“Necesitamos el concurso de todos, de pobres y de
ricos, porque para la caridad no hay fronteras. Toda la ciudad debe sumarse a
nuestra campaña ‘Cene con un pobre’. Que por una noche seamos todos hermanos, que por una
noche los duros de corazón sean generosos, que por una noche cenen los pobres…”
El
20 de Octubre de 1961 tenía lugar el estreno de “Plácido”,
uno de los más grandes títulos de nuestra cinematografía.
Producción
de Alfredo Matas para Jet Films, “Plácido” contaba con una impecable fotografía
de Francisco Sempere, responsable también de la imagen de otros clásicos de
nuestro cine como “Calabuch”, “Los Jueves, milagro” o “El pisito”, y con la
música original de Miguel Asins Arbó, de cuyo arte ya habíamos disfrutado en
“El cochecito” y volveríamos a hacerlo después en “El verdugo”.
Y
también contaba “Plácido” con un exquisito guión firmado por Luis García
Berlanga y Rafael Azcona, responsables también de la idea argumental, en
colaboración con José Luis Colina y José Luis Font.
“Tenemos que arreglar mi asunto, usted me ha
prometido hablar con el notario…”
Casto
Sendra “Cassen” era para nosotros un excepcional Plácido Alonso en su primera
intervención para la gran pantalla, aunque ya era conocido como actor cómico de
teatro, radio y televisión.
“¿Se acuerda de mí? Soy el hijo de Quintanilla, el de
la serrería…”
El
genuino Gabino Quintanilla nos llegaba a través de un genial José Luis López
Vázquez, imprescindible actor de nuestro cine que ya había trabajado anteriormente
a las órdenes de Berlanga en “Novio a la vista” y “Los Jueves, milagro”.
“Te he dicho que tengo que ir a repartir las cestas,
hombre…”
Y
Manuel Alexandre, otro grande de nuestra escena, daba vida
magistralmente a Julián, el hermano de Plácido. A Alexandre ya le habíamos
visto también en otros títulos de Berlanga como “Bienvenido, Mr. Marshall”,
“Calabuch” o “Los Jueves, milagro”.
Elvira
Quintillá era Emilia, la mujer de Plácido. Elvira también había participado ya en
“Bienvenido, Mr. Marshall” y en otros títulos hoy ya clásicos de nuestro cine.
“No tengo nada, siempre estáis pidiendo. Y sois
vosotros los que me tenéis que dar a mí…”
Y
el abuelo de la familia, padre de Emilia, nos era presentado a través de José
Álvarez “Lepe”, estupendo y veterano actor al que ya habíamos conocido como Don Lucas en
“El cochecito”.
“Calma, calma. Usted se dedica al transporte, según
tengo entendido. Bien, entonces transporta usted al finado, se le indemniza y
felices pascuas”
No
podía faltar en este reparto Agustín González, un excelente Álvaro Gil. Muy
grande Agustín.
“Pascual, Pascual, ¿no me oyes? Soy yo, tu Concheta,
que nos van a casar…”
Ni
Julia Caba Alba, una maravillosa Concheta. Julia también había sido ya dirigida
por Berlanga en “Novio a la vista”.
“Mi pobre se
llama Ricardo Guerra...”
O
nuestro entrañable José Orjas, aquí espléndido y cuándo no, como el notario.
Y
completaban un más que redondo reparto Amelia de la Torre, José María Caffarel,
Fernando Delgado, Félix Fernández, Erasmo Pascual, Julia Delgado Caro, Luis
Ciges, Antonio Ferrandis, Amparo Soler Leal, José Gavilán… Total nada.
Una
campaña ideada por el régimen franquista bajo el lema “siente un pobre a su
mesa”, con el fin de hacer crecer en el pueblo un sentimiento de caridad
cristiana, fue el verdadero origen de “Plácido”. Y, precisamente, “Siente un
pobre a su mesa” iba a ser en un principio el título de la película, cosa que
no permitió la censura de la época.
Luis
García Berlanga ya había tenido anteriormente que hacer frente a los problemas
con la censura tras el estreno de “Los Jueves, milagro” (1957). Dos años
después escribía junto a Rafael Azcona el guión del mediometraje “Se vende un
tranvía”, extraordinaria primera colaboración entre estos dos genios.
Antes
de su estreno, “Plácido” tuvo que pasar el examen de la Junta de Clasificación
y Censura de la Dirección General de Cinematografía y Teatro. Finalmente, se
estrenó con gran éxito de crítica y con una buena acogida por parte del público.
Entre otros premios y nominaciones, fue candidata al Oscar a la mejor película
extranjera y a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Hoy es, por derecho propio, uno de nuestros mejores clásicos cinematográficos.
“… Porque en esta tierra ya no hay caridad.
Y nunca la ha habido y nunca la habrá”
19 comentarios:
La vi por recomendacion de una amiga bloggera Manderly y me encantó, esa sátira esta bien plasmada y hace del film muy disfrutable.
Un saludo.
Toda una obra maestra del cine español. Una vez más Berlanga nos muestra cine del bueno y muestra su crítica hacia la sociedad de entonces.
Genial desde los título de crédito!
Un saludo.
PD:¿Por qué no nos muestran este tipo de películas en ese programa llamado Cine de Barrio que tanto se repite??
Una que estaría entre mis diez películas favoritas. Siempre me pareció soberbia esa capacidad de poner en escena a varios personajes, cada uno hablando de los suyo, sin romper el ritmo argumental. Y no se olvide de cocinar con una olla Cocinex. ¿Era Cocinex?. No estoy muy seguro. Respecto al comentario de Manderley, Cine de Barrio debe tener alguna cláusula por la que se compromete a no poner cine de calidad.
Seguramente mi película favorita del cine español Soberbia. Me parece increíble que pudiera sortear la censura. Como bien dice Manderly, toda una crítica a la sociedad de entonces y su moralidad. Las secuencias de la adjudicación de pobres en el ateneo, el desfile y el entierro, o la muerte del pobre y el trajín que se traen con él son para quitarse el sombrero.
Qué grande está López Vázquez como Quintanilla y Amelia de la Torre borda su papel. A Agustín González casi no lo reconozco tras esas gafas y tan joven.
Me ha encantado!
Besos
Buena recomendación de Manderly, sin duda, Daniel.
Una auténtica obra maestra, Manderly. Pues me temo que será porque estas películas le dan a Cine de Barrio menor audiencia que las que ponen una y otra vez. Una pena.
Me la acabo de ver, una vez más, y sí, Cahiers, era Cocinex.
Me alegro, Roberto. Están genial todos, menudo plantel de actores había entonces.
Saludos, ilustres cinéfilos.
Muy bueno el cartel de Summers en su faceta de dibujante. Mi padre actuó de extra en esta película que se filmó en Igualada, fue duro porque alcanzaron entonces récords de bajas temperaturas. Es una indiscutible obra maestra pero yo me quedo con el personaje de mendigo comilón de Luis Ciges, uno de mis secundarios preferidos. Y esta Navidad, ya saben: "Sienten a un pobre en su mesa". Besos. Borgo.
A mí siempre me ha encantado ese cartel, Miquel y menuda suerte la de tu padre de haber participado en esta película. Ciges era también muy grande, este pobre suyo en concreto no tiene desperdicio, realmente lo borda. Besos, Borgo.
Si en anteriores entradas hablaba de Fernán Gómez como el hombre total de nuestro cine, mi director sería sin duda Berlanga, con esa docena de obras maestras que nos regaló a lo largo de su carrera.
Ésta es fabulosa, con ese surrealismo tan hispano, tan de Azcona, tan de la otra generación del 27.
Alguna vez hice referencia en el blog de Cahiers como a mediados de los 90 hubo un curso de la Universidad de Verano en Motril sobre cine español, y como guinda final una charla coloquio entre Bardem y Berlanga. El maestro me firmó mi Placido, edición VHS, mientras me comentaba socorrón, que no la visionara demasiado, porque entonces me daría cuenta que no es ninguna obra maestra, ni nada parecido, para a continuación coquetear con las azafatas, que en realidad era lo que más le interesaba del evento.
¡Genio y figura!.
El Berlanga de esta época es, como dirías tú, glorioso, y ya haciendo piña con Azcona para qué queremos más. Supongo que tendrás enmarcado ese VHS de "Plácido", Tirador, menudo documento...
Otra joya de nuestro cine, Clementine. Me encanta J.L. López Vázquez (como siempre) y el papelón de Cassen que está estupendo. Besos.
Otra joya, Marcos, de lujo además. López Vázquez y Cassen tienen aquí escenas antológicas. Más besos para ti.
No la he visto, la apunto. Especialmente tras leer sobre las curiosidades sociohistóricas que rodearon a la película. Echo de menos más cine clásico en las pantallas, grandes y sobre todo, chicas.
Gracias Clementine
A ti, A-B-C. No te la pierdas, es de lo mejor del cine español.
pues claro que está el patio animado, y es por estas entradas a lo Broadway que haces. Te lo digo por si tenías alguna duda.
Pedazo de peliculón y de repartón.
Ala, ya me callo
Gracias, Alicia, gracias. Con este material no puede salir nada malo.
Qué gustazo de peli, como Los jueves, milagro, Bienvenido Mr. Marshall, El verdugo.....Hay que reivindicar nuestros grandes clásicos porque los tenemos y muy buenos. Me sumo a la propuesta de la amiga Manderly!!!
Besos
Sí, cinéfilo deWitt, hay que reivindicarlos. Y por aquí se irán asomando todos ellos. Y tú, seguro. Más besos.
Qué época, qué ingenios, qué genios, qué pisitos, qué verdugos, qué atracos, qué cochecitos, qué asesinos, qué alcaldes, qué motocarros. Qué difícil encontrar hoy comedias de ese nivel, y no soy yo precisamente un nostálgico. Oh, no, no lo soy, no.
Hay películas que te dejan grabadas ciertas escenas y frases, y si eres medio imbécil, y creedme que es mi caso, te las aprendes y las repites cuando crees que viene al caso. Yo, cuando organizo una cena para más de cuatro personas, suelo decir: “¡Déjese de besugo! ¡Perdiz escabechada, foie gras, jamón en dulce! ¡Hoy vamos a comer a la moderna, como los americanos!” Y alguna gente me mira sin entender nada, a pesar del trémolo que añado a mi voz.
Porque no han visto "Plácido".
Y qué comentario, Jose Alonso Quintanilla, qué lujo.
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