lunes, 1 de marzo de 2010

Rafael de Penagos, más que una gran voz

El pasado 25 de Febrero nos decía tristemente adiós la genuina voz del señor Roper en “Un hombre en casa”, la de Huggy Bear en “Starsky y Hutch”, la del abuelo en “La familia Monster” y la del Conde Draco en “Ábrete, Sésamo”.


Voz que se nos hizo ya familiar en otras tantas series como “Poldark”, “Twin Peaks”, “Luz de luna”, “Mac Gyver”, “Hombre rico, hombre pobre”, “Espacio 1999”, “Falcon Crest”, “Colombo”, “Mac Millan y esposa”, “La ley de Los Ángeles”, “El increíble Hulk”, “Con ocho basta”, “El coche fantástico”, “Urgencias”, “Mc Cloud”, “El Equipo A”, “Yo, Claudio”…

En el mundo animado televisivo también reconocimos esta personalísima voz en personajes como Dix (“La vuelta al mundo de Willy Fog”), Richelieu (“D’Artacan y los tres mosqueperros”) o Miguel de Cervantes / Narrador en “Don Quijote de la Mancha”. Y en papeles episódicos de “Marco”, “Lucky Luke” o “Los Simpson”.


Pero no sólo disfrutamos de esta voz en la pequeña pantalla. Habitual de actores como Stan Laurel, Van Johnson, Robert Montgomery o Donald Pleasence, esta misma voz nos narró maravillosamente “Los Jueves, milagro”.

Y también nos deleitó a través de Claude Rains en “Casablanca”, de Peter Sellers en “El quinteto de la muerte”, de Harry Carey Jr. en “Centauros del desierto”, de Groucho Marx en “Amor en conserva” o de Roddy McDowall en “Cleopatra”.


Y a través de Renato Salvatori en “Rufufú”, de Ned Beatty en “Todos los hombres del Presidente”, de James Coburn en “El gran halcón”, de Terence Hill en “Tú perdonas, yo no”, de Alfredo Landa en “El verdugo” o de Alfredo Mayo en “55 días en Pekín”.

Fue la divertida voz de Ed Wynn (el hado padrino) en “El Ceniciento”, y la de Frank Sinatra en “Levando anclas”, la de Clifton Webb en “Niñera moderna” y la de Rod Taylor en “Gigante”.


También a través de Disney reconocimos esta voz en Grimsby, de “La sirenita”, o en el emperador de “Mulan”. Y en el personaje de Preston Whitmore en "Atlantis".

Rafael de Penagos, dueño de esta maravillosa voz, nació en Madrid en 1924. Hijo del dibujante Rafael de Penagos, inició su dedicación al doblaje durante los años 40 en Barcelona. Tras vivir un tiempo en Chile, hizo amistad en Argentina con Rafael Alberti y en Puerto Rico con Juan Ramón Jiménez.


En 1955 se instaló en Madrid y se reincorporó al mundo del doblaje, dedicación que compaginó con la poesía. En 1953 escribió “Sonetos del buen amor” y entre 1962 y 1963 otros dos libros de poemas. En 1964 obtuvo el Premio Nacional de Literatura con su obra “Como pasa el viento”.

Amigo también de Pablo Neruda y Jorge Luis Borges, Rafael de Penagos tiene quince libros publicados. Entre sus obras, “Cartas a León Felipe”, “Orilla del recuerdo”, “Memoria de doce escritores”, “Retratos testimoniales”, “Nueve siluetas” o “Poemas a Consuelo”.

Como actor, intervino en “Una chica de opereta”, “Abel Sánchez”, “Don Erre que erre”, “El crack II”, “Tiovivo c. 1950” y en las series “Turno de oficio” e “Historias del otro lado”.

Y también prestó su voz a documentales como “Voces en imágenes”, “Música en la Córdoba medieval”, “Palmo a palmo”, “Reportaje a Unamuno”, “Arte de América y España”, “La paleta de Velázquez”…

Director de doblaje de “El pecador y la bruja”, “La primera aventura”, “Los caballeros del Botón de Ancla” y “Calé”, Rafael fue  nombrado socio de honor de la Asociación de Actores de doblaje de Madrid.


Gracias, Rafael, por hacer de tu profesión un arte.

La pasión por la literatura se ha complementado
muy bien con el doblaje
(Rafael de Penagos)

8 comentarios:

Wolffo dijo...

A lo largo de los años, el desempeño de mi trabajo me ha dado oportunidad de conocer muchas cosas malas, pero algunas buenas, también. De entre las malas, nunca toleré mucho ni poco el que la gente no hiciera bien su trabajo y te hicieran perder el tiempo. Por eso valoro mucho a la gente que hace bien su trabajo. He tenido la suerte de conocer a muchos actores de doblaje (lamentablemente no a Rafael) y siempre me llamó la atención, de ellos, en un 99% de los casos, su asombrosa profesionalidad. Siempre nos quejamos de que ver el cine, o la tel, doblados, es una aberración y, en cierto sentido, es verdad. Pero quizá porque el español es un pueblo tan aberrante, hay que ver los grandísimos actores de doblaje que hay en España.
¡Larga vida a don Rafael!

Y gracias a ti por ¡recordárnoslo.

Clementine dijo...

Cuánta razón tienes, Wolffo. En lo de que no te guste la gente que no hace bien su trabajo por neglicencia y te hace perder tiempo (yo lo llevo muy mal también) y en lo de que en España el doblaje es, por lo general, profesional.
Gracias a mi padre, yo también he tenido la suerte de ver trabajar a actores de doblaje, y es una auténtica delicia. Siempre les he admirado. Además, soy buena reconociendo voces y mola pensar: "éste es Amadeus, éste el de Pocoyó y los documentales, éste es Kevin Costner/Bruce Willis, éste es Hutch...". Me faltó conocer al que doblaba a Paul Newman, mi voz favorita.
Pero es un mundillo que me encanta. Y me dan envidia sana.
Por eso, me uno a tu "¡Larga vida a don Rafael!" Y lo hago extensible como homenaje también a todos los demás, que creo que se lo merecen.
Besos.

Alicia dijo...

(Tengo que decir que sé que están desapareciendo mis anteriores comentarios de este blog, así que voy a desihibirme absolutamente sabiendo que, en breves, una virtual y misteriosa mano lo va a borrar.)
Yo estaba hecha un lío con Penagos, porque pensaba que el pintor, el escritor y el doblador eran la misma persona. Hala, ya lo he dicho.
Y me uno a ese aplauso admirativo por esta profesión de dobladores, porque lo hacen realmente bien.
(este mensaje se autodestruirá en 24 días)

Clementine dijo...

Aprovecho que tu comentario sigue aquí, Alicia, para comunicarte que el saber no sólo no ocupa lugar, sino que también te deshace algunos líos.
Y ya tú te lías con cualquier otra cosa.

Roberto Béjar dijo...

Totalmente de acuerdo con el comentario de Wolffo. En este país cuando se habla de doblaje es para despotricar, y estoy convencidísimo que detrás de grandes voces, como la del maestro Rafael que en paz descanse, se esconden actores de primeria línea.
Recuerdo que de pequeño su nombre se me hizo familiar a través de los créditos de la serie "La vuelta al mundo de Willy Fog". Qué buen reconocimiento para estos actores ver su nombre en pantalla. Ojalá cundiera más el ejemplo.
Saludos.

Clementine dijo...

A mí también me gusta cuando leo en los títulos de crédito los nombres de los actores de doblaje españoles. Porque es una forma de reconocerles su trabajo. Y eso siempre está bien.
Pero sólo lo he visto, creo, en las películas de Disney. Y en la serie de "David, el Gnomo", que también recuerdo que me quedaba hasta el final para leerlos en los créditos.
Y pienso, como tú, Roberto, que deberían aparecer siempre. Forman parte del equipo de la película como cualquier otro. ¿O no?

Anónimo dijo...

A Clementine.

El actor de doblaje que, habitualmente, a doblado a Paul Newman, consiguiendo una casi perfecta simbiosis sin precedentes en este mundillo se llama Rogelio Hernández. Lamentablemente, está hoy separado de esta profesión por motivos de salud, pero sigue y seguirá considerado como uno de los más grandes del doblaje.
En YouTube puedes verle si buscas:
doblaje 33 grandes

saludos

Clementine dijo...

Hola, Anónimo. Sí, sabía que la maravillosa voz en español de Paul Newman es de Rogelio Hernández, me aprendí pronto su nombre porque es mi voz de doblaje favorita. Me faltó mencionarlo en mi anterior comentario. Gracias de todas maneras por el apunte, creo que nunca está de más reconocer a todos estos grandes profesionales su excepcional trabajo. Un saludo.