Un grupo de automovilistas viaja por un agreste paisaje del sur de California. De pronto, un coche les adelanta a gran velocidad pero, al tomar una curva, se precipita por un barranco.
El resto de los coches se detiene y sus viajeros intentan ayudar al vehículo siniestrado. El único ocupante del vehículo, antes de morir, declara que tiene escondido un botín de trescientos mil dólares en el parque Santa Rosita. Y aquí comienza realmente esta historia.
Producida y dirigida en 1963 por Stanley Kramer, artífice de maravillas como "Vencedores o vencidos" o "Adivina quién viene esta noche", “El mundo está loco, loco, loco” cuenta con un ingenioso guión de William y Tania Rose y una más que pegadiza música de Ernest Gold.
Esta cinta rinde un merecidísimo homenaje a la más pura comedia cómica, género de una grandísima tradición que se remonta a los "slapstick" (algo así como bufonadas) ingeniados por los pioneros de Hollywood en el maravilloso cine cómico mudo. Homenaje disfrazado en esta película con la apariencia de una corrosiva fábula sobre la sociedad actual y el afán por el dinero fácil.
“Todos tenemos que pagar impuestos. Hasta los grandes hombres de negocios que se dedican a timar a la gente cada día”
Y nada mejor para rendir este tributo a este género que reunir a grandes nombres de la comedia cómica. Stanley Kramer echó mano de todos los cómicos populares que se le vinieron a la mente. Unos rechazaron el proyecto y otros fueron finalmente elegidos. También hubo un gran número de estrellas de la comedia que se prestaron voluntarios y otros que reclamaron el no haber sido convocados.
El reparto definitivo de la película es de auténtico lujo. Sin destacar uno sobre otro en la trama del film, nos encontramos ilustres nombres de la comedia cómica como Milton Berle, Terry-Thomas, Jimmy Durante o Sid Caesar.
A otros no menos ilustres nombres, no necesariamente de comedia pero que aquí demuestran sus grandes dotes para este género, como Mickey Rooney o Peter Falk.
Y a Ethel Merman, reconocida estrella de la canción, que borda aquí su papel de impertinente suegra de uno de los matrimonios. Lo hizo tan bien que Milton Berle (su yerno en el film) afirmó en una entrevista que, tras rodar la escena donde Ethel le da con el bolso, le dejó a él un bulto que le duró seis meses.
“Billie Sue, habla con tu padre”
“No quiero, no quiero hablar con él. Nunca”
“No digas eso. Sea lo que sea, es tu padre”
Comentario aparte merece la impecable interpretación de Spencer Tracy como el padre de Billie Sue. Reconocido y respetado actor en prácticamente todos los géneros del cine, Spencer compone aquí un personaje, en principio sensato y serio como jefe de policía que es, al que vamos descubriendo en su verdadera naturaleza, es decir, uno más de los avispados candidatos a conseguir como sea el ansiado botín.
Realmente magistral en esta historia, Tracy derrocha con gran destreza todas las dotes cómicas adquiridas en su ya entonces extensa carrera cinematográfica.
Kramer también homenajeó en esta película a actores sobradamente consagrados en el mundo de la comedia a través de una serie de cameos de estos mismos actores.
Así, podemos ver fugazmente en la cinta a Edward Everett Horton (actor habitual en las comedias de Ernst Lubitsch), a Joe E. Brown (pronunciador de la frase “Nadie es perfecto” en “Con faldas y a lo loco”), a Jack Benny (principal protagonista de la genial “Ser o no ser”), a Andy Devine (genuino conductor de la diligencia más famosa de la historia del cine), o al mismísimo Buster Keaton.
“¡Toma el número, el número! ¡Quiero el número de matrícula de ese tipo!”
Y, cómo no, a Jerry Lewis. Cuando se rodó "El mundo está loco, loco, loco", Lewis se hallaba en los estudios Paramount rodando "El profesor chiflado". Kramer quiso contar con él porque en esos momentos era el único gran continuador, delante y detrás de la cámara, de los grandes maestros de la comedia burlesca.
Entre toma y toma de su película, Jerry efectuó su breve pero significativa aparición en esta otra como el automovilista que aplasta, muy a propósito, el sombrero del capitán de policía interpretado por Spencer Tracy. El cameo de Jerry se mantuvo en absoluto secreto durante la promoción internacional del film.
Pero el reparto de "El mundo está loco, loco, loco" pudo haber sido aún más espectacular. Stan Laurel rechazó participar en esta película porque, tras la muerte de su inseparable Hardy, no quería volver a la interpretación.
Tampoco aceptaron participar en ella Bob Hope, George Burns y Red Skelton. Y Judy Holliday (la magistral protagonista de “Nacida ayer”) tuvo que rechazarla por motivos de salud.
Incluso el personaje que finalmente hizo Ethel Merman estaba en principio pensado para Groucho Marx, como suegro, claro está.
Y los personajes del matrimonio formado por Melville y Monica Crump les fueron primeramente ofrecidos a Mickey Rooney y Judy Garland. Ella tuvo que rechazarlo por incompatibilidad con su entonces trabajo televisivo y a Mickey le ofrecieron otro personaje de la historia.
“El mundo está loco, loco, loco” obtuvo el Oscar a los mejores efectos de sonido, siendo también nominada a la mejor fotografía, mejor montaje, mejor canción, mejor banda sonora y mejor sonido.
Una impecable dirección, un ingenioso guión, un reparto de auténtico lujo, una música para la historia del cine y un acertado tributo a la más pura comedia cómica.
En definitiva, "El mundo está loco, loco, loco". ¿Y cómo, si no?