domingo, 19 de abril de 2009

Maurice Jarre, la música que pudo reinar

Maurice  Jarre  trabajó  en más de  150  películas.  Compositor nacionalizado estadounidense,  aunque de origen francés,  vio la luz en Lyon el 13 de Septiembre de 1924.


"A los 16 años, mi padre me trajo discos de 78 revoluciones; cuando escuché la segunda rapsodia de Liszt, dirigida por Leopold Stokowski, comprendí que quería ser director de orquesta. Dediqué el bachillerato a estudiar las bases y me matriculé en el conservatorio de París. Era ya mayor para aprender algún instrumento, así que me apunté en la clase de percusión. Tenía 19 años y mis compañeros eran virtuosos niños de 12. Pero allí tuve un profesor, Charles Munich, que me enseñó que esta profesión es 50% talento y 50% diplomacia"


El padre de Maurice, André Jarre, era ingeniero jefe de Radio Lyon, una emisora de música de variedades. También fue intérprete de oboe e inventor de varios aparatos para la radio, entre ellos la primera mesa de mezclas. Años más tarde, André participó en el diseño y construcción de los primeros tocadiscos portátiles Teppaz, un objeto mítico de los años 50 que popularizó, entre la juventud de la época, la "chanson française" de Charles Trenet, Edith Piaf e Yves Montand y también el Rock'n'Roll anglosajón.


La fructífera colaboración de Maurice Jarre con el director de cine David Lean comenzó en 1961 con "Lawrence de Arabia". En 1965 llegaría su obra más conocida, "Doctor Zhivago". Y con "La hija de Ryan" y "Pasaje a la India" se completaría su trabajo conjunto. Cuatro obras maestras.

Jarre solía decir que una mala banda sonora es como un café cargado de azúcar. Detestaba un mal subrayado y defendía las partituras imperceptiblemente ligadas a una imagen que luego no sería lo que es sin ellas. Grabó la música de "Doctor Zhivago" con 25 balalaikas, contó con 15 arpas para "La hija de Ryan", describió en "¿Arde París?" la entrada de los alemanes en la capital francesa con 12 pianos de cola, y mezcló la música electrónica con la tradicional de Indonesia en "El año que vivimos peligrosamente".


A mediados de los 70, su hijo Jean-Michel Jarre empezó a destacar con gran éxito en el mundo de la música electrónica. A principios de los 80, el propio Maurice realizó una magnífica modernización de su propia obra, incorporando de manera definitiva el sintetizador en sus composiciones.

En los últimos años de su carrera, no trabajó mucho ("ya no tengo ganas de discutir con jóvenes ejecutivos que se mueven al dictado de la moda y no saben ni de cine ni de música"). Se retiró del cine en el 2003 ("no necesito trabajar en nada que no me entusiasme. Estoy cansado de productores que quieren escuchar a una gran orquesta contratando sólo a tres instrumentistas").


Maurice Jarre nos dejaba el pasado 29 de Marzo. Con nosotros se quedan bandas sonoras como "El día más largo", "La caída de los dioses", "La noche de los generales", "El juez de la horca", "El tambor de hojalata", "El hombre que pudo reinar", "Jesús de Nazareth", "Único testigo", "Ghost", "Gorilas en la niebla"...


Y "Doctor Zhivago".
Melodías inolvidables de un intenso lirismo.


Gracias, Maurice.

4 comentarios:

MENGS dijo...

Cuanto siento esta gran pérdida. Ha sido uno de los grandes en el mundo de la música.
Pero me quedo con la última cita que has puesto de él, esa que dice estar harto de jóvenes ejecutivos que quieren oir una gran orquesta con solo tres ínstrumentistas.
Si señor, esta es la crisis popular, todos quieren dirigir un transatlantico con un solo remero, y mejor no navegar antes que poner otro remero.

Teresa dijo...

He de reconocer que yo conocí primero a Jean Michael con su "Oxigeno" que al padre (cotilleo rosa: Jean Michael estuvo casado con Charlotte Rampling, actriz inolvidable en "Portero de Noche"). También he de reconocer que cuando tuve conciencia de las obras de las que era autor Maurice decidí que me gusta más el padre. Descanse en paz con sonidos celestiales de balalaikas a su alrededor.

Clementine dijo...

Yo, la verdad, no sé a cual de los dos Jarre conocí primero. Porque la música de "Doctor Zhivago" la recuerdo como de toda la vida, pero también recuerdo ver en su momento cosas de Jean-Michel por la tele. Y aunque la música del hijo me gusta, yo también me quedo como tú, Teresa, con la de Maurice, que hasta me llega a emocionar. Sí, señor Mengs, una gran pérdida...

Jose dijo...

Yo también me quedo con Maurice antes que con Jean-Michel. Y con los Who antes que con Abba, pero esto no viene al caso. A mí la banda sonora que más me gusta de Maurice Jarre es esa que dice: "ta ta ta tarata tarata pin pin".
Es una pena que todos los genios se nos vayan, pero por lo menos nos queda el consuelo de que los músicos nunca nos abandonan del todo. Descanse en paz Maurice, pero no su música.