viernes, 3 de mayo de 2013

Mi vecino Totoro

Las pequeñas Satsuki y Mei Kusakabe se trasladan con su padre a una casa en el campo mientras la madre de las niñas se recupera en un hospital cercano. En el bosque, Satsuki y Mei conocerán a Totoro, un mágico y maravilloso personaje…


El 16 de abril de 1988 era estrenada en Japón “Mi vecino Totoro” (Tonari no Totoro), una de las más extraordinarias producciones animadas de Studio Ghibli.


Hayao Miyazaki, no podía ser otro, firmaba el precioso guión (storyboard incluído) y la magistral dirección de esta pequeña delicia cinematográfica. El fabuloso cineasta japonés había debutado como director en 1971 y en la pequeña pantalla con la serie “Lupín”, a la que pronto seguirían otras como “Conan, el niño del futuro” o “Sherlock Holmes”.


En el cine, Hayao nos había dejado ya “El castillo de Cagliostro”, “Nausicaä del Valle del Viento” y “El castillo en el cielo”. Tras “Mi vecino Totoro”, nos regalaría también “Nicky, la aprendiz de bruja”, “Porco Rosso”, “La princesa Mononoke”, “El viaje de Chihiro”, “El castillo ambulante”, “Ponyo en el acantilado“… Qué maravilla.

'Mi vecino Totoro' marcó un aparente punto de inflexión en la carrera de Miyazaki que, en realidad, no era sino una estrategia para subrayar algo que siempre había estado allí: la atención a lo minúsculo, la revelación de lo fantástico como una inmanencia de lo real, el reto de animar (o de simular a través de la animación) la elocuencia de lo natural y lo humano
(Jordi Costa, Cahiers du Cinéma)


La preciosísima y tremendamente mágica banda sonora de “Mi vecino Totoro” nos era ofrecida por el también magistral compositor Joe Hisaishi, en el cine desde 1974 y ya con más de quince trabajos cinematográficos a sus espaldas, entre ellos “Nausicaä del Valle del Viento” y “El castillo en el cielo”. Tras “Mi vecino Totoro” Joe volvería a coincidir con Miyazaki en otros mágicos títulos como “Nicky, la aprendiz de bruja”, “Porco Rosso”, “La princesa Mononoke”, “El viaje de Chihiro”, “El castillo ambulante” o “Ponyo en el acantilado”. Extraordinario Hisaishi, extraordinario.


En los primeros apuntes argumentales de Miyazaki tan sólo aparecía una niña de edad intermedia entre las de Satsuki y Mei. Al no funcionarle bien así la historia, Hayao decidió que fueran las protagonistas dos hermanas de distintas edades, motivo éste por el que existen bocetos, ilustraciones y carteles (como el que figura arriba) que nos muestran a la única niña del argumento original.

Una de las más bellas películas legadas por el cine de la década de los ochenta… Una de las mejores aproximaciones al universo de la infancia, entendida como un espacio mágico y vital, tan bello como a veces tenebroso, donde los niños son por última vez niños antes de precipitarse a la mediocridad de la vida adulta. Todo ello contado, además, con una excepcional sensibilidad, una imaginación desbordante y un exquisito gusto visual
(Tomás Fernández Valenti, Dirigido por)




“¿Los fantasmas suben escaleras?”


La pequeña y simpatiquísima Mei hablaba a través de Chika Sakamoto, actriz de doblaje desde 1983 cuya voz había sido ya oída en “Nausicaä del Valle del Viento” y, tras “Mi vecino Totoro”, en “Nicky, la aprendiz de bruja”.


A la hermana mayor de Mei, Satsuki, le prestaba su voz Noriko Hidaka, en el mundo del doblaje desde 1984 y ya habiendo aparecido en ocho series televisivas antes de intervenir en “Mi vecino Totoro”.




Un relato hipnótico con un pie en la realidad y el otro en la más desbordante imaginación. Un cuento maravilloso
(Alberto Bermejo, Diario El Mundo)


El personaje de Totoro revoloteó por la cabeza de Hayao Miyazaki a lo largo de diez años con lo que, una vez realizada la película, el cineasta no pudo por menos que convertirle en el logo de su maravilloso estudio de animación.


Para crear a tan mágico personaje, Miyazaki combinó diferentes animales…


… entre los que se encontraban el tanuki (mapache japonés), el gato (orejas y cara)…


… y el búho (marcas en el pecho y sonido que hace en la noche con su ocarina).


En cuanto a su nombre, Totoro, procedía de la mala pronunciación que Mei, en la versión original de la película, hacía de la palabra japonesa “tororu” (troll).




El de Miyazaki es un universo idealizado y benigno. No se pierdan a Totoro ni al gato autobús, que revelan la maestría de Miyazaki
(Antonio Weinrichter, Diario ABC)


Hitoshi Takagi les ponía voz tanto a Totoro como a Gatobús. Takagi ya había sido oído en diversos cortos y series televisivas, entre otras como narrador de “El bosque de Tallac”, antes de su participación en “Mi vecino Totoro”.




Según el folklore japonés, los gatos suficientemente viejos tienen poderes mágicos que les permiten cambiar de forma, son los llamados “bake neko”. Gatobús es, por supuesto, un gato mágico.


'Mi vecino Totoro' destaca por una cadencia absolutamente impensable en el cine de hoy. Humanista, solidaria y terapeútica
(Javier Ocaña, Diario El País)


A Tatsuo Kusakabe, el padre de Mei y Satsuki, le oíamos gracias a Shigesato Itoi, redactor, ensayista y diseñador de juegos japonés que apareció como actor en cuatro títulos cinematográficos pero tan sólo en esta ocasión como actor de doblaje.


Sumi Shimamoto le prestaba su voz a Yasuko, la madre de las dos niñas. En el cine desde 1979, Sumi ya había hablado a través de Lady Clarisse en “El castillo de Cagliostro” y de Nausicaä en “Nausicaä del Valle del Viento”. Tras “Mi vecino Totoro”, también fue Toki en “La princesa Mononoke”.


A Kanta le oíamos gracias a Toshiyuki Amagasa quien, tras “Mi vecino Tororo” aparecía ya tan sólo en otros dos títulos cinematográficos, retirándose de la actuación en 1990 para dedicarse por entero a la enseñanza.


Tanie Kitabayashi era Nanny, la abuela de Kanta. Tanie llevaba en la gran pantalla desde 1950, año en el que debutó como actriz a las órdenes de Akira Kurosawa, y compartiendo cartel con Toshirô Mifune en “Escándalo”, y había aparecido ya en clásicos como “Los niños de Hiroshima”, “El arpa birmana” o “El hermano mayor”, entre más de un centenar de títulos cinematográficos.


Y, entre otros muchos nombres, Hiroko Maruyama, Masashi Hirose y Machiko Washio nos hablaban, respectivamente, a través de la madre de Kanta, el padre de Kanta y la profesora de esta historia.


Mi vecino Totoro” se estrenó conjuntamente con “La tumba de las luciérnagas”. Según cuentan, por no confiar demasiado los productores en el éxito comercial de la primera, aunque también se habló de la intención de contrarrestar con su alegría la segunda.



Premiada como mejor película por el prestigioso magazine japonés Kinema Junpo Awards, “Mi vecino Totoro” era también galardonada por el reconocido diario japonés Mainichi Shimbun. Asimismo, Miyazaki obtenía un Premio Especial en los Blue Ribbon Award concedidos por los principales periódicos deportivos de Tokio.




La historia de “Mi vecino Totoro” se desarrolla en Tokorozawa, ciudad de Tokio donde años atrás vivió Miyazaki. Estos maravillosos espacios naturales aún existen gracias a un movimiento de conservación que nació a raíz de “Mi vecino Totoro”, al donar Hayao Miyazaki y otros colaboradores cerca de 73 millones de yenes (unos 650.000 euros) con el fin de preservar el lugar y evitar además que se construyera en él.



Asimismo, fueron donadas muchas de las ilustraciones de la película para ser utilizadas con este objetivo en panfletos, carteles y otros artículos promocionales.




Y ya no os cuento más. Aquí lo dejo para que, si aún no la habéis visto, no os demoréis en descubrirla y, si ya la conocéis, os la veáis de nuevo, una y otra vez. ¿O acaso pensáis que no lo merece?


Mágica, mágica, mágica
(Clementine, La Gran Pantalla)

14 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Cuando uno ve la escena en el que las niñas y Totoro danzan a la luz de la luna, con paraguas incluido, haciendo crecer el árbol, uno piensa inmediatamente que todos los niños deberían ver sin falta esta película. Es un momento absolutamente hermoso.

Clementine dijo...

Yo tenía pendiente de ver esta película, Cahiers, y no precisamente por falta de ganas. Me la vi por vez primera la semana pasada y hoy me la he puesto por segunda vez. Y en las dos ocasiones he llorado con esa escena que describes, es sencillamente preciosa.
Y digo yo ¿por qué le pasan estas cosas sólo a los niños? Yo me apuntaría... pero ya.

Marcos Callau dijo...

Hola Clementine. Soy un completo ignorante en lo que a cine japonés se refiere...no digamos ya, dibujos animados japoneses. Bueno, en película porque lo que son series, lo han exportado muy bien. Conozco y he visto unas cuántas: "Heidi", "Marco", "Campeones, Oliver Y Benji" y la última "Shin Chan"... Habrá que probar con largometrajes. Besos Clementine y mil abrazos.

Clementine dijo...

Hola, Marcos Callau. Pues mira, me sirve que hayas visto "Heidi" para que te hagas una idea de Hayao Miyazaki, pues fue él quien diseñó las escenas y quien coordinó las distintas capas de los dibujos, además de animar los títulos de crédito del principio.
Prueba, prueba con sus largometrajes, hazme caso, Callau, son absolutamente maravillosos en cuanto al dibujo,a la historia, la banda sonora, el mensaje que transmiten... en todo. Ésta de Totoro es de las que más magia llevan dentro pero cualquiera de sus otros títulos son puro lujo artístico.
A ti te van a encantar, estoy segura. Así que ya puedes empezar a coleccionarlas. Besos, Marcos, y mil y un abrazos.

miquel zueras dijo...

Aunque me crié con "Heidi" (¿Recuerdas aquel chiste de "¡Qué sale Clara!") y "Marco" no me entusiasma la animación japonesa pero esta película junto con "Porco Rosso" y "Akira" son las que considero mejores. Miyazaki cuida mucho el aspecto visual en sus películas y eso se nota.
Besos. Borgo.

Clementine dijo...

"Akira" no la he visto. Las películas de Miyazaki son impecables en cuanto a animación se refiere, a mí me hipnotizan de principio a fin.

También yo me crié con Marco y Heidi pero no me sé ese chiste, ¿se puede contar por aquí sin perder la compostura, Borgo?

Frank Jones dijo...

Son muy chulas estas pelis... un pelín "aburridas" entre comillas para quien no esté iniciado en el tema -y con respecto a las de Disney por ejemplo-, pero en general fantásticas. Y la música de Hisaishi en todas ellas ayuda mucho.

Bravo Clementine

Clementine dijo...

Gracias, Frank Jones. De acuerdo contigo en que son muy diferentes a las de Disney, y del resto de la animación, pero en absoluto aburridas, todo lo contrario, a mí me enganchan desde el minuto uno hasta el final, con esa mezcla además de fantasía y realidad tan... perfecta. Hisaishi es un genio musical y además está en la misma onda de Miyazaki en cuanto a sensibilidad y magia se refiere, forman un tándem magnífico.

maslama dijo...

¡me encanta Hayao Miyazaki! El castillo ambulante es una de mis películas favoritas. Precisamente estos días ando leyendo Yokai, Monstruos y Fantasmas en Japón que te recomiendo mucho, pues aparte de ser un libro precioso por sí mismo, ilustrado, sospecho que tiene mucho que ver con el imaginario de Miyazaki

Clementine dijo...

A mí también me encanta Miyazaki, maslama, me llega a maravillar. Ya tengo puesto este libro que me recomiendas en favoritos para que no se me olvide apuntármelo, seguro que me gusta,¡gracias!

miquel zueras dijo...

Clementine, lo siento pero es un chiste algo guarrete. Soy tímido y me da corte.
Besos. Borgo.

Clementine dijo...

No te preocupes, Miquel, ya me lo imaginaba y por eso te lo pregunté. ¿Tú tímido, cuándo? Besos, Borgo.

Alicia dijo...

Mágica, mágica y mágica. Qué coincidencia..

Clementine dijo...

Mágica, mágica, mágica, Alicia. Sí.