El 29 de noviembre del ya pasado 2012 tuve el placer de descubrir en el blog de Miquel Zueras, nuestro genuino y queridísimo Borgo, una preciosa y emotiva historia protagonizada por el inolvidable actor italiano Vincent Schiavelli.
Hoy, sin más, os la presento aquí, en esta gran pantalla. Eso sí, contada tal y como yo la descubrí. Borgo, cinco y acción…
LA ÚLTIMA VOLUNTAD DE SCHIAVELLI (CON RECETA)
¿Vincent Schiavelli? Posiblemente a muchos no les suene este
nombre pero al ver esta foto sabrán de quién se trata:
Schiavelli (1948-2005) apodado El actor de los ojos tristes no podía pasar desapercibido con ese
físico si además añadimos sus dos metros de altura.
Este polifacético actor (fue autor de varios libros sobre
cocina siciliana) debutó con la primera película americana del director checo
Milos Forman: Juventud sin esperanza
(1971). Forman lo adoptó como su actor fetiche apareciendo en papeles
secundarios en todas sus películas: Alguien
voló sobre el nido del cuco, Amadeus,
El escándalo de Larry Flint… aunque
posiblemente sea más recordado por su papel de fantasma metropolitano en Ghost
(1991).
En el año 2005 Schiavelli decidió instalarse en el pueblo de
sus abuelos: Polizzi Generosa (Sicilia) de unos cinco mil habitantes. Las cosas
le iban bien a Schiavelli pues además de sus trabajos en cine y televisión sus
libros de cocina se vendían estupendamente. Decidió entonces satisfacer un
curioso capricho: pagó de su bolsillo a un centenar de habitantes de Polizzi
para que durante todo el mes de diciembre interpretaran diversos papeles de El
Quijote vestidos a modo de la época. Las calles del pueblo se llenaron de
paisanos con sombreros de plumas, leotardos y jubones. Schiavelli se reservó el
papel protagonista y se paseaba ufano con sombrero de latón y una coraza
exclamando: “¡Non fuyades gigantes, viles
criaturas!”. Decoró una taberna como una posada castellana del siglo XVI
con sus toneles y bancos de madera donde no era raro ver a Schiavelli en los fogones
preparando el plato preferido del famoso hidalgo: duelos y quebrantos. Un
revuelto de huevos, jamón y sesos de cordero. En el pueblo del actor era ya muy
querido por su carácter alegre y jovial.
Los hosteleros de Polizzi se las prometían muy felices para
las próximas Fiestas pues la idea de Schiavelli atraía a numerosos turistas
pero pocos días antes de Navidad dejaron de ver al actor por sus calles.
Schiavelli tenía cáncer de pulmón – sólo lo sabía muy poca gente aparte de su
mujer e hijos – había venido al pueblo de su familia para pasar sus últimos
días y hacer realidad su quijotesca
fantasía. Falleció el 26 de diciembre.
Al funeral de Schiavelli en Polizzi Generosa se trasladaron
sus amigos Danny DeVito y Milos Forman. Quedaron impresionados al ver en el
entierro a toda aquella multitud, muchos vestían de época.
En Londres adquirí un ejemplar de Bruculinu, America, su libro de recetas más conocido. Éste es uno de sus platos más sencillos y sabrosos:
En Londres adquirí un ejemplar de Bruculinu, America, su libro de recetas más conocido. Éste es uno de sus platos más sencillos y sabrosos:
SPAGUETTIS A LA SIRACUSA CON MEJILLONES
Poner en una cazuela a fuego vivo 1 kilo de mejillones con
un vaso de vino blanco, medio limón, sal y pimienta. Tapar y dejar que el vapor
abra los mejillones. Colar y reservar un poco del jugo que han soltado.
Descartar los mejillones que no se hayan abierto y sacar los
moluscos de sus conchas. Mientras hierve la pasta sofreír en una sartén con
aceite ajo y perejil bien picados, añadir los mejillones con un poco de su jugo
y dejar reducir. Escurrir los spaguetti y mezclarlos con los mejillones. Antes
de servir apagar el fuego y tapar la sartén durante un minuto para que la pasta
se impregne bien de su sabor.
Gracias,
Schiavelli. Y mil gracias, Borgo.
7 comentarios:
¿Qué haríamos sin estos descubirmientos que nos hace Borgo? Un detalle por tu parte, trasladar aquí su texto. Besos clementine.
Pues creo que esa entrada también me la perdí!! (Mea culpa, mea!) Historia entrañable y curiosíma...y buena pinta esa pasta.
Te dejo, Clementine, que me esperan unas patatas a la riojana!!
Es que el amigo Borgo es como un baúl de historias y parece que no tiene fondo, siempre me sorprende. Este tipo de actores es el que yo defino de físico llamativo y de rostros que no se olvidan tras su paso por el séptimo arte. Y si además son buenos actores... Vamos a permitir al amigo Tirador dar buena cuenta de esas patatas, que le van a dar las cinco de la tarde.
Deliciosas estaban, Sr.Cahiers, ¡y bien regadas con un rioja, lo cual no deja de ser una obviedad!
Muchísimas gracias, Clementine. De verdad que me ha hecho mucha ilusión ver el texto publicado en tu estupendo blog. Desde luego la historia de Schiavelli es entrañable, sólo falta la nieve para que sea un cuento de Navidad estilo Dickens. Muchos besos, Clementine, desde Borgo.
qué buena historia!! Me da rabia no tener yo blog para publicarla tb.
¿Verdad, Alicia? Por eso se la pedí prestada a Borgo, necesitaba lucirla también aquí.
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