Robert Culp, entrañable actor de la pequeña pantalla, nos decía tristemente adiós el pasado Miércoles.
Muchos de nosotros conocimos a Robert en 1984 como Bill Maxwell, simpático agente del FBI en “El gran héroe americano”, serie estadounidense estrenada allí en 1981 y coprotagonizada por William Katt y Connie Selleca.
Pero Culp ya era entonces un rostro conocido en nuestro país gracias a “Yo, espía” (1965), otra exitosa serie de televisión donde compartía cartel con Bill Cosby.
Robert fue nominado como mejor actor por esta serie al Globo de Oro. Por este papel fue además tres veces candidato a los Premios Emmy, y en una cuarta como guionista. Porque Culp también escribió los guiones de varios de los episodios de esta serie, y de otras como “El gran héroe americano” o “El hombre del rifle”.
Nacido el 16 Agosto de 1930 en Oakland (California), Robert Martin Culp llegó a Hollywood a final de la década de los 50, tras cursar estudios dramáticos en la universidad.
Rostro asiduo de la pequeña pantalla en un gran número de series, entre las que se encuentran “El hombre del rifle”, “Bonanza”, “El virginiano”, “El Superagente 86”, “Alfred Hitchcock presenta”, “Vacaciones en el mar”, “Hotel”, “Se ha escrito un crimen”, “Autopista hacia el cielo” o “Las chicas de oro”, Robert también trabajó en infinidad de películas para la televisión.
Y en la gran pantalla compartió cartel con Jane Fonda en “Un Domingo en Nueva York”, con Natalie Wood y Elliot Gould en “Bob, Carol, Ted y Alice”, con Ernest Borgnine, Jack Elam y Raquel Welch en “Hannie Caulder”, con Timothy Hutton en “Turk 182” y con Denzel Washington y Julia Roberts en “El informe pelícano”.
Culp destacó en los últimos años con su presencia, como Warren, en la serie televisiva “Todo el mundo quiere a Raymond”, y con su voz en la serie de animación “Robot Chicken”, donde incluso aparecía en un episodio como Bill Maxwell, su personaje en “El gran héroe americano”.
A raíz de su exitosa serie “Yo, espía”, Robert Culp y Bill Cosby entablaron una estrecha y duradera amistad. El personaje de Culp en la serie se llamaba Kelly Robinson. El de Cosby, Alexander Scott.
Ya en la década de los 90, Robert apareció en dos ocasiones como invitado en “La hora de Bill Cosby”. En uno de los episodios su personaje tenía por nombre Scott Kelly. En el otro (titulado “My spy”) era llamado, directamente, Kelly Robinson.
Y en 1994, los dos amigos volvían a rememorar la serie a través de “I spy returns”, una película hecha especialmente para la televisión.
Actor de gran altura física (1,88 metros) y gran inteligencia y brillantez verbal, Robert Culp forma ya parte, por derecho propio, de la historia del cine y la televisión americana.
Gracias, Robert, por tu simpatía y por tu buen hacer. Y hasta siempre, querido Bill Maxwell.
6 comentarios:
Mágníficas las tres últimas entradas, Cleminova, con tres magníficas personalidades masculinas del mundo del espectáculo. Para mí es imborrable el Steve McQueen de La Gran Evasión, justo en el momento antes de intentar saltar con la moto la valla. Intento que fracasará, pero la expresión de su cara cuando hace parar la moto para afrontar el salto imposible... en fin, supongo que eso es ser un gran actor: tener la capacidad de con un gesto, con una mirada, ganarte para su causa, por muy alocada que ésta sea.
De Robert Culp y Peter Graves no puedo decir gran cosa, salvo que me encantan estas entradas en las que recuperas rostros, nombres, voces que están asociados a un millón de recuerdos y que ni siquiera lo sabía.
Aunque a veces tarde en escribir, Clemsie, me encanta venir y leerte. Un beso enorme.
Para mí, Wolffo, es un lujo dedicarles mis entradas a estos rostros, nombres y voces. Creo que merecen toda mi atención.
En cuanto al personaje de McQueen en "La gran evasión", yo también creo que es imborrable, tan intrépido y tan humano. Que no se rinde y lo intenta una y otra vez. Y siempre con una sonrisa.
Seguro que cae en este blog algún día una entrada enterita para el capitán Hilts,porque es uno de mis personajes favoritos. Y ya McQueen se encarga de redondearlo, haciéndolo perfecto. Qué gran actor.
Pero es lo que tiene ser el "rey de la nevera". Y sin soltar el guante ni la pelota de béisbol...
A mí también me encanta que vengas, me leas y me comentes. Y ni se te ocurra dejar de hacerlo.
Más besos.
Yo tampoco puedo decir mucho de él, salvo que era un tipo simpático de verdad. Su interpretación del personaje de Maxwell(¿lo he puesto bien?)era lo mejor de la serie.
Descanse en paz también (a ver cuándo nos cuentas algún nacimiento o alguna comunión...)
Veo que mis mensajes se autodestruyen a una velocidad de vértigo ¿PERO QUÉ PAISSSSAAAA??
Pues sí, Alicia, a ver si dejan de irse estos grandes personajes, y puedo ya contaros otras cosas. Porque vaya racha...
Y en cuanto a tus comentarios desaparecidos, espero que sean los mismos que tengo ya fichados y que tú vas descubriendo ahora. Que no gana una para disgustos.
PD: Maxwell está muy bien puesto.
Lo que son las casualidades...
Hace unos minutos,escuchando un cd que me ha dejado una amiga mientras estaba leyendo, de repente uno de los temas me resulta sorprendentemente familiar y la vez lejano en la memoria. Echo un vistazo a la caja del cd y resulta que la camnción es el tema principal de la serie "El gran héroe americano". ¡Que buenos recuerdos me trae esa serie!
Así que me picó la curiosidad para ver qué era de los actores de esa serie, enredo en google, y mira por donde me entero del fallecimiento de Robert Culp. Descanse en paz.
Fantástico Culp en el papel de Bill Maxwell. Bordaba el papel de federal cascarrabias junto a William Katt haciendo de superhéroe patoso.
Saludos.
Yo también tengo buen recuerdo de esta serie, que por supuesto veíamos todas las tardes en casa y nos entretenía un rato. Y de su tema principal.
Pero lo que más me gustaba a mí de ella era, precisamente, el personaje de Bill Maxwell. Porque Robert Culp le hacía muy especial.
Yo conocí aquí a este actor y luego le he seguido en otras cosas. Y siempre me ha gustado.
Una pena que nos vayan dejando actores tan carismáticos y entrañables como él. Como se suele decir, nos queda su recuerdo.
Gracias, Roberto, por asomarte a este blog y sumarte a nuestro homenaje a, mira por dónde, tu tocayo.
Un beso.
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