En 1933, Fred Astaire bailaba para
nosotros “Music makes me”, un tema compuesto por Gus Kahn, Edward Eliscu y
Vincent Youmans y coreografiado por Dave Gould para la película “Volando hacia
Río de Janeiro” (Flying down to Rio), segunda de Astaire para la gran
pantalla y primera en la que aparecía con Ginger Rogers, su mítica pareja de
baile.
“Sombrero de copa” (Top Hat) (1935)
nos ofrecía otro inolvidable clásico de Astaire, “Top hat, white tie and tails”, tema compuesto por Irving Berlin para esta película y coreografiado por
Hermes Pan y el propio Fred Astaire.
Un año más tarde, Fred nos regalaba
otro número musical antológico, “Bojangles of Harlem”, tema compuesta por
Dorothy Fields y Jerome Kern con coreografía de Hermes Pan para la película “En
alas de la danza” (Swing time) (1936).
Astaire nos enseñaba a tocar la
batería, bailando e impecablemente vestido, en “Nice work if you can get it”, tema
compuesto por George Gershwin con coreografía de Hermes Pan y el propio Fred Astaire
para la película “Señorita en desgracia” (A damsel in distress) (1937).
Y en el número musical “Since they turned Loch Lomond into swing”, compuesto por Irving Berlin para la película de
1938 “Amanda” (Carefree), aprendíamos con Astaire, y con la coreografía de
Hermes Pan, a jugar al golf con estilo, con mucho estilo.
En 1940, Fred Astaire, y de nuevo la
coreografía de Hermes Pan, nos dirigía toda una orquesta bailando, cómo no, al
mismo tiempo, en el número musical “Poor Mr. Chisholm” compuesto por Bernard
Hanighen e interpretado por la Artie Shaw’s Band para la película “Al fin solos” (A second chorus).
Ese mismo año, en “La nueva melodía
de Broadway” (Broadway Melody of 1940), Astaire nos maravillaba bailando, y al
piano, con “I’ve got my eyes on you”, un precioso tema compuesto por Cole Porter y coreografiado por Bobby Connolly.
“March Milastaire (A-Stairable Rag)”
se asomaba en 1941 a la película “Desde aquel beso” (You’ll never get rich). Impecable
tema musical compuesto por Cole Porter que, a través de una coreografía de Robert
Alton, nos ofrecía uno de los más grandiosos números musicales de Fred Astaire.
A través de “Audition Dance” una
recopilación de diversos temas musicales interpretados por la orquesta de
Xavier Cugat en la película “Bailando
nace el amor” (You were never lovelier) (1942),
admirábamos la versatilidad de Fred Astaire en un baile coreografiado por él
mismo y por Nicanor Molinare.
En 1942 se estrenaba en las
pantallas “Holiday Inn”, película donde aparecía “Let’s say it with fire crackers”, un maravilloso tema compuesto por Irving Berlin que, con coreografía
de Sam Ledner, nos regalaba otro de los más insuperables bailes de Fred
Astaire.
En “Cielo azul” (Blue Skies) (1946),
Astaire bailaba al compás de “Puttin’ on the Ritz”, clásico compuesto por
Irving Berlin en 1930 con coreografía de Hermes Pan. Otro número musical
antológico.
De nuevo la coreografia de Hermes
Pan y la maravillosa composición de 1919 de Irving Berlin creaban en 1946 “A pretty girl is like a melody”, otro de los números musicales de la película “Cielo
azul”. La elegancia de Fred Astaire hacía el resto.
Charles
Walters y Fred Astaire coreografiaban en 1948 “Drum crazy”, un encantador
número con música de Irving Berlin que aparecía en la película “Desfile de
Pascua” (Easter Parade).
“Let’s dance”,
estrenada en 1950, nos obsequiaba
con el número "Piano dance", con música de Tommy Chambers, Van Cleave y Fred
Astaire, coreografía de Hermes Pan y un exquisito baile protagonizado por
Astaire.
“Sunday jumps” se nos presentaba
como uno de los principales números de “Bodas reales” (Royal wedding) (1951). Tema
compuesto por Burton Lane que nos ofrecía la elegancia de Fred Astaire a través
de una coreografía de Nick Castle.
En estas mismas “Bodas reales” nos
encontrábamos también con otro gran número musical, “You’re all the world to me”, tema
compuesto por Burton Lane y Alan Jay Lerner en 1934 y coreografiado por Nick
Castle en el que Fred Astaire bailaba, literalmente, por las paredes... y por
el techo.
“Papá, piernas largas” (Daddy long
legs) (1955) volvía a mostrarnos a Astaire bailando al compás de
una batería. El nombre del número musical era “History of the beat”, el
compositor, el magnífico Johnny Mercer, y la coreografía corría a cargo de
David Robel y el propio Fred Astaire.
Cole Porter componía en 1957 el tema
musical “The Ritz roll and rock” para la película “La bella de Moscú” (Silk
stockings). Y Fred lo bailaba para nosotros a través de una coreografía de
Eugene Loring y Hermes Pan.
En 1968, Astaire ponía el broche de
oro a su carrera cinematográfica como bailarín siendo dirigido por Francis Ford
Coppola. La película se llamó “El valle del arco iris” (Finian’s rainbow) y en
ella Fred nos regalaba un encantador baile al son del tema “When the idle poor become the idle rich”, compuesto por E. Y. Harburg y Burton Lane y coreografiado
por Hermes Pan.
Y el 10 de Noviembre de 1970, Fred
Astaire era invitado al show televisivo de Dick Cavett. Dick le preguntó entonces
si aún bailaba y Fred, a sus 71 años de edad, le demostró que, bueno, seguía siendo Fred Astaire.
Genio, elegancia y figura.
A Fred Astaire
Genio, elegancia y figura.
A Fred Astaire
¡Y a Clementine, y a Clementine!
20 comentarios:
Mi abuela, que siempre confundía en las películas a los buenos con los malos, decía "Qué feo es, pero que bien baila".
Nadie puede negar que este tipo de películas no tienen argumentos origianles o que nos sorprendan. Todos sabemos lo que ocurrirá a continuación, pero aún así la vemos únicamente por maravillarnos cada vez con el gran Fred Astaire, la elegancia personificada en el baile.
Saludos.
A Clementine, por supuesto. Elegancia como ninguno. Fred Astaire era sinónimo de clase. Esto lo distinguía y diferenciaba, por ejemplo, de Gene Kelly. No es que Kelly no tuviera elegancia pero su baile era más..."físico" Qué recuerdos de coreografías. Me entusiasma la de "Nice work if you can get it" con la batería y en general todas las de "Amanda". Como canción me quedo con la principal de "Top hat" de la que, por cierto, la Pasadena Roof Orchestra realizó una gran versión. Besos Clementine.
Pues no le quito razón a tu abuela, Cahiers, en lo referente a Astaire. Pero ni me quiero imaginar cómo vería ella “El bueno, el feo y el malo”...
Manderly, los que vemos una y otra vez estos musicales no lo hacemos precisamente por el argumento. En estos casos es lo que menos nos importa, y con mucha razón. Saludos.
A Clementine, Marcos, no podía ser de otra manera. Para que te hagas una idea muy clara, Fred Astaire es mi Henry Fonda del musical. No sé si como bailarín es el mejor, para mí es perfecto. Pero está claro que sí es el más elegante y a mí la elegancia me puede, se me destaca por encima de todo lo demás. La escena de la batería es impresionante. Tomo nota de la versión de la Pasadena Roof Orchestra, viniendo el apunte de ti seguro que me conviene. Besos, Marcos.
Sí, señor, o mejor dicho sí señora. Qué elegancia la de Astaire, y eso que por más que miro y remiro, leo y releo, y no encuentro el Dancing in the dark, de las Melodías de Broadway 1955...que es la quintaesencia de la elegancia ¿o no?
Amigo, “Dancing in the dark” es con pareja y menuda pareja Cyd Charisse, tú lo has dicho, la quintaesencia de la elegancia. Los bailes de Astaire con distintas parejas bien requieren una entrada propia y la tendrá, vive Dios.
En ésta en la que estamos falta su “I won’t dance” en solitario de “Roberta”, su “I wanna be a dancin’ man” de “La bella de New York”, su “Shoes with wings on” de “Vuelve a mí”... Pero no los he encontrado como Fred manda. Sí, Tirador, tengo hecho un máster... del universo sobre Fred Astaire. Pregunta, pregunta a mis familiares más allegados si les suena este bailarín de algo....
Pues mira, Clementine, al leer tu último comentario, te pregunto, te pregunto...¿Qué te parece el Fred Astaire como actor en no musicales? No hace tanto lo vi en "La misteriosa dama de negro" y estaba estupendo...y además se movía con tal soltura, que pareciera que fuera a bailar...elegancia sin baile y saber estar sin música.
Un beso, amiga mía!
Bueno, evidentemente era muchísimo mejor como bailarín que como actor, pero no creo que fuera tampoco de los que incordiaban demasiado como tal. Y, como bien dices, su elegancia y su saber estar le compensaban con creces sus limitaciones como actor. Aparte de esa que citas, también estaba muy discreto en “La hora final” y “El coloso en llamas”. Y en una película que ponían todas las Navidades (no sé si te acordarás) que se llamaba “El hombre vestido de Santa Claus”. Ah, y en “El regreso de la banda invencible”, un western donde Astaire hacía de ¡vaquero! y compartía reparto, entre otros, con Walter Brennan. Si no la conoces te la recomiendo porque es muy simpática. ¡Otro beso, amigo mío, un placer contestar a tus preguntas!
Mi padre era un fan declarado de las películas de Fred Astaire en especial de "Sigamos la flota" con aquella preciosa canción "Let´s Face the Music and Dance" que Woody Allen homenajeaba en "La rosa púrpura del Cairo" en aquella escena con Mia Farrow llorando en el cine ¡la de pañuelos que vi sacar entre la platea! De niño vi "Bodas reales" y me quedé embobado con aquel número de Astaire bailando mientras esafiaba la ley de la Gravedad. Besos. Borgo.
Muy buen gusto entonces el de tu padre, Miquel, "Let's face the music and dance" es una canción maravillosa. Pero la escena que homenajea Woody Allen en "La rosa púrpura..." es "Cheek to cheek" de "Sombrero de copa". Ya lo sé, Miquel, resulto un poco Pitagorín pero es que, como le he dicho al Tirador, tengo hecho un máster en Fred Astaire... y en "La rosa púrpura..." también. Besos, Borgo.
Toda la razón, Clementine: era "Cheeck to Cheeck", esto del cambio de piso me ha agotado las neuronas. Muchos besos. Borgo.
Pues si tú tienes agotadas las neuronas, Miquel, no sé en qué nos quedamos los demás... Muchos más besos para ti, Borgo.
Me encantan los musicales y si alguna vez me apuntara a un curso de baile sería a claqué en un intento de parecerme a Fred Astaire y a Gene Kelly.
Un buen homenaje a Fred.
Besotes,
Gracias, A-B-C, y qué bien verte por aquí de nuevo. Pues yo me apuntaría contigo, siempre he querido ser Fred Astaire, así sin más, para pasarme la vida bailando como él con esas músicas tan maravillosas de fondo. Más besotes para ti.
Huy sí, sí, como familiar confirmo que Fred y tú siempre mantuvisteis un estrechísimo vínculo.
Tanto como para no distinguir bien si él llega o no a ser familiar mío en algún grado.
Qué piernas, Cyd Charisse (como decía mi madre...)
Bueno, pues confirmado queda, Alicia. Qué piernas, Cyd Charisse digo, y que cara, qué cuerpo, qué elegancia, qué manera de bailar... Qué todo.
Mi apellido de hoy es el ruido que hace un zapato recubierto de la placa metálica que se le pone al calzado especial para bailar claqué.
Poco o nada se puede añadir a tu post, así que sólo comentaré una curiosidad: ¿sabías (seguro que sí) que la primera película que mencionas ("Flying down to Rio")fue una de las tres que inauguraron la categoría de Oscar a la Mejor Canción? Era el año 1934, y nominaron la canción "Carioca". No ganó el premio, ni la bailaba Fred Astaire, pero oye, tiene ese honor.
Por si alguien quiere escucharla: http://dai.ly/dFzMTc
Ya.
Bonito apellido, Clap, y bien sonoro. No, no sabía que fue una de las canciones que inauguraron esa categoría. Pero "Carioca" sí la bailó Fred Astaire y con la Rogers, claro, en esta película, la primera que hicieron juntos y en la que aún no eran protagonistas, era la pareja secundaria. Eso sí, el baile "Carioca" fue el primero de tantos suyos que popularizaron, aquí está:
http://www.youtube.com/watch?v=y1oYTVzmx_0
Tuvo muchísimo éxito entonces (y no me extraña) y, por lo visto, lo bailaba luego todo el mundo.
Me alegro mucho de que Fred siga teniendo entusiastas. No tengo la menor idea de que hubiese sido mi infancia, sin los discos de la RCA que tenía mi madre, donde se amontonaban temas de Gerswing, Berlin, R & Hamerstein, Porter y otros que yo identificaba con las películas de Fred Astaire. Pero este es un mundo sin clase, insensible y crudo. La elegancia ha muerto... viva Fred donde quiera que esté.
Hola, Pablo, muy bienvenido. Lo mío con Fred Astaire va más allá del entusiasmo, desde que tengo uso de razón además. Me transporta directamente a otro mundo cuando le veo bailar, me quedo como hipnotizada. Y si ya le añades esa maravillosa música de fondo que siempre le acompañaba, que es mi música favorita además, pues la perfección es completa.
Sí señor, viva Fred donde quiera que esté... y seguro que bailando. Un saludo.
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