“Hizo
soñar a niños, hizo soñar a los hijos de esos niños, hizo soñar a los nietos de
esos niños. Ray Harryhausen no sólo fue el pionero de los efectos especiales,
sino que inspiró a generaciones y generaciones
de cineastas”
La
pasada semana, muy tristemente, nos dejaba a los 92 años de edad Ray
Harryhausen, una página cinematográfica fundamental de este séptimo arte que
vive, principalmente, de la ilusión.
Como
Raymond Frederick Harryhausen nacías en Los Ángeles (California) el 29 de junio
de 1920. Ya de niño sentías predilección por los museos, por los espectáculos de
marionetas, por las salas de cine... A los cinco años fuiste llevado por tus
padres a ver “El mundo perdido”, toda una revelación para ti.
“Siempre
fui animado por mis padres. Alimentaron esta inusual pasión llevándome al cine
y al teatro, y posteriormente se entusiasmaron con mis experimentos con
marionetas, modelos y animación, llegando incluso a ayudarme con mis
producciones”
En
1933 quedabas impresionado con otra película, “King Kong”, llegando a recrear
sus imágenes mediante la utilización de marionetas o títeres y, muy pronto, empezaste
a modelar maquetas en miniatura para, después, construir figuras y dioramas
tridimensionales.
“Conforme
continuaba estudiando y aprendiendo cómo se lograron los efectos de Kong, me di
cuenta de que era algo que yo mismo quería probar e incluso de lo que quería
formar parte, de manera que empecé a construir mis propios dioramas en
miniatura y toscos modelos, lo que finalmente me llevó al punto de construir
figuras más grandes móviles”
Más
adelante descubrías el L.A. County Museum (Museo de Historia Natural de Los
Ángeles) y los murales de criaturas prehistóricas creados por Charles R. Knight,
uno de los artistas más influyentes en el campo de la paleontología. Y en 1938
obtenías el primer premio en una competición ofrecida por ese mismo museo presentando
un diorama que incluía a un estegosaurio basado en las pinturas de Knight.
Tratando
de averiguar la manera de darle movimiento en película a tus figuras,
descubrías el stop-motion (animación fotograma a fotograma) y comenzabas a
rodar películas experimentales con articulaciones de madera y, más adelante, ya
con la cámara apropiada, a rodar las figuras fotograma a fotograma.
Ray Bradbury, Ray Harryhausen
y Forrest Ackerman
Fue
por aquel entonces cuando conociste a dos personajes que, con el tiempo, se
convirtieron en amigos de por vida: Forrest Ackerman (respetado coleccionista
de memorabilia cinematográfica) y Ray Bradbury. Vaya tres patas para un banco.
“Ray
y yo pronto descubrimos que teníamos un montón en común, pero fue nuestra mutua
tenacidad a la hora de ejercer las carreras que elegimos – él escribiendo y yo
experimentando con la animación y la fotografía – lo que nos unió”
Y
a finales de los años 30 se te presentaba la oportunidad de conocer, por fin, a
Willis O’Brien, creador y animador de los dinosaurios de “El mundo perdido” y de “King Kong”. Así que te dirigiste a los Estudios MGM, donde O’Brien trabajaba
por aquel entonces, y le mostraste en especial tu estegosaurio.
“Aguanté
la respiración. Obie lo miró durante algunos minutos y entonces dijo: ‘Las
piernas parecen salchichas arrugadas. Tienes que darle más personalidad y
estudiar anatomía para saber dónde se conectan los músculos del hueso’. Me di
cuenta de que tenía razón”
Siguiendo
los consejos de Obie, te apuntaste a clases de arte y anatomía en Los Ángeles
City College (LACC) y asististe a la University of Southern California para
aprender técnicas de filmación que incluían dirección artística, montaje y
fotografía.
Y, a un tiempo, ibas aprendiendo a mover tus modelos.
A
principios de los años 40, ya experimentado en técnicas de animación y
cinematografía, te unías al productor de cortos húngaro George Pal, trabajando
durante un tiempo con él.
Más adelante, con la guerra ya declarada, diseñabas y fotografiabas un cortometraje titulado “How to bridge a gorge” (1941) que fue concebido para mostrar cómo se podía utilizar la animación fotograma a fotograma en películas propagandísticas, cortometraje que llegó a ver el mismísimo Frank Capra, al cargo entonces como coronel de la División de Servicios Especiales a la que fuiste después asignado trabajando en famosas películas de propagando norteamericana, incluída la serie “Why we fight” para el Ministerio de Guerra de los EE.UU.
Más adelante, con la guerra ya declarada, diseñabas y fotografiabas un cortometraje titulado “How to bridge a gorge” (1941) que fue concebido para mostrar cómo se podía utilizar la animación fotograma a fotograma en películas propagandísticas, cortometraje que llegó a ver el mismísimo Frank Capra, al cargo entonces como coronel de la División de Servicios Especiales a la que fuiste después asignado trabajando en famosas películas de propagando norteamericana, incluída la serie “Why we fight” para el Ministerio de Guerra de los EE.UU.
Tras
tu paso por el Ejército, tomaste la determinación de realizar tus propias
películas, rodando así una serie de canciones infantiles que, finalmente reunidas
bajo el título de “Mother Goose Stories” (Las historias de Mamá Oca, 1946), fueron
distribuidas con gran éxito por las escuelas.
Y
entonces fuiste de nuevo requerido por Obie para trabajar con él en “El gran
gorila”, la nueva película de Merian C. Cooper (director de “King Kong”) en la
que tú animarías la mayor parte de las escenas.
A
principios de los años 50 iniciaste una serie que, con el nombre de "Fairy
Tales", incluía las historias de Caperucita, Hansel y Gretel, Rapunzel, el Rey
Midas…
Y en 1951 Mutual Films te ofrecía participar en el que, bajo la dirección de Jack Dietz, iba a ser tu primer largometraje cinematográfico: “El monstruo de los tiempos remotos”.
Y en 1951 Mutual Films te ofrecía participar en el que, bajo la dirección de Jack Dietz, iba a ser tu primer largometraje cinematográfico: “El monstruo de los tiempos remotos”.
“Telefoneé
a Dietz y vino a mi casa al día siguiente para ver mis modelos y mis
ilustraciones… Después de haber visto lo que tenía que ofrecerle, me entusiasmé
hablándole de las ventajas de la animación dimensional, diciéndole que todo
cuanto él quisiera podía realizarse con este proceso. Contuve la respiración”
Dietz
y su equipo aprobaron el uso del stop-motion, convirtiéndose esta película en
la primera en utilizar la técnica de pantalla partida para insertar modelos en
la acción real.
Debido a limitaciones en el presupuesto, el modelo de octópodo utilizado en "Vino del fondo del mar" (1955) contaba tan sólo con seis tentáculos, así que diseñaste las secuencias de animación de tal manera que el octópodo estuviera parcialmente en el agua en todo momento.
Sin
implicación de acción real, la animación sobre mesa de dinosaurios
construidos en el taller de la Warner Bros. para "The animal world" (1956) supuso tu último trabajo junto a
Obie, aunque nunca perdísteis el contacto.
Fue
tu padre quien realizó en aluminio los platillos de diferentes tamaños que aparecían en "La Tierra contra los platillos volantes" (1956) mientras
que tú, en lugar de dibujar los storyboards completos para la acción,
utilizaste fotografías de las localizaciones para realizar bocetos de éstas que
luego montaste para los storyboards.
El productor Charles
H. Schneer quería rodar en color "A 20 millones de millas de la Tierra" (1957), pero tú insististe en que debía
ser en blanco y negro porque Kodak acababa de sacar un material en 35 mm. que
eliminaba el problema del grano cuando la proyección trasera volvía a ser
fotografiada. Fue tu última película en blanco y negro y también tu tributo al
“King Kong” de Willis O’Brien.
“Simbad
y la princesa” (1958) fue
tu primer largometraje en color, que te causó muchos quebraderos de cabeza
debido al problema del grano con la proyección trasera. Fue también la primera
de tus películas con Schneer en la utilizásteis localizaciones españolas.
Durante
esta producción, Charles aseguró tus manos por un millón de dólares e ideó el
nombre de Dynamation para designar tu animación
dimensional.
Originalmente
concebida como vehículo para Danny Kaye en lo que iba a ser un musical, “Los viajes de Gulliver” (1959) se
convirtió en un conjunto de efectos creados por ti que incluían fotografía en
perspectiva y unos 300 "travelling mates" o con trasparencias. Fue la primera película que se hizo
totalmente en Europa, siendo realizados los efectos en el Reino Unido.
Creaste
para “La isla misteriosa” (1960) una serie de criaturas que habían sido criadas por el
Capitán Nemo: un cangrejo gigante, abejas gigantes y dos criaturas
prehistóricas.
Aunque
en pantalla duraba poco más de cuatro minutos, la animación de la secuencia de
los esqueletos de “Jasón y los argonautas” (1963) llevó cuatro meses y medio de fotografiar. Se
calcula que ejecutaste un total de 184.600 movimientos.
La
competición de lanzamiento de disco entre Hércules e Hilas fue hecha mediante
animación y la hidra de siete cabezas, basada en pinturas de jarrones clásicos,
sufrió muchos cambios.
“Finalmente
tuve la idea de hacerla ‘serpentoide’, con un extremo de cola característico en
forma de lengua bífida de serpiente. Las siete cabezas se diseñaron para que
parecieran pájaros similares a dinosaurios con picos curvados y dos crestas con
forma de oreja curvándose hacia atrás, una imagen que sugeriría una vuelta a
los tiempos prehistóricos”
Considerada
como tu mejor película, fue un fracaso de taquilla en su estreno. Hoy es uno de
los clásicos del cine fantástico.
Basada
en una historia de H. G. Wells, “La gran sorpresa” (1964) fue la única película tuya en pantalla ancha,
en este caso Panavision, lo que causó diversos problemas. También fue el último
título para el que tu padre haría los armazones.
Título
realizado para la productora británica Hammer Films, “Hace un millón de años” (1966) estaba basado en otra
película de 1940 sobre un cavernícola que luchaba contra criaturas
prehistóricas y fue la única película tuya en la que se utilizaron criaturas
reales (una iguana y una araña) para combinar con los dinosaurios.
“El
valle de Gwangi” (1969) estaba
basada en la idea e ilustraciones de Willis O’Brien, quien comenzó la
pre-producción pero nunca llegó a realizar la película.
Tú
siempre utilizabas un “palo de monstruo” mientras filmabas a las criaturas
grandes para ayudar a los actores a “ver” lo que no podían ver. Para Gwangi
utilizaste un mástil de madera con un ojo en la parte superior.
En "El viaje fantástico de Simbad” (1973), el Oráculo del Conocimiento iba a ser interpretado en un principio por Orson Welles, siendo finalmente el papel para Robert Shaw. Y el barco de Simbad fue construído aquí, en España, en los Estudios Verona.
En "El viaje fantástico de Simbad” (1973), el Oráculo del Conocimiento iba a ser interpretado en un principio por Orson Welles, siendo finalmente el papel para Robert Shaw. Y el barco de Simbad fue construído aquí, en España, en los Estudios Verona.
Como
otras muchas de tus criaturas, el Centauro Cíclope echaba sus brazos para
atrás.
“Era
la mejor manera de tener los brazos ocupados, lo facilitaba y daba como
resultado el hacer una criatura tan inmensa más dramática”
En "Simbad
y el Ojo del Tigre” (1977), toda
la acción real que transcurre con nieve se rodó en la isla de Malta con
temperaturas superiores a los 30º. La puerta a Hyperborea era un tributo a las
puertas de King Kong, había dos tamaños diferentes de mandril y de jaula para la
animación y el hielo que cubría al tigre en la pirámide era celofán.
“Furia
de titanes” (1981) mostraba unos planos cortos de Medusa con sombras cruzando su cara que estaban
influenciados por planos semejantes de Joan Crawford en “Alma en suplicio”.
El
film, además, reunía grandes nombres en su reparto, como Maggie Smith, Claire Bloom o Laurence
Olivier.
“¿Quién
podría haber interpretado a Zeus sino Olivier?”
Tras
“Furia de titanes”, se te presentaron otros tantos proyectos que no llegaron a
realizarse, entre ellos, dos películas de Simbad y otras dos llamadas “People
of the mist” y “Force of the trojans”.
Te
retiraste de la animación dimensional en 1984, aunque después te involucraste
en otros proyectos como “Caminando entre dinosaurios” (1999), documental de la
televisión británica producido por Tony Dalton, y la conclusión de “The story
of the tortoise and the hare” (2001-02).
“Ray
Harryhausen ha sido para el cine algo así como la versión mejorada de un robot
hecho con piezas de Méliès, de Spielberg, de Gepetto y de un Cecil B. DeMille
pasado por la Hammer”
(Oti
Rodríguez Marchante, ABC.es)
Hiciste
la función de productor en 17 títulos cinematográficos, creaste los efectos
especiales de 15 películas, fuiste director de 9 títulos, técnico de efectos de
otros 3 y animador en 6 más (5 de ellos cortometrajes). Y tuyas son las
historias de “Simbad y la princesa”, “El viaje fantástico de Simbad” y “Simbad
y el ojo del tigre”.
Premiado
en todo el mundo, nunca fuiste nominado a los Oscar, aunque sí recibiste en 1992 un
merecidísimo Premio Gordon Sawyer (premio al mérito técnico o científico).
Gracias
de todo corazón, Ray, por no dejar ni un momento quieta nuestra imaginación. Y
por compartir con todos nosotros tu maravillosa y extraordinaria creatividad.
“Mi
obsesión por la fantasía viene de toda la vida, creciendo durante mis años de
formación y siendo llevada a nuevas alturas por las novelas, pinturas y, por
supuesto, las películas”
(RAY
HARRYHAUSEN)
Versión autorizada en castellano de la Web Oficial de
Ray Harryhausen.
2010. Traducción de Luis H. Agüe.
11 comentarios:
Lo de la HYdra es tremendo. En aquella época sí que tenían mérito los efectos especiales. Cómo ha cambiado la manera de concebir el cine. Es increíble. Besos Clementine.
Un grande... con mas paciencia que un santo.
Inolvidable la pelea de Jason contra los esqueletos.
Un hombre que era un género en sí mismo. Cuentan que, cuando fue a ver King Kong, corrió a su casa e hizo un gorila recortando el abrigo de piel de su madre, lo que le valió una buena reprimenda.
Un genio. Un maestro. Los inocentes movimientos de sus criaturas hoy se ven con una sonrisa tierna porque han perdido toda la credibilidad, pero mantienen toda su magia. Basta comparar su "Furia de titanes" con la digital, 3D, etc de hace dos o tres años.
"Furia de titanes" fue la primera película que vi en el cine con ese amigo común que se llama Luiso y que parece una figurita de Harryhausen. Con el tiempo, la compré (la película, no la figurita). Y con algo más de tiempo, se la presté a ese sobrino común que se llama Gonzalo, para que aprendiera mitología y le cogiera un poco de cariño al cine. Y aún no me la ha devuelto. Ni creo que lo haga. Ni quiero.
Un día tengo que contarte la aventura de unos compañeros que fueron a entrevistar a Harryhausen a su casa de Londres. Bueno, en realidad la aventura consiste en que el lugar al que fueron NO ERA su casa.
Besos.
Ya ves tú si ha cambiado la manera de concebir el cine, Marcos. Y a mí que me sigue gustando más este tipo de cine que el de ahora... Besos, Callau.
Mucha paciencia, Frank Jones, y una tremenda ilusión que impedía que se le agotara esa paciencia.
"Un hombre que era un género en sí mismo". Perfecta definición, Cahiers, qué grande eres.
¡Jose Calibos, dichosos los titanes que te traen por aquí! Luiso, qué tiempos, le preguntaré si sigue pareciendo una figurita de Harryhausen... y le ponemos en el Belén. Gonzalo siempre ha sabido lo que se hacía, menudo es... Y cuenta, cuéntanos por aquí esa aventura, aunque sea sólo la sinopsis.
Besos.
Espectacular repaso a su obra. Te felicito Clementine.
Poco a poco van cayendo los genios del 7ºArte, que le vamos a hacer...
Un saludo y estupendo tu blog.
Muchas gracias, Alimaña. Todo un honor el que me haces con tu visita, muy bienvenido.
Muy bueno el dato del pulpo de seis tentáculos a causa de los "recortes".
"Simbad y la princesa", filmada en Mallorca, es una de las primeras películas que recuerdo, con aquel cíclope tan impresionante, en casa teníamos una copia en 8 milímetros.
"Jason y los argonautas" es una maravilla. Creo recordar que la escena de los esqueletos tenía una banda sonora que parecía el entrechocar de huesos y que añadían un efecto inquietante.
Una entrada fantástica. Besos. Borgo.
Gracias, Miquel, que se me había despistado tu comentario. Ya imaginaba que te iba a gustar la entrada, con este protagonista ya ves tú. Besos, Borgo.
Poco o nada que añadir. Creía que no había visto ninguna de sus pelis, pero sí, la de Gulliver sí que la ví.
Bueno, voy a añadir algo que no te esperas: YA TENGO ADSL!!!!
No, no esperaba lo del ADSL, enhorabuena Alicia, ni tampoco que asomaras por aquí, tampoco.
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