lunes, 25 de febrero de 2013

Maravillosas parejas de baile


Eleanor Powell y Fred Astaire nos deleitaban en “La nueva melodía de Broadway” (1940) con “Jukebox dance”, número musical compuesto el año anterior por Walter Ruick. Eleanor llevaba ya diez años apareciendo en la gran pantalla como bailarina y era ya merecidamente conocida como “la reina del claqué”. Fred había debutado en el cine en 1933 y hasta entonces había sido tan sólo visto como pareja de baile de Ginger Rogers.


En “Mary Poppins” (1964) Julie Andrews y Dick Van Dyke nos cantaban, y bailaban, el “Supercalifragilisticoexpialidocious” compuesto por los maravillosos hermanos Sherman. Julie conseguía fama mundial, y el Oscar a la mejor actriz, gracias a esta película. Dick ya era para entonces un rostro conocido de la pequeña pantalla y también había aparecido ya en el cine en dos musicales: “Un beso para Birdie” y “Ella y sus maridos”.


Bésame, Kate” (1953) reunía en “Why can’t you behave”, tema musical compuesto por Cole Porter, a Ann Miller y Tommy Rall, dos de los más imprescindibles bailarines del cine musical americano. Ann había ya aparecido en clásicos como “Damas del teatro”, “Vive como quieras”, “El hotel de los líos”, “Desfile de Pascua” o “Un día en Nueva York”. Tommy llevaba a toda pantalla desde 1942 con un total de once títulos cinematográficos entre los que se encontraban “La estrella del Norte” y “Ziegfeld Follies”. Y en 1954 le llegaba su gran oportunidad al dar vida a Frank Pontipee (Flor para la familia) en “Siete novias para siete hermanos”. Extraordinario bailarín Tommy Rall, extraordinario.


En 1963 Judy Garland y Mickey Rooney se reunían en "The Judy Garland Show". Judy y Mickey compartieron por vez primera cartel cinematográfico en “Thoroughbreds don’t cry” (1937), película a la que siguieron otras muchas como “Andy Harvey se enamora” (y otros títulos con Andy Harvey de protagonista), “Los hijos de la farándula”, “Armonías de juventud”, “Chicos de Broadway”, “Girl crazy”... Una pareja de leyenda del musical americano que en la vida real mantuvo en todo momento una estrecha amistad.


Marido y mujer desde 1954, Mel Ferrer y Audrey Hepburn bailaban en “Guerra y paz” (1956) al son de “Natasha’s waltz”, precioso tema compuesto para la película por Nino Rota. Elegantísima pareja de bailarines. Audrey había debutado en el cine en 1951 y ya había aparecido en “Oro en barras”, “Vacaciones en Roma” y “Sabrina”. Mel había sido ya visto en “Scaramouche”, “Lili” y “Los caballeros del rey Arturo”.


En “Just around the corner” (1938), Shirley Temple y Bill “Bojangles” Robinson nos cantaban, y bailaban, "This is a happy little ditty", un encantador tema musical compuesto por Harold Spina y Walter Bullock. Shirley ya había compartido pantalla, y baile, con el excepcional bailarín americano en “La pequeña coronela”, “Rebelde” o “Rebecca of Sunnybrook Farm”.


James Cagney y Bob Hope, dos leyendas de la historia del cine, nos maravillaban en la película “The seven little foys” (1955) con su genuina interpretación de “Mary’s grand old name”, tema compuesto por George M. Cohan, completísimo artista estadounidense a quien Cagney había dado vida, trece años atrás, en “Yanqui Dandy” (1942).


En "Damn Yankees!" (1958) Bob Fosse y Gwen Verdon nos regalaban “Who’s got the pain”, fantástico número musical compuesto por Richard Adler y Jerry Ross y extraordinariamente coreografiado por el propio Fosse. Gwen y Bob contrajeron matrimonio en 1960 y tres años después nacía su hija Nicole, con el tiempo también bailarina. La pareja se separaba en 1971 pero nunca llegaron a divorciarse. En la maravillosa “All that jazz”, el personaje protagonista estaba basado en Bob Fosse y los personajes de su mujer y su hija en las figuras de Gwen y Nicole.


Gene Kelly y Jerry (a través de la voz de la actriz Sara Berner) cantaban y bailaban para nosotros “The King who couldn’t dance”, precioso tema musical compuesto por Sammy Fain y Arthur Freed para la película “Levando anclas“ (1945). Gene llevaba en el cine desde 1942 y había sido ya visto en siete títulos cinematográficos. Jerry había debutado a toda pantalla, junto a su inseparable Tom, en “Puss gets the boot”, cortometraje dirigido en 1940 por Hanna-Barbera que fue nominado al Oscar. El simpático ratón llevaba ya tras de sí unos cuantos y geniales cortos cuando intervino en “Levando anclas”, su única aparición en un largometraje cinematográfico. Mágica, mágica escena.


Y terminamos con la misma pareja de baile con la que comenzamos este recorrido musical. Eleanor Powell y Fred Astaire de nuevo en “La nueva melodía de Broadway” (1940) pero esta vez bailando al son de “Begin the beguine”, maravilloso tema musical compuesto en 1935 por Cole Porter y, para muchos, la mejor escena de baile de la historia del cine. De cualquier manera, indiscutiblemente extraordinaria.

martes, 19 de febrero de 2013

20 años de Oscar en Canal+

La semana pasada disfruté en Madrid de una exposición de cine. Una exposición presentada por Casa de América y Canal+ el pasado 12 de febrero en la Sala Diego Rivera de Casa de América que se prolongará hasta el próximo domingo 24, día de entrega de los Premios Oscar en su 85 edición.


Cinéfila y artística exposición que, con motivo del vigésimo aniversario de la retransmisión de estos galardones a través del Canal+, recorre los últimos veinte años de presencia iberoamericana en los Oscar.

Recorrido que me dispongo yo ahora a compartir con todos vosotros, mis queridos espectadores de esta gran pantalla. Seguidme, seguidme.

And the Oscar (or nomination) goes to


Anthony Hopkins entregaba a Fernando Trueba el Oscar a la mejor película en habla no inglesa por “Belle Epoque” (1992). Dirigida por el propio Trueba, la película contaba con un guión de Rafael Azcona basado en una historia de Fernando Trueba, José Luis García Sánchez y el propio Azcona.


Casi veinte años después, Fernando Trueba era de nuevo nominado junto a Javier Mariscal, esta vez en la categoría de mejor largometraje de animación, por “Chico & Rita” (2010).


Carles Bosch, director junto a Josep Maria Doménech del documental “Balseros” (2002), se compraba estos zapatos para asistir a la ceremonia de los Premios de la Academia. Con un guión escrito por David Trueba y el propio Carles Bosch, “Balseros” fue nominado al Oscar al mejor documental.

 



Carteles, puñal y máscaras de “El laberinto del fauno” (2006), título dirigido por Guillermo del Toro que obtuvo el Oscar a la mejor fotografía, dirección artística y maquillaje.


“El laberinto del fauno” fue también nominada a la mejor banda sonora (firmada por Javier Navarrete), al mejor guión original  y a la mejor película
en habla no inglesa.

La exposición recoge también las partituras con anotaciones de Alberto Iglesias, nominado en tres ocasiones a los Premios de la Academia por “El jardinero fiel” (2005), “Cometas en el cielo” (2007) y “El topo” (2011).


El secreto de sus ojos” (2009), dirigida por Juan José Campanella, ganó para Argentina el Oscar a la mejor película en habla no inglesa.



Escrito y dirigido por Javier Recio Gracia, “The lady and the reaper” (La dama y la muerte) (2009) fue nominado al Oscar al mejor cortometraje de animación.




Fotografías originales, estatuilla y guión de “Mar adentro” (2004). Dirigida por Alejandro Amenábar, obtuvo el Oscar a la mejor película en habla no inglesa. También estuvo nominada al mejor maquillaje.


Javier Bardem en los Oscar. Nominado como mejor actor por “Antes que anochezca” (2000), Oscar como mejor actor de reparto por “No es país para viejos” (2007) y nominado como mejor actor por “Biutiful” (2010).


Escrita y dirigida por Claudia Llosa, “La teta asustada” (2009) fue nominada como mejor película en habla no inglesa.

Dirigido por Borja Cobeaga, “Éramos pocos” (2005) era a su vez nominado al Oscar al mejor cortometraje.



Cabeza de escayola utilizada en el rodaje de “Esposados” (1996). Bajo la dirección de Juan Carlos Fresnadillo, se convirtió en el primer corto en ser nominado al mejor cortometraje en los Premios de la Academia.


La guitarra que aparece en “7:35 de la mañana” (2003), corto dirigido por Nacho Vigalondo que también fue nominado al Oscar al mejor cortometraje.


Sombrero y vestido que llevaba Penélope Cruz en “Vicky Cristina Barcelona” (2008), título dirigido por Woody Allen por el que Penélope obtuvo el Oscar a la mejor actriz de reparto.

Y el traje con el que Pedro Almodóvar recogió el Oscar al mejor guión por “Hable con ella” (2002). Almodóvar ya había recibido la estatuilla a la mejor película en habla no inglesa por “Todo sobre mi madre” (1999).


El compositor uruguayo Jorge Drexler lucía este traje al recoger el Oscar a la mejor canción, “Al otro lado del río”, de “Diarios de motocicleta” (2004), película que estuvo también nominada a mejor guión.


Fotografías y cartel de “Secretos del corazón” (1997), precioso título español dirigido por Montxo Armendáriz que fue nominado al Oscar a la mejor película en habla no inglesa.


Y cerramos nuestro recorrido con “Los Miserables” (2012), título dirigido por Tom Hooper que ha sido nominado al Oscar en las categorías de película, actor principal (Hugh Jackman), actriz de reparto (Anne Hathaway), diseño de vestuario, maquillaje, canción original, diseño de producción y sonido.
Pues habrá que verla, que no será por falta de ganas...


En definitiva, una muy recomendada exposición de película que rinde un merecido homenaje a todos estos profesionales del cine que han sido bien reconocidos a lo largo de las últimas 20 ediciones de los Premios de la Academia.

Y  una bonita manera de celebrar los 20 años de Oscar en Canal+.

sábado, 16 de febrero de 2013

La fiera de mi niña

Una comedia frenética en la que están implicados Katharine Hepburn, Cary Grant, un  terrier, un leopardo, un esqueleto de brontosaurio y una excéntrica colección de chismosos de Connecticut
(Time)


El 10 de abril de 1937 aparecía publicado en el magazine Collier’s Weekly un relato corto escrito por Hagar Wilde que recibía por nombre “Bringing Up Baby”.


La RKO compraba esta historia pensando en Katharine Hepburn como protagonista. También se contaba con la propia escritora de este relato y con Dudley Nichols para convertirla en guión cinematográfico, así como con Howard Hawks, entonces con escasa experiencia en el género de la comedia pero ya con cierto prestigio como director de cine.

 “Dirigida con pericia por Howard Hawks, que mantiene toda la película al ritmo marcado por su estrella, ‘La fiera de mi niña’ se gana un sitio entre las comedias más destacadas del cine y es, con diferencia, la compilación de absurdos más divertida estrenada en lo que va de año
(Herbert Cohn, Brooklyn Daily Eagle)


Howard Hawks había debutado tras las cámaras en 1926 con “El camino de la gloria” y ya nos había dejado títulos como “Scarface, el terror del hampa”, “Ciudad sin ley”, “La comedia de la vida” o “Rivales”, codirigida esta última con William Wyler, otro grande.


El californiano Russell Metty llevaba a cabo la correcta fotografía de “La fiera de mi niña”, bien complementada con la dirección artística a cargo de Van Nest Polglase.


Y el neoyorkino Roy Webb firmaba su banda sonora. En el cine desde 1929, Webb llevaba ya tras de sí títulos tan clásicos como “Sueños de juventud”, “Los últimos días de Pompeya”, “La gran aventura de Sylvia”, “La osa mayor y las estrellas”, “Olivia” o “Damas del teatro”.


Banda sonora la de “La fiera de mi niña” que incluía “I can’t give you anything but love, Baby”, hoy ya mítica canción que fue compuesta en 1928 por Jimmy McHugh y Dorothy Fields y presentada ese mismo año en Nueva York por Adelaide Hall en la “Blackbird Revue” estrenada en Broadway.

Katharine Hepburn construye su papel de una manera sensible, testaruda, triunfalista, y con esa manera de ser ilógicamente serena que sólo puede ostentar la gente que ha recibido una muy buena educación. Sin la inteligencia de su interpretación, el público no habría comprendido al personaje y la hubiese odiado. Con su manera de interpretarlo, podemos aceptarla y quererla tal como es
(Otis Ferguson, The New Republic)


Katharine Hepburn había debutado en la gran pantalla a las órdenes de George Cukor en “Doble sacrificio” (1932) y llevaba ya en su carrera títulos como “Gloria de un día”, “Las cuatro hermanitas”, “Sueños de juventud”, “La gran aventura de Sylvia”, “María Estuardo” o “Damas del teatro”.

“He dicho buenos días
y le he preguntado si quiere un leopardo…”


En “La fiera de mi niña”, Kate era para nosotros la genuina Susan Vance.

Es difícil que haga un movimiento equivocado, siempre tiene un equilibrio perfecto. Tiene esa hermosa combinación que te permite pararte y girar sin perder el equilibrio. Esto le da
un increíble sentido del ritmo

Cierto, Howard. Sí, como cabía esperar, Hepburn estuvo maravillosa en su papel.

Fue el propio Howard Hawks quien sugirió a Cary Grant como protagonista masculino. La RKO se lo había ofrecido antes a Leslie Howard, Robert Montgomery, Ronald Colman, Ray Milland y Fredric March, pero los cinco actores rechazaron la oferta.


Y… Sí, eso, muy, muy, muy afortunadamente para la historia del cine fue aceptada la propuesta de Hawks de escoger a Grant como el David Huxley de esta película.

Es muy difícil pensar en otro intérprete que no sea Cary Grant metido en este tipo de material. Es tan bueno en él que no hay nadie con el que pueda ser comparado

De nuevo completamente de acuerdo contigo, Howard.


El público americano ya conocía a este guapísimo actor desde 1932 y por clásicos como “La Venus rubia”, “Lady Lou”, “Alicia en el país de las maravillas”, “La pícara puritana”... Y “La gran aventura de Sylvia”, donde Cary compartía por vez primera cartel con Katharine Hepburn.

“Le dijiste a tu tía que yo estaba loco, ¿verdad? Y, sin que yo lo supiera, que mi nombre era Hueso… También le dijiste que yo era un gran cazador…
A todo el mundo le cuentas lo que se te ocurre, pero a mí nunca me dices nada…”


"La fiera de mi niña” fue su segundo título juntos y ese mismo año volverían a coincidir en la maravillosa “Vivir para gozar”. Sin duda alguna, una auténtica pareja de lujo para la historia del cine.


May Robson era una espléndida tía Elizabeth. May había interpretado ese mismo año de 1938 a la tía Polly en “Las aventuras de Tom Sawyer” y llevaba en el cine desde 1908 con títulos tras de sí como “La pelirroja”, “Si yo tuviera un millón”, “Cena a las ocho”, “Dama por un día”, “Ana Karenina” o “Ha nacido una estrella”.


El divertido Comandante Applegate era magníficamente interpretado por Charles Ruggles, excelente actor estadounidense desde 1914 en la gran pantalla y ya con títulos a sus espaldas como “Peer Gynt”, “Ámame esta noche”, “Un ladrón en la alcoba” o “Si yo tuviera un millón”.


Y Gogarty nos llegaba a través de un extraordinario Barry Fitzgerald, genial actor irlandés en el cine desde 1924 quien, sin embargo, tan sólo había aparecido en un total de cinco títulos cinematográficos antes de su papel en “La fiera de mi niña”.

El espectador aún tendría que esperar un poco más para maravillarse con su entrañable Padre Fitzgibbon de “Siguiendo mi camino”, su mágico Henry Twite de “Un corazón en peligro” o su genuino (y homérico) Michaleen Oge Flynn de “El hombre tranquilo”.


Redondeaban magistralmente el reparto Walter Catlett (Comisario Slocum), Fritz Feld (Dr. Lehman), Leona Roberts (Mrs. Gogarty), George Irving (Mr. Peabody) o Tala Birell (Mrs. Lehman). También Ward Bond, Jack Carson…

“Todo te lo puedo dar menos el amor, Baby…”


Nissa como Baby



… y Skippy como George. Este ilustre fox terrier debutaba a toda pantalla en 1933 en “Matando en la sombra”, título en el que William Powell interpretaba al detective Philo Vance. Un año después, Skippy compartía con el propio Powell y con Myrna Loy, en los papeles de Nick y Nora Charles, una serie de películas sobre “El hombre delgado” de Dashiell Hammett.

Tras esto llegaría su personaje de Mr. Smith en “La pícara puritana”, el de George en “La fiera de mi  niña” y el de Mr. Atlas en “La pareja invisible se divierte”. Muy grande Skippy, muy grande.


Producción de Howard Hawks para la RKO Radio Pictures, "La fiera de mi niña" (Bringing up Baby) se estrenaba en San Francisco, California, hace hoy ya 75 años, el 16 de febrero de 1938.

Todo un clásico del cine… Transforma las situaciones más cotidianas en un complicado y divertido juego de sentimientos. Irresistible y genial
(Fernando Morales, Diario El País)

En su estreno tuvo muy buena acogida por la crítica pero no así por el público, quien la consideró demasiado disparatada. Y, aunque hoy nos parezca increíble, tampoco optó a premios o nominaciones de ningún tipo.


Cary Grant tardó en aceptar el papel protagonista porque no encontraba la manera de interpretar a un científico de tales características. Hasta que Hawks le preguntó: “Habrás visto alguna película de Harold Lloyd, ¿no?”. Lloyd había sido uno de los ídolos de Grant, así que las gafas que lleva Cary en la película hicieron buena parte del trabajo.

Durante el rodaje de "La fiera de  mi niña", Cary Grant desempeñó también otras funciones, como el servir de asesor en el montaje del film. O, con la colaboración de Walter Catlett (que hacía en esta historia el papel del genuino Comisario Slocum), ayudar a Katharine Hepburn a desenvolverse de la mejor manera posible en este difícil género de la comedia cinematográfica.


Durante casi toda la película, el trabajo de Grant consistía en mantenerse serio ante Katharine Hepburn. Fácil para Grant pues anteriormente ya había interpretado al “hombre serio” en varios dúos de vodevil.

Pero para Katharine suponía su primer papel de comedia, así que tuvo que aprender la mejor manera de llevarlo a cabo con efectividad.


Con la ayuda de Catlett, de Grant y del propio Howard Hawks, quien le aconsejó a la actriz que no intentase hacerse la graciosa sino que se comportara de la manera más natural posible, Hepburn conseguía en esta película uno de los mejores papeles de su carrera cinematográfica.



Y luego estaba su relación con el leopardo de la historia. Pero aquí Kate no tenía el menor problema. Aceptaba de buena gana las indicaciones de Olga Celeste, la cuidadora del precioso felino, como el tener que aplicarse un perfume que al leopardo le volvía juguetón o untar resina en las suelas de sus zapatos para evitar resbalones que pudieran asustar al animal.

Todas las mañanas, antes del rodaje de sus escenas, Katharine le hacía una visita al leopardo. La cuidadora del felino llegó a comentar que la actriz hubiera sido una excelente domadora de fieras porque, además, no les tenía miedo alguno.


El guión de ‘La fiera de mi niña’ era bueno. Cary Grant estuvo maravilloso. Yo también estuve bien. Y en cuanto al leopardo, excelente
(Katharine Hepburn)