sábado, 4 de diciembre de 2010

Arrivederci, Mario


El cine italiano despedía el pasado 29 de Noviembre a uno de sus más imprescindibles directores. A los 95 años nos decía adiós Mario Monicelli, uno de los mayores exponentes de la mejor comedia italiana, generada en los años 50, con películas en las que se describía la sociedad del momento con ironía y sátira, pero también con una profunda amargura.


Nacido el 15 de Mayo de 1915 en Viareggio, ciudad situada en la región de la Toscana italiana, Monicelli ya realizó en 1934 su primer cortometraje. Al año siguiente, por su siguiente trabajo, "I ragazzi della via Paal", un mediometraje mudo codirigido con Alberto Mondadori, recibía un premio en el Festival de Venecia.


Trabajó como secretario de edición, ayudante de dirección y guionista, debutando en la dirección en 1949 con "Totó busca piso" junto con Steno, otro nombre importante del mejor cine italiano, con el que trabajaría en ocho títulos más.

Tras su colaboración con Steno, Monicelli comenzó una nueva etapa donde mezclaba en su cine el humor, lo patético y lo absurdo de forma muy inteligente y crítica. "Padres e hijos" y "El médico y el curandero" son obras destacadas del director en la década de los 50.


Junto  a "Rufufú", una divertidísima película que reunía a grandes nombres del cine italiano como Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni, Claudia Cardinale, Totó o Renato Salvatori.


Y "La gran guerra", otro no menos brillante guión que nos contaba, en clave cómico-patética, la historia de dos soldados cobardes (Gassman y Sordi) que acaban muriendo como héroes.


Durante las décadas de los 60 y 70 su labor cinematográfica no paró, cosechando éxitos de taquilla muy importantes como "La armada Brancaleone", considerada como una de sus mejores películas, "Los compañeros", "Mortadela" o "Habitación de hotel".

No teníamos pretensiones aunque es cierto que, sin quererlo, hacíamos política. Pero luego llegaron los críticos y organizaron teorías, buscaron significados, intelectualizaron la comedia, lo que en sí mismo es una contradicción. No éramos conscientes de la importancia de lo que estábamos haciendo. Era una vida dura. Te levantabas al alba y trabajabas de siete a siete. Llevábamos pan con salami y eso comíamos. Durante 15 años fuimos el centro de la creatividad, duró un par de generaciones"


Mario Monicelli formó parte, junto a directores como Vittorio De Sica, Pietro Germi, Dino Risi o Ettore Scola, de uno de los movimientos más interesantes y divertidos de la historia del cine italiano.

Trabajó con destacados protagonistas de este cine como Alberto Sordi, Totó, Sofía Loren, Marcello Mastroianni, Claudia Cardinale o Vittorio Gassman.


Tres de sus películas, "Rufufú",  "La gran guerra" y "La ragazza con la pistola"  fueron nominadas al Oscar a la mejor película extranjera.


Como director, obtuvo en cuatro ocasiones el Oso de Plata en el Festival de Berlin y en tres el italiano David de Donatello.

En 1991 le fue otorgado por su carrera el León de Oro en el Festival de Venecia. Y en 2007 el Premio a toda una vida en el Festival Internacional de Cine de Milán.


Grazie mille, Mario, por haber formado parte del mejor cine italiano y legarnos para siempre tu gran obra.

"El humor es la forma más penetrante de mirar. Un bisturí que va al fondo de las cosas. La comedia a la italiana surgió al contar argumentos muy dramáticos con humor"
(MARIO MONICELLI)

6 comentarios:

Jose Rufufú dijo...

Me vas a permitir que por una vez le ponga un toque amargo a los comentarios. Monicelli no tuvo una muerte natural, aunque a sus 95 años, y víctima de un cáncer, debería haberla tenido. Pero murió tras arrojarse desde el quinto piso del hospital en el que estaba, por no poder soportar los dolores de su enfermedad. En Italia, como en casi todo el mundo, la eutanasia está prohibida. Es más, el Estado es capaz de "secuestrar" a un enfermo en coma irreversible aunque su familia suplique que la dejen morir dignamente (el caso de Eluana). Sé que este no es el lugar para debatirlo, pero si las leyes fueran menos "proteccionistas", tal vez Mario Monicelli habría tenido una muerte digna. Tal vez el hospital podría haberle ayudado en sus últimos días con unos cuidados paliativos que al parecer no tuvo. En cualquier caso, acabó muriendo cuando quiso, y no cuando decidió Dios, o mucho peor, el Estado.
Reconozco que no he visto muchas de las películas de la filmografía de Monicelli, pero un tío que ha hecho Rufufú, merece el respeto, admiración, agradecimiento y simpatía de todos los que amamos un poco esto del cine.
Gracias por el post y perdón por la amargura.

Clementine dijo...

No sólo te permito este comentario, Jose Rufufú, sino que te lo publico con mucho orgullo, porque estoy totalmente de acuerdo contigo en todo lo que dices.
Yo sabía cómo ha muerto Monicelli, de hecho digo al principio "nos decía adiós", pero no suelo poner las causas de la muerte de alguien que nos deja porque ya hay demasiados programas en la tele que hacen demasiado hincapié en ello. En este caso, sin embargo, veo más que justificado que lo pongas tú en tu comentario.
Y por supuesto que alguien que ha hecho "Rufufú" merece un sitio de honor en la historia del cine. Yo te animo a que veas las otras películas suyas porque te pueden gustar más o menos, pero siempre es cine en letras mayúsculas. Eso seguro.
Gracias a ti por tu valioso comentario. Y a Monicelli, simplemente, por existir.

Roberto Béjar dijo...

Yo también había leído en la prensa el final tan dramático de Monicelli. Se le queda a uno la sangre helada. Descanse en paz.
No conozco su filmografía, pero me he propuesto ver "La gran guerra" y "Rufufú" como mi particular homenaje a este grande del cine. Siempre me ha gustado el cine italiano de posguerra, y creo que estas cintas no me van a defraudar.
Gracias por darme a conocer a ;ario Monicelli.

Clementine dijo...

Encantada de habértelo presentado, Roberto, es todo un honor para mí.
Y si te gusta el cine italiano de posguerra, seguro que te gusta Monicelli. Yo también veré estos dos títulos que citas como homenaje. El cine italiano de esta época siempre ha sido uno de mis favoritos.
Un beso... a la italiana.

Alicia dijo...

Vaya, qué triste final.. Me uno a este homenaje y, de paso, al deseo de que nos permitan elegir la "dignidad" de nuestra muerte.

Qué bueno el cine italiano de posguerra..Qué directores y qué actores, mamma mía

Clementine dijo...

Pues sí, Alicia, el cine italiano de esa época es de calidad en todos sus aspectos. E irrepetible.