionista Furio Scarpelli y el director Steno.
En los primeros años 50 te iniciabas en el cine escribiendo comedias, a menudo conjuntamente con el guionista Ruggero Maccari, quien se iba a convertir en una de las constantes de tu filmografía como director.
Debutabas tras las cámaras en 1964 con “Se permettete parliamo di donne”, título basado en un guión que firmabas junto a Ruggero Maccari, título en el que dirigías a Vittorio Gassman, Sylva Koscina, Walter Chiari, Umberto D’orsi y Antonella Lualdi. Y ya firmando la banda sonora, el compositor Armando Trovajoli, otra constante en tu carrera cinematográfica.
“El cine es un arte de equipo”
Y tanto que sí, Ettore.
En ese mismo año de 1964 rodabas “El millón de dólares”, de nuevo junto a Maccari en el guión y de nuevo con Vittorio Gassman como protagonista, acompañado esta vez por Joan Collins, Jacques Bergerac y Pippo Starnazza. La música la firmaba en esta ocasión Luis Bacalov.
En 1965 llegaba para ti “Thrilling”, una producción de Dino de Laurentiis que estaba dividida en tres episodios, dirigiendo tú el primero de ellos, “El victimista”, una historia protagonizada por Nino Manfredi, Luigi Battaglia y Magda Konopka con un guión escrito por ti y por Ruggero Maccari. Y con música de Ennio Morricone.
Un año después repetías de nuevo en el guión con Ruggero Maccari (adaptando la novela de Niccolò Machiavelli), en la banda sonora con Armando Trovajoli y con Vittorio Gassman como protagonista en “El diablo enamorado”… sí, junto a Mickey Rooney.
Ya en 1968, de nuevo con música de fondo firmada por Armando Trovajoli, dirigías a Alberto Sordi y Nino Manfredi, bien acompañados por Alfredo Marchetti, Franca Bettoia y Manuel Zarzo, en “Riusciranno i nostri eroi a ritrovare l’amico misteriosamente scomparso in Africa?”, comedia de aventuras y algo de fantasía cuyo guión escribías en colaboración con Agenore Incrocci y Furio Scarpelli.
En “El comisario y la dolce vita” (1969), una vez más colaborando en el guión con Ruggero Maccari (esta vez sobre una novela de Ugo Facco de Lagarda) y una vez más con Armando Trovajoli en la banda sonora, tu protagonista era otro grande del cine italiano, Ugo Tognazzi en el papel del Comisario Pepe.
Iniciabas la siguiente década dirigiendo en 1970, de nuevo reunido en el guión con Agerone Incrocci y Furio Scarpelli y una vez más con Armando Trovajoli como compositor musical…
… “El demonio de los celos”, con Marcello Mastroianni, Monica Vitti y Giancarlo Giannini bien acompañados en el reparto por Manuel Zarzo, Marisa Merlini y Fernando Sánchez Polack.
En 1971 dirigías a Marcello Mastroianni y a Lauren Hutton, de nuevo con banda sonora de Armando Trovajoli y de nuevo trabajando en el guión junto a Ruggero Maccari, en “Un italiano en Chicago”…
… en 1972, escribías junto a Sergio Amidei el guión de “La più bella serata della mia vita”, adaptación cinematográfica de la obra “La Panne” del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt, en la que dirigías a Alberto Sordi, Michel Simon, Claude Dauphin y Janet Agren. Y, sí, de nuevo con la música de fondo de Armando Trovajoli.
Y dos años después llegaba uno de los títulos más reconocidos de tu carrera, “Nos habíamos amado tanto”, de nuevo en el guión junto a Agenore Incrocci y Furio Scarpelli, de nuevo con banda sonora de Armando Trovajoli…
… y dirigiendo a un reparto de lujo encabezado por Stefania Sandrelli, Nino Manfredi y Vittorio Gassman, a quienes acompañaba Aldo Fabrizi e, interpretándose a sí mismos, Federico Fellini y Marcello Mastroianni. Total nada.
1976 te traía la dirección de “Brutos, feos y malos”, de nuevo en el guión junto a Ruggero Maccari, de nuevo con banda sonora de Armando Trovajoli y de nuevo encabezando el reparto Nino Manfredi. También te ponías tras las cámaras ese mismo año en uno de los episodios de “Buenas noches, señoras y señores”, comedia en la que compartías dirección con Luigi Comencini, Nanni Loy, Luigi Magni y Mario Monicelli, y en la que aparecían actores de la talla de Vittorio Gassman, Nino Manfredi, Marcello Mastroianni, Ugo Tognazzi…
En 1977 rodabas otro título emblemático en tu filmografía como director: “Una jornada particular”, de nuevo con Ruggero Maccari en el guión, con Armando Trovajoli en la música…
… y con una extraordinaria pareja protagonista: Sofía Loren y Marcello Mastroianni, ambos sensacionales como Antonietta y Gabriele.
“En el cine hay que sacar algo nuevo de cada persona, como en ‘Una jornada particular’, donde Sofía Loren encarnaba a una mujer malcasada y aburrida y Marcello Mastroianni a un periodista homosexual”
Ese mismo año te reunías de nuevo con Mario Monicelli y Dino Risi para dirigir entre los tres “¡Que viva Italia!”, una nueva visión de “Il mostri” (título firmado en 1964 por el propio Dino Risi), que contaba en el reparto, entre otros muchos, con Vittorio Gassman, Alberto Sordi, Ornella Muti y Ugo Tognazzi, firmando la banda sonora Armando Trovajoli.
Iniciabas la siguiente década en el mismo 1980 con otro título mítico de tu filmografía como director: “La terraza”, de nuevo con Agenore Incrocci y Furio Scarpelli escribiendo contigo el guión, con Armando Trovajoli en la banda sonora…
… y un reparto, de nuevo, de lujo. Vittorio Gassman, Ugo Tognazzi, Jean-Louis Tringtinant, Marcello Mastroianni, Stefania Sandrelli, Carla Gravina… Qué maravilla, Ettore, qué maravilla.
“Las películas pueden hacer pensar y soñar y contribuir a hacer mejor la vida, pero no la cambian”
O a lo mejor sí.
En 1981 rodabas “Entre el amor y la muerte”, con guión tuyo y de Ruggero Maccari, según la novela “Fosca” del escritor italiano Iginio Ugo Tarchetti, y con música de Armando Trovajoli. Y dirigiendo, entre otros, a Bernard Giraudeau, Valeria D’Obici, Laura Antonelli, Jean-Louis Trintignant y Massimo Girotti.
1982 te reunía de nuevo con Marcello Mastroianni, al que dirigías, junto a Hanna Schygulla y Harvey Keitel, entre otros, en “La noche de Varennes”, historia con un guión tuyo y de Sergio Amidei basado en la novela “La nuit de Varennes” de la escritora francesa Catherine Rihoit, que llevaba banda sonora de Armando Trovajoli.
Y en 1983 te ponías tras las cámaras de “La sala de baile” (Le bal), una auténtica delicia de película, un extraordinario recorrido por la historia a través del baile…
“El cine es un espejo pintado”
Muy cierto. Basada en la idea de Jean-Claude Penchenat y con un guión escrito por él mismo, por ti, por Ruggero Maccari y por Furio Scarpelli, “La sala de baile” contaba con una banda sonora firmada por Vladimir Cosma.
En 1985 elegías a dos grandes de la pantalla, Marcello Mastroianni y Jack Lemmon, como los protagonistas de tu “Macarroni”, historia sobre un guión tuyo y de Ruggero Maccari y Furio Scarpelli, con música de Armando Trovajoli.
Y en 1987 dirigías esa exquisitez cinematográfica llamada “La familia”, sin duda mi favorita de tu filmografía, con un extraordinario guión firmado por ti, Ruggero Maccari, Furio Scarpelli y, en sus diálogos, Graziano Diana…
… y con un sublime Vittorio Gassman encabezando el reparto, muy bien secundado por Stefania Sandrelli, Fanny Ardant, Andrea Occhipinti, Carlo Dapporto, Ricky Tognazzi, Philippe Noiret… Una auténtica delicia con una preciosa banda sonora de Armando Trovajoli.
“Participé en el film ‘La familia’ y fue una gran experiencia profesional y vital estar al lado de un hombre de grandísima inteligencia e ironía. Con él, perdemos un gran hombre, un hombre curioso de todo lo que sucedía, nunca hipócrita y siempre con una mente abierta”
(Andrea Occhipinti, quien interpretaba de joven a Carlo,
el personaje de Vittorio Gassman)
Dos años después nos regalabas otra mágica película: “Splendor”, una preciosa historia escrita y dirigida por ti, con música de Armando Trovajoli…
… que contaba como protagonistas con dos monstruos de la pantalla cinematográfica: Marcello Mastroianni y Massimo Troisi. Y qué lujo de personajes.
“Rodar en un espacio cerrado me permite pisarle siempre los talones a mis personajes y a lo que piensan”
En tu siguiente película, “¿Qué hora es?”, en ese mismo 1989, dirigías también a Marcello y a Massimo, aquí como padre e hijo, respectivamente, y volvías a contar en la banda sonora con Armando Trovajoli. Esta vez el guión lo firmaban contigo Beatrice Ravaglioli y Silvia Scola, tu hija.
En 1990 dirigías de nuevo a Massimo Troisi, acompañado esta vez por Ornella Mutti, Emanuelle Béart y Vincent Perez en “El viaje del capitán Fracassa”, película basada en la novela “Le Capitaine Fracasse” del escritor francés Théophile Gautier. Y de nuevo firmaba Armando Trovajoli la banda sonora.
Y en 1993 rodabas “Mario, María y Mario”, película con una historia y guión escritos por ti y, con música de fondo de Trovajoli, dirigiendo a Giulio Scarpati, Valéria Cavalli y Enrico Lo Verso en los papeles que daban título al film.
En 1995 Rolando Ravello, Alberto Sordi e Isabella Ferrari se ponían bajo tu dirección en “Historia de un pobre hombre”, también con música de Armando Trovajoli…
… y en 1998 te ponías tras las cámaras de “La cena”, una historia tuya, con guión firmado por ti y por Furio y Giacomo Scarpelli y Silvia Scola, en la que contabas de nuevo con grandes nombres de la pantalla como Fanny Ardant, Vittorio Gassman, Giancarlo Giannini, Stefania Sandrelli… Y una vez más con Armando Trovajoli de música de fondo.
Ya en 2001, de nuevo mano a mano en el guión con Furio y Giacomo Scarpelli y Silvia Scola, dirigías en “Competencia desleal” a Diego Abatantuono, Sergio Castellitto, Gérard Depardieu y Antonella Attili… entre las notas musicales de Trovajoli.
Y en 2003 rodabas el último largometraje de tu carrera cinematográfica, una comedia llamada “Gente de Roma”, basada en una historia tuya con guión también tuyo y de Paola y Silvia Scola (tus dos hijas), con música de Armando Trovajoli y, en el reparto, con Giorgio Colangeli, Antonello Fassari, Fabio Ferrari, Fiorenzo Fiorentini y, entre otros muchos más, Stefania Sandrelli y el director Nanni Moretti interpretándose a ellos mismos.
Aunque no sería éste tu último trabajo como director ya que diez años más tarde, en 2013, y como si de una propina al estilo Marcha Radetzky se tratase, te despedías del mundo cinematográfico…
… dirigiendo un documental llamado “Qué extraño llamarse Federico” en el que, con un guión escrito junto a tus dos hijas y con actores interpretando a Federico Fellini, a Marcello Mastroianni, al director Steno, al guionista Ruggero Maccari, a ti mismo, y a otros tantos personajes…
… le hacías un retrato a Federico Fellini, basándote en tus recuerdos y sentimientos como gran amigo de él que fuiste.
“Con Fellini no podías insistir. Aun así le convencí para que hiciera de sí mismo en ‘Nos habíamos amado tanto’, pero me puso una condición: ‘Nunca me filmes desde atrás. Se me ve la calva’.”
Dirigiste también, Ettore, otros documentales como “Festival Unità”, “Vorrei che volo”, “L’addio a Enrico Berlinguer”, “Imago urbis”, “Un altro mondo è possibile” y “Lettere dalla Palestina” y cortos documentales como “”Festival dell’Unità 1972”, “Carosello per la campagna referendaria sul divorzio” o “Roma dodici Novembre 1994”.
“En el trabajo que hago se transmiten mis ideas; si no,
no sería una obra de autor”
Y también participaste en guiones de otros títulos que no dirigiste, como “Las noches de Cleopatra”, “Un americano en Roma”, “La cárcel de los líos”, “El soltero”, “Guardias de Roma”, “El conde Max”, “El estafador”, “Fantasmas de Roma”, “La escapada”, “Monstruos de hoy”, “La marcha sobre Roma” o “El profeta”.
“Además de un amigo era un gran director, de un cine que representaba la realidad con la tragedia”
(Paolo Taviani. director de cine)
Entre los numeros premios y nominaciones que recibiste a lo largo de tu carrera, obtuviste tres Premios César (a mejor director por “La sala de baile” y mejor película extranjera por “Una jornada particular” y “Nos habíamos amado tanto”). En los David di Donatello fuiste galardonado como director por “Una jornada particular”, “La sala de baile” y “La familia”; y como guionista por “La noche de Varennes” y “La familia”. Y en 2011 te fue entregado un David di Donatello por toda tu carrera.
¿Y qué más podemos decir sobre ti, Ettore Scola?
“Me interesan más los diferentes que los iguales. Yo nunca trabajé una vez con un actor, sino que repetía mucho...
Porque cuanto más les conoces, más les sacas.
Gassman era el más inteligente”
Gassman era el más inteligente”
Vittorio Gassman… Maravilloso.
Y algo similar te ocurría con Armando Trovajoli, ¿verdad?
A toda pantalla desde 1952, Armando compuso también la banda sonora de otros títulos como “Juzgado a la italiana”, “Las noches de Cleopatra”, “Agárrame ese vampiro”, “Dos mujeres”, “La esclava de Roma”, “La conquista de la Atlántida”, “Maciste el invencible”, “Bocaccio ’70 (segmento ‘La riffa’), “Monstruos de hoy”, “Ayer, hoy y mañana”, “Matrimonio a la italiana”, “Casanova 70’), “El profeta”, “La mujer del cura”, “Los secretos de la Cosa Nostra”, “Tosca”, “Perfume de mujer”… Y la maravillosa banda sonora de “El diluvio que viene”.
Gracias, Ettore. Por tu sabiduría cinematográfica, por tu estilo, tu magia, tu mensaje, tu sensibilidad… Gracias por saber rodearte de los mejores profesionales… Y, sobre todo, gracias por ser tú.
“El cine es un trabajo duro pero, riendo y bromeando, se puede enviar algún mensajito, alguna postal con las observaciones sobre el mundo de uno. El cine es como un foco que ilumina las cosas de la vida”
(ETTORE SCOLA)