martes, 29 de noviembre de 2011

Elegancia en la pantalla clásica


Henry Fonda apareció en tres películas basadas exclusivamente en batallas de la Segunda Guerra Mundial: “El día más largo” (1962), “La batalla de las Ardenas” (1965) y “La batalla de Midway” (1976). En su filmografía también hay tres títulos donde su personaje es acusado de un crimen: “Sólo se vive una vez” (1937), “Let us live” (1939) y “Falso culpable” (1956).


La valoración que le hicieron a Fred Astaire en su primera prueba para la pantalla decía más o menos: “No sabe actuar. No sabe cantar. Se está quedando calvo. Sabe bailar un poco”. Más adelante, sus piernas fueron aseguradas por un millón de dólares.


El apellido artístico de Lauren Bacall corresponde al de su madre de soltera pero con una “l” añadida. Los más cercanos a ella la llaman por su nombre real, Betty. Su autobiografía “Por mí misma” (By myself) obtuvo el National Book Award en 1980.


Para el mundillo del cine, C. Aubrey Smith era casi más conocido como el capitán del equipo del Club de Cricket de Hollywood. Aunque dicho club no fue particularmente exitoso en el campo, sí contaba con un gran número de actores británicos de la época.


Louis Jourdan interpretó en teatro “Gigi”, a la edad de 63 años, dando vida al mismo personaje que hizo Maurice Chevalier, a la edad de 70, en la versión cinematográfica de dicho musical.


Tras “Sola en la oscuridad” (1967), le fueron ofrecidos a Audrey Hepburn los papeles protagonistas de “Adiós, Mr. Chips”, “Nicolas y Alejandra”, “El exorcista”, “Alguien voló sobre el nido del cuco”, “Un puente lejano” y “Paso decisivo”, pero ella decidió retirarse para cuidar de sus hijos.


El excelente trabajo cinematográfico de Charles Bickford no fue premiado nunca con un Oscar, aunque él sí estuvo nominado en tres ocasiones como mejor actor secundario. Curiosamente, en estas tres ocasiones sí obtuvieron el galardón las actrices principales de esas tres mismas películas: Jennifer Jones por “La canción de Bernadette” (1943), Loretta Young por “Un destino de mujer” (1947) y Jane Wyman por “Belinda” (1948).


Ian Fleming recomendó a David Niven para el personaje de James Bond en “Agente 007 contra el Dr. No” (1962) pero el productor Albert R. Broccoli le consideró demasiado mayor para ese papel. En la novela escrita por Ian Fleming “You only live twice” hay una referencia a David Niven. Tres años después de la publicación de este libro, David interpretó a Bond en “”Casino Royale” (1967).


“La angustia de vivir” (1954), película por la que Grace Kelly obtuvo el Oscar, fue ofrecida en un principio a Jennifer Jones. Kelly esperaba volver a la actuación como protagonista de “Marnie, la ladrona” (1964) pero Mónaco no quería que su princesa interpretara a una ladrona y tuviera además un romance con Sean Connery.


Durante la guerra civil española, Alberto Closas se fue con su familia a Buenos Aires. Estudió en la Escuela de Arte Dramático de Margarita Xirgu, debutando en Argentina en la gran pantalla y volviendo a España en 1955 para trabajar en el cine y el teatro.


Vittorio Gassman estudió teatro en su juventud, debutando en los escenarios en 1943 y sintiéndose muy pronto familiarizado con las obras clásicas. En 1956 dirigió una versión cinematográfica de la obra “Kean” como un homenaje a su pasión por el teatro.


A la edad de 12 años, Cyd Charisse fue apuntada por sus padres a unas clases de baile en la escuela de Hollywood. Uno de los profesores era el bailarín Nico Charise, que se convertiría más adelante en su marido. En 2006, Cyd fue  galardonada en Washington D.C. con la Medalla Nacional de las Artes por su contribución a la danza.


El nombre real de Alfredo Mayo era Alfredo Fernández Martínez. Nacido en Barcelona, entró a los 18  años en la compañía de teatro de Ernesto Vilches, debutando en el cine en 1935 y convirtiéndose con el tiempo también en una figura importante de nuestra pequeña pantalla.


William Powell llevaba en los escenarios desde 1912, pero tendrían que pasar diez años más antes de comenzar su carrera en la gran pantalla. Aunque él y Carole Lombard se divorciaron en 1933, mantuvieron su amistad hasta la muerte de ella en 1942.


Kim Novak nació en Chicago con el nombre de Marilyn Pauline Novak. Su primer trabajo fue como modelo, ganando más adelante una beca en una escuela de modelos que le llevó a decidirse a probar suerte en Los Ángeles.


A mediados de los años 60, Lee Van Cleef había abandonado su carrera como actor para dedicarse a la pintura cuando fue requerido por Sergio Leone para “La muerte tenía un precio” (1965). Esta película le convirtió en una estrella en Europa, reiniciando también el actor con gran éxito su carrera cinematográfica en Estados Unidos.


Antes de dedicarse a la actuación, Richard Farnsworth fue especialista de cine durante un largo período de 40 años. Fue doble de acción de Kirk Douglas, Henry Fonda, Montgomery Clift, Steve McQueen o Roy Rogers. Al preguntarle el crítico de cine Roger Ebert de qué estaba más orgulloso con respecto a su carrera, Farnsworth respondió que del hecho de no haber dicho una sola palabra malsonante en sus más de 60 películas.


Deborah Kerr consiguió con su papel en “De aquí a la eternidad” (1953) (que en un principio iba destinado a Joan Crawford) quitarse de encima el estereotipo propio de una dama al interpretar en esta película a una mujer adúltera. Esto le permitió ser considerada más versátil como actriz.


A pesar de sus títulos nobiliarios, Laurence Olivier se negaba a mantener una conversación con alguien que no se dirigiera a él como “Larry”. El escritor John Steinbeck señalaba su actuación como Otelo en el National Theatre de Londres como la más grande interpretación teatral que jamás había visto.


Cary Grant rechazó los papeles protagonistas de “Vacaciones en Roma” (1953) y "Sabrina" (1954) por su diferencia de edad de 25 años con Audrey Hepburn. Cuando en 1963 le fue ofrecido protagonizar “Charada” (1963), exigió que en el guión quedara claro que era el personaje de Audrey quien le perseguía a él y no al revés. Además, añadió una serie de bromas irónicas con respecto a su evidente diferencia de edad.


Katharine Hepburn compartió cartel en “Adivina quién viene esta noche” (1967) con su sobrina real, Katharine Houghton, que en esta película hacía el papel de su hija. En 1985, Hepburn rechazó interpretar a Marila en la serie “Ana de las tejas verdes”, pero recomendó a Schuyler Grant, su nieta en la vida real, para el papel de Anne. Finalmente, Schuyler interpretó a Diane, su mejor amiga.


Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos
(Honoré de Balzac)

15 comentarios:

Manderly dijo...

La elegancia clásica… y ya perdida.
Ahora puede que haya elegancia pero no sé, es diferente.
Un saludo

A-B-C dijo...

Elegancia a más no poder... no esperaba encontrarme por aquí a mi queridísimo Richard Farnsworth inolvidable en Ana de las tejas verdes -en la que no sabía que aparece la nieta de K. Hepburn y, sobre todo, en Straight Story

Muy interesante artículo, post, entrada...

fossie dijo...

Buenas tardes Clementine!, como siempre geniales tus post.

Anda que con Fred Astaire no dieron ni una. Menos mal que no hicieron caso a lo que decían en su primera prueba.

No se que tiene David Niven pero siempre lo he considerado uno de los clásicos más elegantes aunque tal vez superado por Cary Grant o será que Cary Grant me agrada mas por tener un toque más cómico (La fiera de mi niña)

Matías dijo...

La elegancia, de las cosas que más me atraen de ese mundo que el ingenio del hombre ha sabido rescatar y al que llamamos cine.

Pepe Cahiers dijo...

Galería muy interesante. Alfredo Mayo, por ejemplo, en sus inicios parecía un actor bastante malo, hasta que llegó "La caza" y sobre todo "Cañas y barro" en donde estuvo realmente espléndido.

miquel zueras dijo...

Unos datos muy interesantes. Tengo debilidad por C. Aubrey Smith sobre todo cuando interpreta a un coronel retirado diciendo ¡Por San Jorge! cada dos minutos. La semana pasada lo vi en la versión de "Diez negritos" de René Clair. Besos. Borgo.

Marcos Callau dijo...

Muy bien por ALberto Closas, claro que sí! No suele ser muy recordado este magnífico y elegante actor. Me quedo con Cary Grant, también y por supuesto, ya sabes por qué, con David Niven. Besos.

deWitt dijo...

Qué maravilla de entrada, Clementine, repleta de curiosidades, muuuuchas curiosidades!!! Una de las que más me ha sorprendido es la de Crawford en "De aquí a la eternidad"??? Ufff, me cuesta "des-imaginar" a Kerr en ese papel!!

Y tienes un libro!!!! Está bien saberlo1 Enhorabuena!!

....algo más para poner en la carta a los Reyes Magos!

biquiños

Clementine dijo...

No, Manderly, de ésta ya no hay.

Gracias, A-B-C. Yo conocí a Farnsworth en “Ana de la Tejas Verdes” y ya me quedé con él para siempre, tiene mucho ángel este actor.

Buenas, Fossie, y gracias. Ya ves tú qué ojo con Fred Astaire. No creo que Niven sea menos elegante que Grant ni tenga un toque menos cómico. Si te pones “La mujer del obispo”, en la que comparten cartel, no sabes a cuál mirar.

Qué frase más elegante la tuya, Mr. Dupin, con la que estoy totalmente de acuerdo. A mí también es la elegancia una de las cualidades humanas que más me atrae.

Gracias, Cahiers. Sí, y lo mismo que a Mayo les pasó, por ejemplo, a Fernando Rey o a Amparo Rivelles.

Gracias, Miquel. Yo también tengo debilidad por Aubrey Smith, es de los que llenan la pantalla. ¿Ya te han encargado la portada de “Diez negritos”?

Alberto Closas tenía que estar aquí, Marcos, y cómo no. Eso, quédate con Cary Grant y, por supuesto que sé por qué, con David Niven. Tú ya sabes con quién me quedo yo, he dejado una pista muy clara en la entrada.

¡Gracias, deWitt, y con lo que te gusta a ti esto! A mí cuesta mucho más imaginarme a Joan Crawford en ese papel que “desimaginarme” a Deborah Kerr.
¡Y sí, tengo un libro! ¡Gracias por tu enhorabuena! ¡Pónlo, pónlo en tu carta!
Y para el año que viene igual te tienes que pedir otro, porque estoy escribiendo uno sobre Walter Brennan. Y me lo promociono yo misma aquí:

http://clementinelagranpantalla.blogspot.com/2011/01/virginia-weidler.html

y en la entrada que le dediqué al propio Brennan:

http://clementinelagranpantalla.blogspot.com/2011/03/walter-brennan.html

Asómate, asómate, y ve tomando nota para los próximos Reyes.

Besos a todos.

miquel zueras dijo...

Clementine: parece que hay algún problema con Penguin Books, propietarios de los derechos de esa novela pero quizás me den el visto bueno la semana que viene. Deséame suerte. Besos. Borgo.

Clementine dijo...

¡Mucha suerte, Miquel! ¡A por los diez negritos!

Alicia dijo...

Elegantísima entrada, se nota que sabes de lo que hablas cuando hablas de elegancia.
Norabuena

Clementine dijo...

Gracias, Alicia, elegante comentario también el tuyo.

Roberto Béjar dijo...

La elegancia sin duda es innata a la época dorada del cine, una cualidad que era inexcusable en el galán protagonista.

En cuanto a la elegancia femenina, me quedaría con las dos Hepburn, Katherine y Audrey, y con Lauren Bacall. Cada una representa un estilo de elegancia muy distinto entre sí.

Abrazos varios!

Clementine dijo...

Yo también me quedo con estas tres que citas, Roberto, añadiendo además a Grace Kelly, perfecta en todos los planos en los que salía. La verdad es que me quedo con todos los de esta entrada, sobre todo porque ya no se ve esta elegancia tan maravillosa. ¡Más abrazos para ti!