sábado, 25 de febrero de 2012

Indiana Jones y el templo maldito


Tras el gran éxito obtenido con “En busca del arca perdida” (1981), George Lucas y Steven Spielberg decidieron unirse de nuevo para dar continuidad a las aventuras de Indiana Jones. Originalmente, la nueva película se iba a llamar “Indiana Jones y el templo de la muerte”, pero fue cambiado finalmente por sonar demasiado premonitorio.

En un principio, como guionista del nuevo proyecto, se pensó en Lawrence Kasdan, quien ya había escrito anteriormente el guión de “El imperio contraataca”, “En busca del arca perdida” y “El retorno del Jedi”. Kasdan, sin embargo, se encontraba en pleno rodaje de “Reencuentro”, su segunda película como director. Así que Lucas recurrió entonces a George Willard Huyck y a Gloria Katz, que previamente habían escribió con él el guión de “American Graffiti”.


El equipo técnico de la película se redondeaba con la fotografía de Douglas Slocombe, quien ya nos había regalado anteriormente las imágenes de “En busca del arca perdida” y lucía en su carrera títulos como “El sirviente”, “El león en invierno” o “Julia”, y con el montaje del propio Lucas y Michael Kahn, también artífice de “En busca del arca perdida”,  “Encuentros en la tercera fase” y “Poltergeist”.


Y en la banda sonora, no podía ser otro, John Williams, extraordinario compositor que ya nos había maravillado con “Tiburón”, “La guerra de las galaxias”, “Encuentros en la tercera fase”, “Superman”, “En busca del arca perdida”, “E.T. El extraterrestre”… y, tras “Indiana Jones y el templo maldito”, lo seguiría haciendo con “Parque Jurásico”, “La lista de Schindler”, “Siete años en el Tibet”, “Amistad”, “Memorias de una geisha”… Muy grande John Williams.

Dr. Jones, ¿el eminente arqueólogo? Recuerdo que la primera vez que oí su nombre fue cuando estudiaba en Oxford...


Entre el rodaje de “En busca del arca perdida” y el de “Indiana Jones y el templo maldito”, Harrison Ford había sido Rick Deckard en “Blade Runner” y Han Solo en “El imperio contraataca”.


De nuevo como Indiana Jones, Harrison nos volvía a demostrar que el personaje le iba como un guante, protagonizando incluso en este segundo título una escena similar a la de “En busca del arca perdida” en su enfrentamiento con el árabe al que finalmente dispara, sólo que en esta segunda película su intento resultaba fallido por el simple y fundamental  hecho de no llevar arma.

- “Willie, Willie, ¿qué es, algún diminutivo?”
- “Willie es mi nombre artístico... Indiana”


En un principio, Spielberg quería a Karen Allen para que repitiera su papel de Marion Ravenwood de “En busca del arca perdida”, pero finalmente él y Lucas decidieron incluir en cada película una mujer diferente para Indy. Tras considerar a Sharon Stone para el personaje femenino de Willie Scott, fue elegida finalmente Kate Capshaw, seleccionada entre otras 120 candidatas.


Kate protagonizaba el número musical que acompañaba a los títulos de crédito iniciales de la película, donde ella misma interpretaba el tema original de Cole Porter “Anything goes” perteneciente al musical de mismo nombre estrenado en 1934. 

Tú escucha a Tapón y tú vivir más...


Ke Huy Quan contaba doce años de edad cuando acompañó a su hermano al casting donde se iba a elegir al joven actor asiático que daría vida al simpático Tapón (Short Round). Sin embargo, fue Ke quien captó la atención de los directores de casting al pasar todo el tiempo que duró la prueba de su hermano diciéndole lo que debía o no hacer.


Ke debutaba a lo grande en “Indiana Jones y el templo maldito”. Al año siguiente le veíamos en el papel de Data en “Los Goonies”.


Entre el extenso reparto que completaba la película aparecía muy brevemente Dan Aykroyd en el papel de Weber, el oficial que, hacia el comienzo de la historia, les conseguía los pasajes de avión a los tres protagonistas. A Dan ya le habíamos visto anteriormente en “Granujas a todo ritmo” y “Entre pillos anda el juego”. Ese mismo año de “Indiana Jones y el  templo maldito” le volveríamos a ver en “Los cazafantasmas”.

Y en esa misma escena del aeropuerto en la que aparecía Dan Aykroyd, hacían un simpático cameo los propios George Lucas y Steven Spielberg, convertidos en misioneros, y Frank Marshall, productor de la película, como un turista.

La idea original de rodar la película en la India se vio truncada al no ser conseguido finalmente el permiso, así que se decidió trasladar la producción a Sri Lanka, compartiendo varias localizaciones con las anteriormente utilizadas para “El puente sobre el río Kwai”.


La famosa escena del puente de cuerda fue filmada en tres continentes diferentes. En el desfiladero de Sri Lanka donde fue construído dicho puente se rodaron también las tomas en las que lo corta Indy. Los planos donde se ve ya el puente colgando, una vez cortado, fueron filmados en los Elstree Studios de Londres. Y los planos de los caimanes que esperaban abajo fueron rodados en Florida.

Una vez cortado el puente, caían de él un total de 14 maniquíes que eran manejados gracias a la batería que llevaban dentro, logrando un sinfín de movimientos en sus brazos y piernas que simulaban diferentes aspavientos.


El puente se encontraba realmente suspendido a una altura más que considerable. Steven Spielberg, incapaz de caminar por él, se vio obligado a conducir un buen trecho con su coche para llegar al otro lado. Harrison Ford, por el contrario, pasó por el puente a toda velocidad.


Producida por George Lucas, Robert Watts, Frank Marshall y Kathleen Kennedy para Paramount Pictures, “Indiana Jones y el templo maldito” (Indiana Jones and the temple of doom) se estrenaba con gran éxito en Estados Unidos el 23 de Mayo de 1984.

Entre otros premios y nominaciones, obtuvo el Oscar a los mejores efectos visuales, siendo también nominada en estos galardones a la mejor banda sonora. Los británicos Premios Bafta también la galardonaron en la categoría de mejores efectos especiales y la nominaron a la mejor fotografía, mejor montaje y mejor sonido.


Ke Huy Quan fue premiado como mejor actor secundario en los Young Artist Awards y la película fue nominada como mejor película extranjera en los Premios de la Academia Japonesa.


Indiana Jones y el templo maldito” reunía simpáticas curiosidades. Como el que al principio de la película, en las calles de Shangai, pudiéramos observar claramente un bar llamado “Club Obi Wan”…


O que D. R. Nanayakkara, el actor que interpretaba en la historia a Shaman, no hablara una palabra  de inglés, con lo que se limitaba  a pronunciar fonéticamente sus líneas del guión imitando lo que le iba diciendo Steven Spielberg fuera de cámara. En su diálogo hay así una serie de  pausas que no respondían precisamente a un efecto dramático sino al hecho de estar el actor esperando su siguiente línea.


Y como último dato curioso el que, tras esta película, el guionista Willard Huyck, Steven Spielberg y George Lucas les pusieran a sus respectivos perros los nombres de Short Round, Willie e Indiana.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La Noche de los Oscar

Ayer asistí en Madrid a un evento ofrecido por CANAL+ donde nos contaron cómo será, el próximo Domingo 26 de Febrero, su retransmisión en directo de los Premios Oscar.


Y vosotros ahora me preguntaréis: Anda, y ¿cómo es que pudiste asistir a dicho evento?”. Porque me envió CANAL+ una invitación...”, os contesto amablemente yo, y añado: “... Una invitación que me llegó a través de este mismo blog de La Gran Pantalla”. Pues sí, claro que me hizo ilusión, y cómo no.


A través de La Noche de los Oscar, el programa que el próximo Domingo conducirá Manuela Velasco junto a Pepe Colubi y Carlos Marañón, podremos seguir muy de cerca todos los detalles de tan celebrada ceremonia. Los Oscar como nunca.


La Noche de los Oscar... O lo que es lo mismo para mí, una noche en vela que aguanto de un tirón muy, muy despierta y sin ningún problema. Porque debéis saber, mis queridos espectadores, que la cinéfila Clementine lleva viendo en directo la ceremonia de los Oscar desde... Ni la menor idea, diremos mejor que desde el año en el que empezaron a retransmitirlo por televisión.


En un principio me quedaba yo sola a verlo, pronto se me unió mi querido hermano y luego fue aumentando a nuestro alrededor el numero de espectadores televisivos hasta formar un exquisito y muy, muy entrañable grupo de amigos de los Oscar, amigos del cine y, sobre todo, muy amigos entre sí.


Con lo que, con el tiempo, esta noche tan especial se nos ha convertido en toda una señora tradición que consiste para nosotros en una cena preliminar a la ceremonia y el posterior reparto de quinielas que rellenamos, como es lógico, sí, antes del comienzo del reparto de premios. Al terminar la ceremonia, cada uno recuenta sus propios aciertos (y si se quiere también los ajenos) y el afortunado que consigue el mayor número de ellos queda invitado por el resto, o al menos eso se le dice, a la correspondiente cena de la siguiente ceremonia de los Oscar.


Una de aquellas noches de premios cinematográficos nos dio por hacernos entrega a nosotros mismos de las estatuillas que nos correspondían a cada uno, hasta la fecha, según hubieran sido nuestros logros. Sí, nosotros somos así de ceremoniosos.


Y así comenzó nuestro propio reparto de galardones. A algunos les correspondió sólo una estatuilla, otros se llevaron dos, hubo quien llegó a llevarse hasta tres... E incluso hubo una buena mujer a la que, al no haberse hecho con el triunfo ni un solo año, ni acercarse, vamos, se le hizo entrega de un magnífico Oscar de Consolación. Pobre, no la íbamos a hacer de menos, y menos siendo ella la que todos los años, en esta señalada noche, nos obsequia con una completísima caja surtida de galletas.


Bueno vale, lo reconozco, yo tampoco he ganado, ni un solo año, en esta tradicional ceremonia nuestra. Y es que yo, y la buena mujer que cito más arriba, nunca nos hemos dejado llevar por las previsiones que suelen caer sobre el (casi) seguro triunfo de películas, actores y demás categorías a sabiendas de que no son, precisamente, los que más se lo merecen. Vamos, que esta buena moza y yo rellenamos todos los años la quiniela con el corazón y no con la cabeza. Sí, eso, somos las más honestas del grupo y, claro, así nos va...


Pero, aquella gloriosa noche de reparto, a mí no se me hizo entrega de otra estatuilla de consolación, no. Yo recibí todo un Oscar Honorífico que rezaba lo siguiente: “OSCAR HONORÍFICO Fundadora “The Oscar night”. Sí, no os engaño, no podría después de todo lo que he compartido con vosotros. Aquí, aquí debajo lo tenéis:


qué menos me podía esperar, si fui realmente yo la fundadora de nuestra tradicional e inigualable Oscar Night...

viernes, 17 de febrero de 2012

Al elegante ritmo de Fred Astaire


En 1933, Fred Astaire bailaba para nosotros “Music makes me”, un tema compuesto por Gus Kahn, Edward Eliscu y Vincent Youmans y coreografiado por Dave Gould para la película “Volando hacia Río de Janeiro” (Flying down to Rio), segunda de Astaire para la gran pantalla y primera en la que aparecía con Ginger Rogers, su mítica pareja de baile.


Sombrero de copa” (Top Hat) (1935) nos ofrecía otro inolvidable clásico de Astaire, “Top hat, white tie and tails”, tema compuesto por Irving Berlin para esta película y coreografiado por Hermes Pan y el propio Fred Astaire.


Un año más tarde, Fred nos regalaba otro número musical antológico, “Bojangles of Harlem”, tema compuesta por Dorothy Fields y Jerome Kern con coreografía de Hermes Pan para la película “En alas de la danza” (Swing time) (1936).


Astaire nos enseñaba a tocar la batería, bailando e impecablemente vestido, en “Nice work if you can get it”, tema compuesto por George Gershwin con coreografía de Hermes Pan y el propio Fred Astaire para la película “Señorita en desgracia” (A damsel in distress) (1937).


Y en el número musical “Since they turned Loch Lomond into swing”, compuesto por Irving Berlin para la película de 1938 “Amanda” (Carefree), aprendíamos con Astaire, y con la coreografía de Hermes Pan, a jugar al golf con estilo, con mucho estilo.


En 1940, Fred Astaire, y de nuevo la coreografía de Hermes Pan, nos dirigía toda una orquesta bailando, cómo no, al mismo tiempo, en el número musical “Poor Mr. Chisholm” compuesto por Bernard Hanighen e interpretado por la Artie Shaw’s Band para la película  “Al fin solos” (A second chorus).


Ese mismo año, en “La nueva melodía de Broadway” (Broadway Melody of 1940), Astaire nos maravillaba bailando, y al piano, con “I’ve got my eyes on you”, un precioso tema compuesto por Cole Porter y coreografiado por Bobby Connolly.


March Milastaire (A-Stairable Rag)” se asomaba en 1941 a la película “Desde aquel beso” (You’ll never get rich). Impecable tema musical compuesto por Cole Porter que, a través de una coreografía de Robert Alton, nos ofrecía uno de los más grandiosos números musicales de Fred Astaire.


A través de “Audition Dance” una recopilación de diversos temas musicales interpretados por la orquesta de Xavier Cugat en la película  “Bailando nace el amor” (You were never lovelier)  (1942), admirábamos la versatilidad de Fred Astaire en un baile coreografiado por él mismo y por Nicanor Molinare.


En 1942 se estrenaba en las pantallas “Holiday Inn”, película donde aparecía “Let’s say it with fire crackers”, un maravilloso tema compuesto por Irving Berlin que, con coreografía de Sam Ledner, nos regalaba otro de los más insuperables bailes de Fred Astaire.


En “Cielo azul” (Blue Skies) (1946), Astaire bailaba al compás de “Puttin’ on the Ritz”, clásico compuesto por Irving Berlin en 1930 con coreografía de Hermes Pan. Otro número musical antológico.


De nuevo la coreografia de Hermes Pan y la maravillosa composición de 1919 de Irving Berlin creaban en 1946 “A pretty girl is like a melody”, otro de los números musicales de la película “Cielo azul”. La elegancia de Fred Astaire hacía el resto.


Charles Walters y Fred Astaire coreografiaban en 1948 “Drum crazy”, un encantador número con música de Irving Berlin que aparecía en la película “Desfile de Pascua” (Easter Parade).


Let’s dance”, estrenada en 1950, nos obsequiaba con el número "Piano dance", con música de Tommy Chambers, Van Cleave y Fred Astaire, coreografía de Hermes Pan y un exquisito baile protagonizado por Astaire.


Sunday jumps” se nos presentaba como uno de los principales números de “Bodas reales” (Royal wedding) (1951). Tema compuesto por Burton Lane que nos ofrecía la elegancia de Fred Astaire a través de una coreografía de Nick Castle.


En estas mismas “Bodas reales” nos encontrábamos también con otro gran número musical, “You’re all the world to me”, tema compuesto por Burton Lane y Alan Jay Lerner en 1934 y coreografiado por Nick Castle en el que Fred Astaire bailaba, literalmente, por las paredes... y por el techo.


Papá, piernas largas” (Daddy long legs) (1955) volvía a mostrarnos a Astaire bailando al compás de una batería. El nombre del número musical era “History of the beat”, el compositor, el magnífico Johnny Mercer, y la coreografía corría a cargo de David Robel y el propio Fred Astaire.


Cole Porter componía en 1957 el tema musical “The Ritz roll and rock” para la película “La bella de Moscú” (Silk stockings). Y Fred lo bailaba para nosotros a través de una coreografía de Eugene Loring y Hermes Pan.


En 1968, Astaire ponía el broche de oro a su carrera cinematográfica como bailarín siendo dirigido por Francis Ford Coppola. La película se llamó “El valle del arco iris” (Finian’s rainbow) y en ella Fred nos regalaba un encantador baile al son del tema “When the idle poor become the idle rich”, compuesto por E. Y. Harburg y Burton Lane y coreografiado por Hermes Pan.


Y el 10 de Noviembre de 1970, Fred Astaire era invitado al show televisivo de Dick Cavett. Dick le preguntó entonces si aún bailaba y Fred, a sus 71 años de edad, le demostró que, bueno, seguía siendo Fred Astaire.
Genio, elegancia y figura.


A Fred Astaire

¡Y a Clementine, y a Clementine!

lunes, 13 de febrero de 2012

Cabaret

Berlín, 1931. El escritor británico Brian Roberts llega a la ciudad con el fin de perfeccionar su alemán. En la pensión en la que se aloja conoce a Sally Bowles, una de las artistas del cabaret Kit Kat Club...


Yo soy su anfitrión. Dejen sus problemas en la puerta. ¿Cómo? ¿Que la vida es complicada? Olvídenlo, aquí dentro la vida es hermosa, las chicas son hermosas, hasta la orquesta es hermosa...

El 13 de Febrero de 1972, hace hoy ya 40 años, se estrenaba en Estados Unidos “Cabaret”, uno de los más grandes musicales de toda la historia del cine

Producida por Cy Feuer para ABC Pictures Corporation, “Cabaret” contaba con un más que ejemplar guión firmado por Jay Allen, artífice antes de esta película de títulos como “Marnie, la ladrona” o “Los mejores años de miss Brodie”, que ese mismo año de “Cabaret” firmaría también el guión de “Viajes con mi tía” y, tres años más tarde, el de “Funny Lady”.


Allen basaba su guión de “Cabaret” en diversas historias del escritor británico Christopher Isherwood, entre otras las contadas en su libro “Adiós a Berlín” (1939), un conjunto de relatos con personajes compartidos entre los que se encontraban Sally Bowles y Brian Roberts.

El guión de la película también bebía de “I’m a camera”, adaptación teatral de los textos de Isherwood que llevó a cabo en 1952 el comediógrafo John van Drutten, y de “Cabaret”, la posterior adaptación musical de esta obra en los escenarios, estrenada en 1966, con texto de Joe Masteroff y canciones firmadas por John Kander y Fred Ebb.


Kander y Ebb serían también los responsables de la música de la película, una de las más extraordinarias bandas sonoras de la historia del cine.

Cuando planteamos ‘Cabaret’ para el cine decidimos fundir lo mejor de la versión teatral con lo mejor del original literario, intentando volver a los orígenes de una historia siempre bien adaptada, pero que había ido degenerando de versión en versión
(Cy Feuer)

Feuer ofreció el proyecto cinematográfico a unos diez veteranos directores de cine, entre otros Billy Wilder y Gene Kelly, antes de dirigirse finalmente a un buen amigo suyo y colaborador en anteriores montajes musicales… Bob Fosse.


Fosse era ya bien conocido en la gran pantalla como un excepcional bailarín y un no menos extraordinario coreógrafo por títulos tan clásicos del musical americano como “Bésame, Kate”, “Tres chicas con suerte” o “Mi hermana Elena”.


Y había ya debutado también en la dirección cinematográfica, tres años antes de “Cabaret”, con “Noches en la ciudad” y una magnífica Shirley McLaine como encantadora protagonista. Siete años después de “Cabaret”, Bob dirigiría otra musical obra maestra llamada “All that jazz”. Muy grande Fosse, muy grande.


Así soy yo, corazón. Sitios raros y amores raros.
Soy una persona peculiar y extraordinaria


Hija de dos grandes del cine, el director Vincente Minnelli y la actriz Judy Garland, Liza Minnelli no se quedaba precisamente atrás demostrando sus grandes aptitudes para el mundo del espectáculo. Liza daba vida en esta película a una maravillosa Sally Bowles, personaje para el que la propia actriz ideó el peinado y el maquillaje ayudada, eso sí, por su afamado padre.


En los relatos de Christopher Isherwood, el personaje de Sally Bowles estaba basado en una amiga real del escritor llamada Jean Ross. Isherwood señalaba que había disfrutado con “Cabaret”, pero que siempre había pensado que Liza Minnelli tenía mucho más talento que su personaje. La Sally del relato de Isherwood era una cantante aficionada que vivía bajo la ilusión de su calidad como estrella, clara antítesis de la hija de Garland y Minnelli según el escritor británico.


Liza debutó muy brevemente en la gran pantalla, con tan sólo tres años de edad y junto a su madre, en “In the good old summertime” (1949). Su siguiente título cinematográfico no le llegaría hasta 1967, participando tan sólo en otros dos más antes de “Cabaret”, su gran descubrimiento como extraordinaria actriz y excepcional artista.


Tras “Cabaret” vinieron otros papeles para Liza, como su Nina en la película de mismo nombre o su Francine de “New York, New York”. Pero para nosotros, y para la historia del cine, Liza Minnelli será siempre la encantadora Sally Bowles.

No hay nada espectacular que contar. En fin, desde que salí de Cambridge...


El actor británico Michael York fue escogido para interpretar a Brian Roberts, el protagonista, pero esta elección no fue en absoluto casual. Michael guardaba un enorme parecido físico con el escritor Christopher Isherwood, cuya personalidad se escondía detrás del personaje de Brian en su libro “Adiós a Berlín”.


A las órdenes de Joseph Losey y con Dirk Bogarde como compañero de reparto, Michael York había debutado en la gran pantalla en 1967 en “Accidente”. También había aparecido ya en otros clásicos del cine como “La mujer indomable”, “Romeo y Julieta”, “Justine” o “Zeppelin” antes de conseguir un gran éxito con su protagonista en “Cabaret”, papel al que York le supo transmitir todo su encanto personal.

Actor todo terreno que pisó los escenarios teatrales por vez primera a sus diez años de edad, Joel Grey realizó en “Cabaret” una impecable interpretación como el maestro de ceremonias del cabaret, personaje para el que Grey se esmeró en conseguir una imitación perfecta del acento alemán.


Grey, entonces más conocido por el espectador americano por sus múltiples apariciones en series televisivas como “Maverick”, “Bronco” o “Ironside”, había debutado en la gran pantalla en 1952 con “About face” y tan sólo haría un título cinematográfico más, “Cuando llegue Septiembre” (1961), antes de su gran descubrimiento en “Cabaret”. Él fue el único actor del musical de Broadway que fue también escogido para la película. Y es que nunca hubo, ni habrá, un maestro de ceremonias como Joel Grey.

If you could see her


Completaban el reparto principal un magnífico Helmut Griem y los no menos correctos Marisa Berenson y Fritz Wepper.

La historia que se nos cuenta en la película no es exactamente igual a la que contaba la obra teatral donde, para empezar, los personajes protagonistas eran una cantante inglesa y un escritor estadounidense, nacionalidades inversas en la versión cinematográfica.


También fueron añadidos en la película (no aparecían en la obra teatral) los personajes interpretados por Marisa Berenson y Fritz Wepper y sustituídas algunas escenas de la obra teatral ubicadas en  la pensión por otras en la película ubicadas en el cabaret, evidentemente más espectaculares cinematográficamente hablando.

Y algunas canciones de la obra original fueron cambiadas de contexto o simplemente sustituídas por otras en la versión fílmica, siempre con la intención de servir de perfecto complemento a la línea argumental de la historia.



Temas como “Don’t tell mama” o “Heiraten” fueron sustituídos por otros nuevos como “Money, money” o “Mein herr”.



O “Maybe this time”, canción que Liza ya había grabado ocho años atrás en “Liza! Liza!”, su primer álbum musical.



"Tomorrow belongs to me”, escrita por Kander y Ebb al más fiel estilo de una tradicional canción alemana, fue la única filmada en exteriores y con un tratamento visual muy diferente al resto.

Cabaret” se rodó íntegramente en Alemania, en los estudios Bavaria de Munich, asignando para los papeles extra del reparto a glorias olvidadas del teatro y cine alemanes de los años treinta y cuarenta.


Las localizaciones del rodaje se movieron entre las calles de Munich, la estación de ferrocarril de Lübeck, las tierras del duque de Oldenburg, el castillo de Charlottenburg e incluso algunos de los auténticos lugares del Berlín Oeste visitados por el propio Christopher Isherwood.


Bob Fosse supervisó todos y cada uno de los detalles del film, por supuesto fue también el coreógrafo de los números musicales, consiguiendo un equilibrio tan absoluto en la película que llegó a ser definida como “una obra de autor”. “Cabaret” fue un gran éxito de crítica y público. Para Bob Fosse, su gran prueba de fuego.

Con ‘Cabaret’ he intentado darle al musical un carácter mucho más profundo. El clima prenazi en que está envuelto ‘Cabaret’, cargado de funestos presagios, con una alegría premonitoria de siniestros eventos, me ha parecido lo más idóneo para un nuevo musical, un musical renovado
(Bob Fosse)


Entre otros muchos premios y nominaciones, “Cabaret” obtuvo 7 británicos Premios Bafta: película, director, actriz (Liza Minnelli), dirección artística, fotografía, sonido y un premio especial al actor Joel Grey por su excepcional interpretación como maestro de ceremonias. También fue nominada en estos galardones al diseño de vestuario, montaje, guión y actriz secundaria (Marisa Berenson).


Liza Minnelli y Bob Fosse obtuvieron un David di Donatello como mejor actriz y director extranjeros, respectivamente. Y en los Globos de Oro, “Cabaret” fue premiada en las categorías de mejor película, actriz (Liza Minnelli) y actor secundario (Joel Grey), siendo también nominadas dos de sus canciones: “Mein herr” y “Money, money”, Bob Fosse como director y Marisa Berenson como actriz secundaria.



Cabaret” se llevó, además, 8 Premios Oscar en las categorías de mejor director (Bob Fosse), actriz (Liza Minnelli), actor secundario (Joel Grey), banda sonora, fotografía, montaje, dirección artística y sonido, siendo también nominada en las de guión adaptado y película.

Life is a cabaret, old chum, it´s only a cabaret, old chum...
And I love a cabaret
(Sally Bowles)