“La dolce vita”, una de las películas más representativas de Federico Fellini, fue preestrenada en Italia tal día como hoy, 3 de Febrero, en 1960. Su estreno general llegaría dos días más tarde.
Carente de una estructura tradicional en su trama, el film presenta una serie de noches y mañanas a lo largo de la Via Veneto, en Roma, a través de los ojos de su personaje principal, Marcello (un genial Marcello Mastroianni), un columnista de chismes que pretende convertirse en novelista y que mantiene relaciones a un tiempo con su celosa amante Emma (Ivonne Furneaux), la sofisticada Maddalena (Anouk Aimée) y Sylvia (Anita Ekberg), una espectacular actriz americana a la cual sigue mientras ésta vaga por Roma. A lo largo del film se repite una y otra vez el tema de la falta de comunicación.
Con “La dolce vita” comienza una nueva etapa más autobiográfica de Fellini a través de una historia y un guión, en los que participó activamente el director, y una maravillosa banda sonora de su inseparable compositor, Nino Rota.
El film obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Oscar al mejor diseño de vestuario, siendo también nominada al mejor director, dirección artística en blanco y negro y guión original. También obtuvo una nominación a los Premios Grammy como mejor banda sonora.
“La dolce vita” aportó el término “paparazzi” al lenguaje popular. Este término derivaba de Paparazzo, el amigo fotógrafo de Marcello en la historia. “Paparazzo” (“paparazzi” es su plural) es una palabra de origen italiano que denomina al que tiene conducta de fisgón o entrometido.
Paul Newman fue considerado por el productor Dino de Laurentis para el papel principal de “La dolce vita”. Al desestimar Fellini a Newman, Laurentis propuso al actor francés Gérard Philipe, ya que consideraba que Marcello Mastroianni era demasiado blando y santurrón, un hombre de familia más allá del tipo que sólo busca aventura con las mujeres.
Por su parte, Fellini consideró a Henry Fonda para el papel de Steiner. Finalmente, el director se decidió por Alain Cuny, actor aconsejado por Pier Paolo Pasolini. El propio Pasolini participó en el guión de “La dolce vita”, aunque no apareció en los créditos.
La famosa escena de la Fontana de Trevi fue rodada en el mes de Marzo, cuando las noches aún eran muy frías. Según Fellini, Anita Ekberg no tuvo ningún problema en permanecer ahí durante horas. Marcello, sin embargo, llevaba un traje de neopreno debajo de su ropa y aún así no le era suficiente.
“Eres la primera mujer del primer día de la creación. Eres madre, hermana, amante, amiga, ángel, diablo, tierra, hogar”
Actriz y modelo sueca, Anita Ekberg fue Miss Suecia en 1950 y llegó a competir como Miss Universo.
Tras aparecer en títulos como “Loco por Anita” y “Guerra y paz”, le llegó la fama mundial de la mano de Sylvia, su personaje en “La dolce vita”.
Tras otra serie de papeles, Anita se retiró del cine para dedicarse más a su trabajo como modelo. En 1996 Bigas Luna la rescató para su “Bámbola”.
“Fellini nos hizo sentir a todos muy cómodos. Quería que la gente estuviese relajada para que su verdadera forma de ser se viera reflejada en la película. Quería dejar de lado la ficción y transformarlo en algo real”
(Valeria Ciangottini, Paola en “La dolce vita”)
(Valeria Ciangottini, Paola en “La dolce vita”)
Condenada por el Vaticano, no fue estrenada en España hasta 1981. Mientras, la mayoría de los críticos la ensalzaban. Hoy, 50 años después, “La dolce vita” es una indiscutible joya de la historia del cine.
4 comentarios:
Vaya bellezón, la Annita..
Es un peliculón, pero algo desesperanzador ¿no? Al menos yo así la recuerdo...
bona vita per tuti!
Sí, es algo desesperanzadora pero también refleja la realidad de la incomunicación del ser humano en muchas ocasiones, cada personaje aquí va por un camino distinto. Y tiene su lado triste, claro, pero es una gran película.
Bona vita per te!
Como tú has contado prácticamente todo de esta maravillosa película, pues no puedo añadir nada.
Bueno sí:
Hay un cómic del maestro italiano Nilo Manara, un dibujante muy asociado (y con razón) al erotismo, sobre Mastroiani y Fellini. En él, Marcello se convierte literalmente en el alter ego de Federico (como siempre), mezclando el argumento de "Fellini 8 y 1/2" con el de "La dolce vita", otras paranoias de Fellni y las ensoñaciones de Manara. Es una delicia. Se llama "Viaje a Tulum" y se dice de él que es el último guión de Fellini (es que no lo había dicho: dibuja Manara, pero escribe Fellini). Sus lo recomiendo un güevo.
Otra tontuna: la última vez que estuve en Roma, primera vez con mi chica, nos pusimos a buscar sin mapa de por medio la Fontana de Trevi (los que conzcáis Roma sabréis que no está en una plaza enorme y fácilmente localizable, sino en un rincón del centro). Yo me inventé una leyenda que dice que es fácil encontrar la fuente si aguzas el oído, porque si cierras los ojos y te empeñas, se oye una voz que te llama desde la Fontana diciendo: "¡Marcello! ¡Vieni!".
No sé cómo lo hicimos, pero la encontramos a la primera. Supongo que Anita sigue en la fuente, que le parece una ordinariez que la gente eche monedas, y que ese día nos llamó. Mi chica y yo la oímos.
Gracias, Jose de Trevi, por la información de ese cómic. Buscarélo, pues me encantan Fellini y Marcello.
Y gracias también por esa fantástica leyenda sobre la Fontana de Trevi. Si voy un día a Roma, seguiré tus indicaciones. A ver si también me esperan en la fuente Federico y Marcello.
Bona vita per te too!
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