martes, 1 de marzo de 2011

Muerte en Venecia

Tras una crisis creativa, el compositor alemán Gustav von Aschenbach llega al Lido de Venecia con el fin de pasar una temporada de vacaciones en solitario y reflexionar y dar descanso a su cuerpo extenuado y enfermo.

Instalado en el Hotel Des Bains, llama su atención una familia de turistas polacos y especialmente Tadzio, un adolescente por cuya extremada belleza siente Gustav una especial fascinación.


El 1 de Marzo de 1971 se estrenaba en el Reino Unido “Muerte en Venecia” (Morte a Venezia), uno de los títulos más imprescindibles en la filmografía del director italiano Luchino Visconti.


Hecha en coproducción con Francia, la película basaba su argumento en la novela, escrita en 1912 por Thomas Mann, “Death in Venice” a través de un guión escrito por el propio Visconti y Nicola Badalucco, quien ya había colaborado con el director dos años atrás en “La caída de los dioses”.

Una historia contada a través de unas bellísimas imágenes firmadas por Pasqualino De Santis, responsable también de la fotografía de otros títulos de Visconti como “La caída de los dioses” o “Confidencias”, de películas de Ettore Scola como “Una jornada particular” o “La terraza”, o de la serie de televisión “Marco Polo”.

Y a través también de un certero montaje, muy acorde con el necesario ritmo pausado del film, de Ruggero Mastroianni, hermano menor del genial Marcello y artífice de otros títulos entre los que se encuentran “Giuletta de los espíritus”, “La armada Brancaleone”, “Amarcord” o “El Casanova de Fellini”.


Para dar vida a Gustav Aschenbach, Visconti eligió al actor inglés Dirk Bogarde, al que ya había dirigido anteriormente en “La caída de los dioses”. Acertadísima elección la del director italiano, pues Bogarde lleva a cabo aquí una de sus más grandes interpretaciones para la gran pantalla. 


Es, literalmente, Gustav Aschenbach. Y, según Visconti, el actor seguía siéndolo incluso cuando se retiraba a descansar a su apartamento tras un día de trabajo.


Más difícil fue escoger al muchacho que interpretaría al joven Tadzio. La larga búsqueda del actor ideal para este personaje, recorriendo para ello durante meses varias ciudades del centro y norte de Europa, dio origen incluso a un documental de la RAI, "Alla ricerca di Tadzio", donde aparece Visconti seleccionando a los distintos aspirantes.


Finalmente, fue elegido Björn Andrésen, un joven sueco de quince años que le dio a Tadzio toda la belleza y ambigüedad requerida por el personaje. Andrésen interpretaba aquí su segunda película para la gran pantalla, dirigiéndose después principalmente al mundo de la televisión.

Y completaban el reparto un gran plantel de actores, entre los que destacan Silvana Mangano, perfecta en su encarnación de la belleza madura de la madre de Tadzio, Marisa Berenson como Frau Aschenbach, la mujer del protagonista, y Franco Fabrizi como el peluquero del hotel donde se aloja el compositor.


En la novela de Thomas Mann, el personaje de Gustav Aschenbach es escritor, pero está basado en realidad en la figura del compositor austríaco Gustav Mahler, fallecido el año anterior a la publicación del libro de Mann.

En la adaptación cinematográfica de Visconti, Aschenbach se convertía en compositor, y se añadían episodios recordados en “flash-back” que reforzaban aún más su identificación con el genial compositor.


También el parecido físico del Aschenbach de Visconti con Mahler era notable, así como el de su mujer en la película con Alma, esposa del compositor austríaco.

Todo ello justificaba que Visconti recurriera a su música, la cual no le habían permitido utilizar anteriormente los productores de “La caída de los dioses”, siendo sin embargo en “Muerte en Venecia” absolutamente imprescindible e inseparable de tan bellas imágenes.


Y es que la banda sonora de “Muerte en Venecia” es un personaje más de la película, pero un personaje muy principal.

Luchino Visconti tenía pensado, en un primer momento, utilizar diferentes piezas del célebre compositor para las distintas escenas . Hasta que añadió el Adagietto de su 5ª Sinfonía a las imágenes y descubrió que encajaba a la perfección con el ritmo y color de la película, convirtiendo así esta maravillosa pieza en su leit-motiv musical. Además de Mahler, otros músicos como Beethoven o Mussorgsky se asomaban también a la banda sonora.


Muerte en Venecia” fue reconocida a nivel mundial en distintos certámenes. Entre otros, en los británicos Premios Bafta donde fue galardonada a la mejor dirección artística, mejor fotografía, mejor diseño de vestuario y mejor banda sonora, siendo también nominada a mejor película, mejor director y mejor actor (Dirk Bogarde). También fue candidata en 1972 al Oscar al mejor diseño de vestuario.

Y Luchino Visconti obtuvo el David de Donatello al mejor director, siendo también nominado a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.


Unas bellas imágenes que se funden en perfecta armonía con una magistral interpretación y una música prodigiosa.

Aquél que ha contemplado la belleza está condenado a seducirla o morir
(“Muerte en Venecia”)

17 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Bueno, bueno, menudo órdago cinematográfico se han lanzado usted y el Tirador con "Muerte en Venecia" y "Vértigo". Fíjese que yo creía, equivocadamente, que el papel del muchacho lo había interpretado Helmut Berger.

Clementine dijo...

Ya veo, Cahiers, pero ha sido un órdago involuntario. Al menos por mi parte, porque creo que el Tirador sí sabía que ésta iba a ser mi siguiente entrada.

El Tirador Solitario dijo...

Pues yo debo confesar...que no he visto "Muerte en Venecia"...
Creo recordar que hará doscientos años la pusieron en La Clave, y que vi la presentación de José Luis Balbín, y luego sólo me quede unos minutos con la película.
Pero claro, yo no era entonces el cinéfilo de fuste en que me he convertido hoy en día.

Pues sí, amigo Cahiers, me habían llegado rumores de este inminente estreno, y debo admitir que Clementine ha hecho una excelente promoción de la obra de Visconti, así que a mi sólo me queda verla...

Clementine dijo...

Eso, eso, Tirador, tú mírate la película como cinéfilo de fuste que eres ahora. E invita de paso a Cahiers a esa proyección.
Aunque os advierto a los dos que no sale ni una sola secuoya...

El Tirador Solitario dijo...

Ya habrás leido en mi blog el compromiso público que acabo de realizar, comprometiéndome proximamente a ver la película que nos ocupa, y eso sí, a falta de una buena secuoya como Dios manda, lo mismo nos sirve un buen canal.

¡Un abrazo!

Dickson dijo...

¿He leído secuoyas? Mis recuerdos me llevan de forma vertiginosa hacia una de mis favoritas, y no me estoy refiriendo al Retorno del Jedi y su luna boscosa.
En cuanto a "Muerte en Venecia", de la que he aprendido mucho con tu consistente entrada, me parece un sublime canto a la muerte.

Clementine dijo...

Sí, Dickson, has leído secuoyas. Y es que, entre los comentaristas presentes, hay dos defensores a ultranza (no te puedes imaginar hasta qué punto) de tu vertiginosa favorita... y de las secuoyas.
¿Deduzco bien que "Muerte en Venecia" te gustó?

Dickson dijo...

Si, claro. Lo del canto a la muerte, a la muerte y la belleza, para ser más exacto, no es en absoluto peyorativo, sino lo que a mi me sugiere Muerte en Venecia y la encuentro genial en su forma de mostrarlo al espectador.

Por otra parte, te agradezco tu interesante información sobre "botánica". Ahora ya me he puesto al corriente.

Clementine dijo...

Bien, bien, eso me parecía. Y no sabes cuánto celebro tu interpretación de "Muerte en Venecia", que es exactamente la mía.
Y de nada por la botánica explicación.

miquel zueras dijo...

Esta película es una de las poquísimas que me han gustado aún más que el libro en que está basada por la banda sonora y la interpretación -soberbia- de Dirk Bogarde. Me encanta el ambiente inquietante de Venecia cuando todo el mundo quiere ocultar la epidemia.Por cierto que la primera elección para el papel del sensual adolescente Tadzio fue Miguel Bosé. Me hubiera gustado ver ese documental que comentas. Saludos. Borgo.

Clementine dijo...

Sí, Miquel, a mí también me gustó bastante más la película que el libro. Bogarde, que siempre ha sido uno de mis actores favoritos, está aquí magistral y la música qué te voy a contar. No sabía lo de Miguel Bosé, qué cosas.
Más saludos.

Alicia dijo...

¡Qué tarde llego últimamente!
A mí también me gustó muchísimo. Y por todo lo que comentáis: interpretación, música, fotografía.. Es una peli envolvente (que lo dice todo y nada)y hechizante. Eso.

Clementine dijo...

Aquí nadie llega tarde, Alicia, y además este sitio no cierra nunca.
Tú lo has dicho, es una película envolvente, de principio a fin.

Roberto Béjar dijo...

No la he visto así que también me la apunto.
Curioso el dato de que Miguel Bosé pudo sido el elegido para interpretar a Tadzio. Si es que uno no para de aprender cosas nuevas cada vez que se asoma a este estupendo blog.
Besos.

Clementine dijo...

A ti te va a apasionar particularmente, Roberto, por su banda sonora, muy presente en la película. Si lo sabré yo... Mas besos.

El Tirador Solitario dijo...

Bueno, señores, tal y como me había comprometido publicamente, ya he visionado Muerte en Venecia.
Todos los prejuicios que tenía han saltado por los aires, ni aburrida, ni tediosa, ni nada que se le parezca. Estupenda película sobre el tormento, la belleza, casi la autodestrucción, e incluso el patetismo, las obsesiones...magistralmente narrada.
Una excelente película que he visto y disfrutado, gracias a este blog y su anfitriona.
¡Gracias!.

Clementine dijo...

¡A usted!