“Érase
una vez... En Dinamarca vivía un gran escritor de cuentos llamado Hans
Christian Andersen. Ésta no es la historia de su vida, sino un cuento de hadas
sobre este gran narrador de cuentos de hadas”
El
25 de noviembre de 1952 se estrenaba en Nueva York "El fabuloso Andersen" (Hans
Christian Andersen), una preciosa y mágica producción de la Samuel Goldwyn para
la Metro Goldwyn Mayer.
Fabulosamente
dirigida por Charles Vidor, cineasta húngaro que había debutado tras las
cámaras en 1933 y ya nos había dejado títulos como “Las modelos”, “Canción
inolvidable”, “Gilda” o “Los amores de Carmen”, “El fabuloso Andersen” basaba
su mágico argumento en una preciosa historia del escritor norteamericano Myles
Connolly. Historia que el dramaturgo neoyorkino Moss Hart convertía más
adelante en un maravilloso guión cinematográfico.
MAESTRO:
“La historia de Dinamarca empleada para atar la cuerda de una cometa…”
HANS:
“A la historia de cualquier país no le viene mal un poco de aire fresco,
maestro. ¿No ha oído usted el cuento de aquel libro de historia que se tomó
unas vacaciones y volvió con una historia mucho mejor?”
La
también fabulosa fotografía de este film venía firmada por Harry Stradling Sr.,
en el cine desde 1920 y ya con grandes títulos a sus espaldas como
“Pygmalion”, “La posada de Jamaica”, “Intermezzo”, “Sospecha”, “Escuela de
sirenas”, “Desfile de Pascua” o “Un tranvía llamado deseo”. Extraordinario
Stradling.
Daniel
Mandell se hacía cargo del montaje. Mandell había debutado a toda pantalla en
1924 y llevaba ya tras de sí grandes clásicos como “Esos tres”, “Cumbres
borrascosas”, “La jungla en armas”, “El forastero”, “Juan Nadie”, “La loba”,
“Bola de fuego”, “El orgullo de los yanquis”, “Arsénico por compasión” o “Los
mejores años de nuestra vida”… Otro fabuloso del cine.
La
dirección artística de Clavé (también diseñador de vestuario del ballet que
aparecía en esta historia) y Richard Day (responsable también de la dirección
artística en otros títulos como “El cisne negro”, “Juana de Arco” o “Un tranvía
llamado deseo”) redondeaba la espléndida factura de esta mágica producción.
“Wonderful Copenhagen”, “The
king’s new clothes”, “Inchworm”, “I’m Hans Christian Andersen”, “Thumbelina”,
“Dream Ballet”, “The ugly duckling”, “Anywere I wander”, “Fantasy wedding
sequence”, “No two people”…
Y los fabulosos temas musicales de una banda sonora repleta de preciosas canciones
con letra y música de Frank Loesser…
…
y orquestaciones de Jerome Moross, genio musical que, seis años más tarde, nos
regalaría “Horizontes de grandeza”, una de la más grandes bandas sonoras de la
historia del cine.
“Iré
a las puertas de la ciudad, me dirigiré a la primera persona que vea y le diré: ¿Qué tal? Soy Hans Christian Andersen… Desde luego, pasaré por las puertas de
la ciudad y diré: Soy Hans Christian Andersen”
Tras
aparecer en diversos cortos cinematográficos y una película para la televisión,
Danny Kaye debutaba a toda pantalla en “Rumbo a Oriente” y ya había sido visto
también en “Un hombre fenómeno”, “El asombro de Brooklyn”, “La vida secreta de
Walter Mity”, “Nace una canción”, “El inspector general” y “En la costa azul”…
…
antes de presentarnos a su maravilloso, fabuloso, mágico Hans Christian
Andersen, sin duda alguna la interpretación más entrañable de toda su carrera. Un
personaje de cuento que, realmente, parecía escrito para él.
Samuel
Goldwyn elegía, en un principio, a Moira Shearer para el personaje de Doro, la principal bailarina de esta historia. Moira, finalmente, se retiraba del proyecto al
descubrir que estaba embarazada...
Y así le llegaba la feliz ocasión a la bailarina francesa Zizi Jeanmaire, quien en 1949 había conseguido una enorme y exitosa popularidad gracias a su protagonismo en el ballet de la londinense producción de “Carmen”. Tras “El fabuloso Andersen”, Jeanmaire intervenía también en otros títulos cinematográficos…
Y así le llegaba la feliz ocasión a la bailarina francesa Zizi Jeanmaire, quien en 1949 había conseguido una enorme y exitosa popularidad gracias a su protagonismo en el ballet de la londinense producción de “Carmen”. Tras “El fabuloso Andersen”, Jeanmaire intervenía también en otros títulos cinematográficos…
…
y en 1954 contraía matrimonio con el bailarín y coreógrafo Roland Petit, quien aparecía también en
“El fabuloso Andersen” como el príncipe del ballet de “La sirenita”.
El
actor estadounidense Farley Granger daba vida a Niels, el marido de Doro. Granger debutó en la
gran pantalla en 1943 dirigido por Lewis Milestone en “La estrella del norte” y
ya había trabajado también a las órdenes de Alfred Hitchcock en “La soga” y
“Extraños en un tren”, de Nicholas Ray en “Los amantes de la noche” o de Mark Robson
en “No quiero decirte adiós”.
Y
el extraordinario John Qualen interpretaba al Burgomaestre. En el cine desde
1931, Qualen ya llevaba tras de sí infinidad de clásicos cinematográficos como
“Contrastes”, “La reina de Nueva York”, “Luna nueva”, “Las uvas de la ira”,
“Hombres intrépidos”, “El libro de la selva”, “Casablanca” o “El capitán Kidd”…
Sencillamente magistral.
Completaban
el fabuloso reparto, entre otros, Joey Walsh (Peter), John Brown (maestro), Peter Votrian (Lars), Philip
Tongue (Otto) o Jeanne Lafayette (Celine).
EDITOR:
“Hans, si escribe alguno de esos cuentos del mismo modo que se los cuenta a los
niños, los imprimiré. Y le pagaré por ellos”
HANS:
“Casi no lo puedo creer. ¿Cuándo estará en el periódico?”
EDITOR:
“Mañana”
HANS:
“¿Mañana?”
EDITOR:
“Y pondrá Hans Christian Andersen, todo el día de mañana”
HANS:
“Todo el día…”
“El
fabuloso Andersen” fue candidata a los Premios Oscar en las categorías de
mejor fotografía, dirección artística, diseño de vestuario, banda sonora
original, canción original (la maravillosa “Thumbelina”) y sonido.
También
fue nominada en los Globos de Oro como mejor película y mejor actor (Danny
Kaye).
“Eres
Hans Christian Andersen… Contarás cuentos, escribirás cuentos e incluso los
cantarás…
Siempre, siempre, siempre”
7 comentarios:
Recuerdo haberla visto pero hace mucho, mucho tiempo. Solo recuerdo cuando se queda encerrado en una habitación y no puede ver la representación de uno de sus cuentos, pero se la imagina. ¿O esto es de otra película?.
Me pasa como, Cahiers...vi la película en Sesión de Tarde, y sería el año 1978, seguramente...recordaba la canción de I'm Christian Andersen...y lo mismo me animo a buscarla y verla 35 años despues...
Por cierto, me encantan los cuentos clásicos infantiles...y es que ahí hay mucha miga, mucho saber arcano, misticismo y esoterismo por doquier, me has dado una idea para una próxima entrada!!
Estupenda doblete de Danny Kaye en La gran pantalla!
Muchas gracias, Tirador. Me sigue asombrando la agenda que llevas en tu cabeza con las fechas de tus visionados peliculeros, y debería estar ya acostumbrada... Mirátela de nuevo pero no con ojos del adulto (espero) que eres ahora, que esta película no cuadra con eso, sino como si fuera eso mismo que dices tú, un cuento clásico infantil. Y precioso.
Me alegra haberte dado una idea para una próxima entrada, ya me pondrás entonces en los agradecimientos :-)
¿Recuerda Tirador qué día de mes era y lo que desayunó ese día?
Cahiers, si fue en Sesión de Tarde seguro que se estaba merendando ya sus tostadas con mantequilla y Nesquik... lo estoy viendo.
Yo como Tirador: la ví en Sesión de Tarde y me acordaba del I'm Christian.. Y si él dice que fue en el 78, así sería. Y la canción de Copenhague la conozco muchííísimo, pero no la ubicaba en esta peli.
Vaya año que lleva Danny, oye..
Claro, Alicia, como que es su año de centenario, qué menos que recordar también a Andersen, que también es él... La de Copenhague es preciosísima.
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