“El viajante de comercio de “Duel” se pasa la vida en la autopista y un día, quizás
por cambiar, va por una carretera secundaria y se encuentra allí con un enorme
camión que le quiere aplastar”
(Steven Spielberg)
Tras ser estrenada en Canadá el 10 de Noviembre de 1971,
hace hoy 40 años, “El diablo sobre ruedas” era emitida tres días después por
la cadena de televisión americana ABC en
su programa “Movie of the week”.
Producida para Universal por George Eckstein y
magistralmente dirigida por Steven Spielberg, la película obtuvo tal éxito en
su emisión televisiva que se decidió estrenar en 1973 una versión ampliada de
la misma en la gran pantalla europea. Un año más tarde también se estrenaría en
las salas estadounidenses.
Steven Spielberg debutó como director en 1959 con el cortometraje
“The last gun”, al que siguieron otros tantos y su debut en la pequeña pantalla
en 1970 como director de un episodio de la serie “Marcus Welby”, a la que
seguirían otras como “Audacia es el juego” o “Colombo” antes de su gran
revelación con “El diablo sobre ruedas”.
Richard Matheson, escritor y guionista estadounidense, ya había dejado en la
gran pantalla su huella en títulos como “El increíble hombre menguante”, “El
cuervo”, “La comedia de los horrores” o “El último hombre vivo".
Y en la serie de televisión de principios de los años 60 “Dimensión desconocida”
(The Twilight Zone), serie de la que era seguidor Steven Spielberg.
"El diablo sobre ruedas” contaba con un inquietante guión escrito por
Richard Matheson que estaba basado en una historia corta creada por él. La
fotografía de Jack A. Marta y el montaje de Frank Morriss
completaban el proyecto junto a la banda sonora de Billy Goldenberg, prolífico compositor
americano de títulos cinematográficos como “Sueños de un seductor”, de series
como “Longstreet”, “Ironside”, “McCloud”, “Banacek”, “Kojak”, “Colombo”, “El
hombre invisible”, “Crónica de gángsters”, “Skag” o “Cuentos asombrosos” y de infinidad
de películas para la televisión.
El actor Dennis Weaver
había debutado en el cine en 1952 con “Horizontes del Oeste”, a la que
siguieron “El desertor de El Álamo”, “La espada de Damasco”, “Los puentes de
Toko Ri”, “Sed de mal” o “Un chalado en órbita”.
También había
participado ya en series como “La ley del revólver”, “Doctor Kildare” o “El
virginiano”, y era ya muy conocido desde el año anterior como protagonista de "McCloud", antes de ser elegido para dar vida a David Mann, el protagonista de “El
diablo sobre ruedas”.
Entre el reparto que
arropaba a Dennis Weaver se encontraba Lucille Benson, actriz que interpretaba
aquí el papel de empleada de una gasolinera, mismo cometido que cumpliría siete
años más tarde en “1941”.
Y la pareja de
ancianos del coche al que decide pedir ayuda el protagonista era interpretada
por Alexander Lockwood y Amy Douglass, mismos actores que aparecían seis años
más tarde, y también como pareja, en “Encuentros en la tercera fase”.
“Una película con una enorme expresividad y una increíble
economía de medios, materiales y presupuesto, en la que los elementos
fantásticos más irracionales son presentados – de acuerdo con la mejor
tradición del género – a partir de los datos más realistas del entorno”
(Antonio Lara, crítico cinematográfico y catedrático de
Teoría e Historia de la Imagen de la Universidad Complutense de Madrid)
“El diablo sobre ruedas” contaba con un presupuesto de 450.000
dólares y fue filmada en apenas quince días. El coche del protagonista fue
elegido de color rojo con el fin de que destacara en los planos generales de la
carretera.
Por su parte, el camión escogido fue un Peterbilt 281 del
año 1955 por asemejarse su cabina a la de un rostro. También por el particular
sonido de su humeante motor turbodiésel y su atronadora bocina. Se emplearon un
total de tres camiones para la película.
Y para conducir el sucio y amenazante camión fue elegido
Carey Loftin, un auténtico experto al volante del que ya habíamos disfrutado en títulos como "El mundo está loco, loco, loco", "La carrera del siglo", “Bullit” o "French Connection".
Steven Spielberg fue muy merecidamente galardonado en
Francia con el Gran Premio en el Festival de Cine Fantástico de Avoriaz.
“El diablo sobre ruedas” fue también nominada como mejor
película en los Globos de Oro y en las categorías de fotografía y montaje de
sonido en los Premios Emmy.
“Cuando dirijo, siempre me gusta pensar en la audiencia.
Porque yo soy la audiencia”
Porque yo soy la audiencia”
(Steven Spielberg)
21 comentarios:
Recuerdo ver el trailer de Duel en el Coliseo, (El Viñas era un un cine de reestreno, eso sería el año 1974 o así)y aunque no pasé tanto miedo como en La rebelión de los simios, algo de susto hubo...
La verdad es que siempre me ha encantado, y aunque se note en momentos su factura de telefilme, es una obra estupenda, muy, muy atractiva, y desde luego aportó mucho a Tiburón...
Yo la vi por primera vez en la tele y me gustó un montón, y luego la volví a ver alguna otra vez. Pero hacía lustros, Tirador, lustros que no la veía. Y no me ha decepcionado en absoluto, creo que es una buena película y un excepcional producto televisivo, igualito que los que hay ahora, vamos.
Hazme el favor de especificar el tipo de trailer del que hablas porque me haces pensar en el que no es. Claro que los simios te daban más miedo, como que son mucho más feos que Dennis Weaver. Y, ahora, escandalízate… Aún no he visto “Tiburón”. ¿Y la voy a ver algún día? Pues supongo que sí, pero porque es Spielberg y Dreyfuss y Scheider y Shaw, no por otra cosa, no.
¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo! No es posible que tenga pendiente "Tiburón", que es como "El diablo sobre ruedas", pero mucho mejor, con ese estupendo trío protagonistas, aquella banda sonora magistral de Williams. ¡Qué susto me ha dado con Torrente!.
Santo Dios, Cahiers, cálmese, esperaba esta reacción de su amigo pero no de usted...
Efectivamente, la tengo pendiente (y a saber para cuándo) y no es la única barbaridad que he hecho en mi vida. Me alegra haberte asustado con lo de Torrente, sí, me alegra porque eso dice mucho en tu favor.
Mi querida amiga, con el paso de los post, y entradas varias, uno se va curando de espanto de las peculiaridades cinéfilas de cada cual, por lo que no haré ninguna escena impagable como la que nos ha regalado Cahiers hace unos minutos (posiblemente un pelín sobreactuado, al mejor modo de Nicholson).
El trailer que vi en el Coliseo, con 8-9 años, era, pues eso, el trailer de la película, con escenas en las que el camión perseguía al protagonista, lo acosaba...y aquello era muy inquietante, muy desasosegante...además, como en aquella época iba al cine unas 2-3 veces por semana, pues lo vería unas cuantas veces...
Pues celebro, mi querido Tirador, que esta vez te muestres más comedido, eso es que vas madurando.... Y en ese trailer precisamente pensaba yo.
Y ahí va otra cura de espanto: a mí me encanta Nicholson como actor.
No, si yo considero a Nicholson un estimable actor, eso sí, con ligera tendencia a pasarse, más que Mourinho en una rueda de prensa.
Y puestos a soliviantar al personal, creo que alguna vez lo he comentado, pero la primera película de Torrente me gusta, me parece una película que merece la pena...
Bueno, Tirador, este último comentario tuyo tiene mucha miga, tanta que ahí lo dejo. Y así yo sigo dando aquí la imagen que se supone corresponde a mi persona.
Qué gran película. Yo que soy bastante friki con el tema de los coches vi esta película por primera vez en televisión sin saber en ese momento que era de Steven Spielberg.
Película simple donde las allá pero muy emocionante de principio a fin. Hay que tener cuidado con los locos al volante!!
Un saludo Clementine!
Pues por lo que veo quizás hayamos intercambiado, entre el Tirador y yo, nuestros cerebros. Eso empieza a preocuparme. Con ese largo "no" solo quería llamar un poco la atención, y es que "Tiburón" es uno de mis intocables. Curiosamente tengo preparada una entrada sobre "Torrente" que también me parece, su primera entrega, no tan despreciable y casposa como parece a simple vista. Ya ve que seguimos mezclando neuronas.
Hola, Gustavo, dichosos los ojos. Seguramente cuando la vi yo tampoco sabía de quién era. Ya ves, los comienzos del amigo. Un beso.
¿Y lo preocupada que me dejas a mí, Cahiers? Porque el Tirador hace tiempo que dejó de preocuparme...
Lo que faltaba para el duro... De acuerdo, amigo Cahiers, que no sólo hay que vivir del caviar, pero para comida grasienta en una taberna de mala muerte prefiero antes mil veces a Terence Hill zampándose un buen plato de judías. Y encima es infinitamente más guapo el rubio que el otro elemento.
Si ya lo decía yo, que pasábais demasiado tiempo juntos tú y el Tirador...
Para mi gusto es la mejor adaptación al cine de una obra del gran Richard Matheson. Ese siniestro camión -con un conductor al que nunca vemos el rostro- ha quedado como un ícono del cine, todo un monstruo con ruedas.
Yo haría una versión española con un taxista de esos que oyen la COPE en lugar del camión.
Fantástica la escena de las serpientes de cascabel. Besos. Borgo.
Clementine, tenga cuidado con el Tirador, que es como Edgar Hoover del FBI, que siempre tiene algún archivo secreto o dossier preparado para sacarlo a la luz pública.
Siempre agradeceré tus advertencias, Cahiers. Y en este caso también os agradezco que hayáis conseguido entre los dos que no tenga la más mínima importancia que yo no haya visto aún "Tiburón", está claro que aquí sois vosotros los que habéis destacado por méritos propios.
Hola clementine. Ya perdonarás que haya tardado tanto tiempo en pasar y comentar pero he estado de viaje sin ordenador. Me alegra encontrarme con personas que comparten mi veneración por esta joya de Spielberg en sus comienzos, un gran Spielberg. También tengo curiosidad por leer el relato de Matheson. Me ha gustado mucho este post. Besos.
Gracias, Marcos, te esperaba antes o después, tú nunca llegas tarde. Una joya, tú lo has dicho. Besos.
"El diablo sobre ruedas", un ejemplar ejercicio de cómo hacer buen cine y entretener de principio o fin con los más elementales recursos. La banda sonora de Goldenberg, minimalista de acuerdo con la naturaleza del telefilm.
Comentario de lujo el tuyo, Roberto. Un beso.
Leche, otra vez se ha borrado lo que escribí??
Decía que era un peliculón y que realmente daba miedo la idea de que algo impersonal e inmenso quiera acabar contigo sin razón aparente.
No decía eso, pero lo digo ahora.
¿Y tú qué me pones que se borra? Bien dicho, Alicia, bien dicho.
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