miércoles, 8 de agosto de 2012

Bambi


El escritor austríaco Felix Salten publicaba en 1923 “Bambi, una vida  en el bosque” (Bambi, Eine Lebensgeschichte aus dem Walde), un cuento que fue traducido al inglés en 1928.


En 1933, el productor y director estadounidense Sidney Franklin decidía llevar este libro a la gran pantalla como película de acción real. La tecnología de la época no era la más adecuada para lo que  tenía Franklin en mente, así que el proyecto se retrasó unos años…

Ya en 1937 y tras ver “Blancanieves y los siete enanitos”, Sidney Franklin le hablaba a Walt Disney de Bambi aunque ya como película de animación…


Y Disney, por supuesto, aceptaba de inmediato poniéndose manos a la obra con esta película que, en un principio, pretendía lanzar como el segundo largometraje de los estudios. La perfección de Walt y su búsqueda de realismo retrasó significativamente el proyecto hasta el punto de ser estrenados antes que “Bambi  otros títulos como  “Fantasía”, “Dumbo”, “Pinocho” y “El dragón chiflado”. 


Principalmente dirigida por David D. Hand y Perce Pearce, la historia de Bambi era adaptada en forma de guión para la gran pantalla por Larry Morey, compositor americano ya conocido por sus mágicas letras de las canciones de otros clásicos del estudio como la citada “Blancanieves y los siete enanitos” o el cortometraje “Ferdinando, el toro”.


Morey también fue el creador de las letras de cuatro de los temas musicales de “Bambi”: “Litle April shower”, “Love is a song”, “Let’s sing a gay little spring song” y “Looking for romance (I bring you a song)”…

Frank Churchill, Edward H. Plumb y Larry Morey

… maravillosos temas que formaban parte de una magistral banda sonora cuya música firmaban Frank Churchill (que ya nos había regalado las partituras de cortometrajes como “Los tres cerditos” y largometrajes como  “El dragón chiflado” o “Dumbo”) y Edward H. Plumb (que hacía aquí su segundo trabajo como compositor tras debutar también con  Disney en 1938 con el corto “Mother Goose goes to Hollywood”).

Bambi” fue la primera y una de las escasas veces en que las canciones no fueron interpretadas por cualquiera de los personajes de la película, sino fuera de pantalla por un solista o un coro.


También de forma inusual para la época, Walt Disney decidía en esta ocasión que las voces de los personajes principales de pequeños fueran dobladas por niños en lugar de por adultos simulando voces infantiles.


Donnie Dunagan debutó con cuatro años en la gran pantalla, participando después en títulos cinematográficos como “El hijo de Frankenstein” o “La torre de Londres”.


Dunagan contaba ocho años de edad cuando fue elegido para la voz del pequeño Bambi. Donnie también fue el modelo para las expresiones faciales del cervatillo.

En la versión latina, el pequeño Bambi nos hablaba a través de la niña Pili González.


El personaje de Tambor (mi favorito de esta película) no aparecía en la novela original de Saltens. Fue añadido por el propio Disney para darle un tono más comico al conjunto del guión.


A sus seis años de edad, Peter Behn hizo una prueba con otros niños para la voz del personaje de la madre de Tambor. Al director de casting no le valió la prueba de Peter, pero a los animadores de Disney les encantó su voz así que el niño fue convocado de nuevo…


En esta segunda ocasión, Peter no sólo fue elegido para doblar al mismísimo Tambor sino que además los dibujantes se basaron en la interpretación vocal del niño para diseñar a este maravilloso personaje.

Edmundo Santos Jr., hijo del actor y director de doblaje Edmundo Santos (personaje fundamental del mundo Disney) le prestó su voz al pequeño Tambor en su versión latina.


A la pequeña Flor la oímos a través de los niños Stanley Alexander y Rosita González (sí, la hermana de ya citada Pili) en la versión original y latina, respectivamente.


Cammie King Conlon era la voz de la pequeña Falina en la versión original. Tres años atrás, el espectador americano había descubierto a Cammie en el papel de Bonnie Blue Butler, la hija de Rhett y Scarlett en “Lo que el viento se llevó”, debut en la gran pantalla de esta pequeña actriz.

Nosotros escuchamos a la pequeña Falina a través de “Almendrita”.


The Maine Development Commission envió al estudio Disney dos cervatillos, de nombre Bambi y Faline, que permanecieron ahí mientras los animadores estudiaban sus movimientos y comportamiento para ser después liberados en el cercano Griffith Park.



Un año entero emplearon estos animadores estudiando y dibujando ciervos y cervatillos para perfeccionar el aspecto de Bambi y los demás de su especie. La dificultad principal estribaba en que los venados son difíciles de dibujar en términos humanos por tener los ojos a ambos lados de la cara y una boca que no se presta a la más mínima expresión.




En última instancia, el animador Marc Davis resolvió estas dificultades infundiendo a Bambi los rasgos de un bebé humano.

Lo más difícil era conseguir el dibujo de las astas de los ciervos lo  más precisas posibles debido a las distintas perspectivas. Así que se recurrió a un molde de yeso de unos cuernos reales que fueron filmados en todos los ángulos posibles.


Actor americano de cine y televisión que había debutado en la gran pantalla en 1933 y participado ya en títulos como “20.000 años en Sing Sing”, “Sabotaje” o “El orgullo de los yanquis”, Hardie Albright  le prestaba su voz al joven Bambi.

A nosotros nos hablaba el joven Bambi a través de Luis Bayardo.


Al joven Tambor le prestaba su voz Tim Davis, en cuya filmografía se incluyen títulos como “Sinfonía de la vida”, “Ciudadano Kane” o la más reciente “Birdy”.

Salvador Nájar fue el joven Tambor en la versión latina.


Y la joven Flor contaba con un intérprete de voz de auténtico lujo: Sterling Holloway, quien había debutado en la gran pantalla en 1927 y llevaba ya tras de sí una larguísima carrera como actor cinematográfico con títulos como “La locura del dólar”, “La Venus rubia”, “La viuda alegre”, “Juan Nadie”, “El mundo está loco, loco, loco”… y en el mundo animado de Disney ya había sido la voz de Mr. Store en  “Dumbo”.


Tras oírle como la joven mofet… perdón, la joven Flor, volveríamos a disfrutar con Holloway como uno de los narradores de “Los tres caballeros”, el narrador de “Pedro y el lobo” y “Mickey y las judías mágicas”, el gato de Cheshire de “Alicia en el País de las Maravillas” (Sterling ya había interpretado a una rana en la versión de este cuento en imagen real dirigida por Norman Z. McLeod en 1933), el narrador de “Lambert, el león cobarde”, el ratón Amos de “Franklin y yo”, Winnie Pooh en sus cortometrajes clásicos, la serpiente Kaa de “El libro de la selva”, Roquefort en “Los aristogatos”… Grandísimo Sterling Holloway, toda una leyenda Disney.

Arturo Mercado fue para nosotros la joven Flor.


Ann Gillis debutó a los siete años de edad en la gran pantalla participando después en títulos como “El gran Ziegfeld” o “El jardín de Alá” antes de hacerse tremendamente popular en 1938 como la Becky Tatcher de la versión clásica de “Las aventuras de Tom Sawyer”. Ann intervino también en “Beau Geste”, “Edison, el hombre” o “El cielo y tú” antes de prestar su voz, ya con quince años de edad, a la joven Falina.

Para nosotros la joven Falina fue Diana Santos, hija de Edmundo Santos y sí, hermana de Edmundo Santos, Jr., la voz latina del pequeño Tambor en esta misma película.


La madre de Bambi tomaba prestada su voz en el original de Paula Winslowe, actriz que debutó precisamente con este papel para dedicarse después en exclusiva al mundo televisivo participando en series como “Te quiero, Lucy” o “Perry Mason” y poniendo la voz a varios personajes de “Los Picapiedra”. Paula también apareció brevemente en  “Con la muerte en los talones”.

Amparo Garrido fue para nosotros la madre de Bambi.


El actor teatral Fred Shields hizo también su debut cinematográfico en “Bambi” prestándole su voz al Gran Príncipe del Bosque. Shields fue después el narrador de “Saludos amigos”, “Los tres caballeros” y varios cortometrajes de la factoría Disney.

La versión latina del Gran Príncipe del Bosque nos era ofrecida por Carlos Petrel.


La madre de Tambor (y de todas sus hermanas) hablaba en el original a través de Margaret Lee, actriz que había debutado en la gran pantalla en 1927 y llevaba un total de catorce títulos cuando fue elegida para formar parte de “Bambi”. Cuatro años más tarde, Margaret se retiraba del cine.

María Santander era la madre de Tambor en su versión latina.


El simpático Señor Búho de “Bambi” tomaba prestada su voz original del veterano actor Will Wright, quien a  lo largo de su carrera participó en títulos cinematográficos tan clásicos como “Sabotaje”, “Seis destinos”, “El mayor y la menor”, “Perversidad”, “Noche eterna”, “La costilla de Adán”, “Niágara”, “Johnny Guitar”, “La herencia del viento”… y en infinidad de series televisivas.

Nosotros oímos al Señor Búho a través de Luis Manuel Pelayo.


La actriz Marie Lansing se ocupaba en el original de las voces de Tía Ena (la madre de Falina) y de la Señora Zarigüeya.  Lansing había debutado en la gran pantalla en 1929, dedicándose tras “Bambi” en exclusiva al mundo televisivo, participando en infinidad de series como “Te quiero, Lucy”, “Doctor Kildare o “Embrujada”.

Nosotros oímos a la tía Ena a través de Magdalena Ruvalcaba.


Y Marion Darlington interpretaba el sonido de los pájaros en “Bambi”. Y en “Blancanieves y los siete enanitos”, en “Pinocho” y, más adelante, en “La Cenicienta”.

Completaban el excepcional reparto de voces en el original Thelma Boardman, Thelma Hubbard, Bobette Audrey, Janet Chapman, Jeanne Christy, Dolyn Bramston Cook, Jack Horner, Babs Nelson, Sandra Lee Richards, Francesca Santoro y Elouise Wohlwend.


Producida por Walt Disney para la Walt Disney Productions, “Bambi” (Bambi) fue estrenada en Londres,  hace hoy ya 70 años, el 8 de Agosto de 1942. Por increíble que parezca, no tuvo demasiado éxito en taquilla llegando a perder dinero, aunque recuperó considerablemente su coste en su relanzamiento de 1947.


Obtuvo tan sólo tres nominaciones en los Premios Oscar: mejor banda sonora, mejor canción (“Love is a song”) y mejor sonido. Años más tarde, Walt Disney recibiría un Globo de Oro especial por este maravilloso largometraje.

Para diseñar las escenas de “Bambi”, Disney viajó a Argentina en 1941 y allí se inspiró en los bosques de la provincia de Neuquéns, al suroeste de Argentina.






Los extraordinarios fondos de “Bambi” tenían como base los dibujos del también extraordinario artista chino Tyrus Wong, quien trabajó para los estudios de 1937 a 1941.

En 2011 “Bambi” fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos para su preservación en el Registro Nacional de Cine como cultural, histórica y estéticamente significativa.


Al final de los maravillosos títulos de crédito iniciales de “Bambi”, muy bien acompañados por el tema musical “Love is a song”, aparece la siguiente dedicatoria: “A Sidney A. Franklin nuestro sincero agradecimiento por su inspirada colaboración”.


Sí, Tambor, también va dedicada esta entrada a Sidney A. Franklin. Y a Felix Salten, a Walt Disney, a sus animadores, a sus músicos, a los cervatillos reales… Y a la madre de Bambi.

13 comentarios:

Manderly dijo...

Me encantan las películas Disney de esa época, supongo que porque creí con ellas.
Me resulta muy curioso ver las voces de los personajes de animación a los que les vemos muchas semejanzas.
Saludos.

Pepe Cahiers dijo...

Como siempre, excelente artículo e increíble documentación. Le felicito.
La verdad es que, a lo largo de estos años, he perdido cierta pasión respecto a esta época de los estudios Disney, algo remilgada y, en ocasiones demasiado cursi, aunque el mérito es admirable como pionero de un arte extraordinario.

A-B-C dijo...

No se te escapa ni un título. Bambi no es mi favorita, incluso siempre me inspiró mucha tristeza, como los dibujos de Marco, cean una suerte de trauma infantil.
Un gusto leerte,

Clementine dijo...

Aparte del hecho de que crecimos con ellas, Manderly, que también las hace más entrañables, está la maestría de esos dibujos, esos fondos y todo sin ordenador de por medio. A mí también me gusta lo de poner cara a las voces que además forman parte importante en la película. Saludos.

Muchas gracias, Cahiers. A mí Disney nunca me ha parecido cursi ni remilgado y te aseguro que después de ver los dibujos de ahora (incluso los del propio estudio y no me refiero a los de Pixar) es una auténtica gozada volver a ver "Bambi", una auténtica maravilla visual.

¡¡Hola, A-B-C, qué sorpresón más agradable!! No recuerdo yo que Bambi me traumatizara de pequeña aunque nunca me gustó lo de que mataran a su madre y sigue sin gustarme, no lo llevo nada bien. Pero me parece una de las mejores películas de la factoría Disney, una pequeña obra maestra.
Un gusto que me leas.

miquel zueras dijo...

La muerte de la madre de Bambi traumatizó a más de una generación. Recuerdo a Dunagan en el papel del hijo del Dr.Frankenstein (Basil Rathbone) en la subvalorada "El hijo de Frankenstein".
Ah, Tambor es también mi personaje favorito. Besos. Borgo.

Clementine dijo...

Me daba a mí en la nariz que tú ibas a conocer al pequeño Dunagan por esa película, Miquel, ¿verdad que me crees?. Me alegra compartir personaje favorito contigo, qué buen gusto tenemos. Besos,Borgo.

Marcos Callau dijo...

Me parece imposible ver "Bambi" sin emocionarse. O te gusta "Bambi" o no tienes corazón. Excelente tu artículo Clementine, te felicito. Aunque es de las más antiguas de Disney todavía resultan admirables sus dibujos. Menso mal que no se llevó a cabo el primer proyecto que se tenía en mente para la gran pantalla. Esta historia estaba diseñada para Disney. Besos.

Alicia dijo...

Yo soy otra de las traumatizadas por la muerte de la madre de Bambi, no me cabía en la cabeza tanta crueldad...
Bueno, más o menos lo he superado y la peli me parece una preciosidad
¿Te acuerdas del album de cromos, Clementine??

Clementine dijo...

Gracias, Marcos, y di que sí, o te gusta "Bambi" o no tienes corazón, así, sin más... Y también estoy de acuerdo contigo en que esta historia llevaba el sello Disney. Besos, me alegra verte de nuevo por aquí.

Es que no puede ser, Alicia, con lo buena que es la madre... ¿Album de cromos? ¿Y dónde está, que no lo tengo yo?

El Tirador Solitario dijo...

Saludos,tres el obligado paréntesis olímpico (no es que haya estado en Londres compitiendo, es que me lo he pasado pipa delante del televisor, viendo atletismo, baloncesto, y por supuesto, voleibol femenino).

Recuerdo de pequeño que tenía un libro chulísimo de películas Disney,en formato cómic, y con fotogramas de las mismas...Bambi era de mis favoritas, y para no ser menos, el personaje de Tmabor también mi favorito...de todos esos clásico me quedo con Pinocho..me parece una delicia!!

Saludos estivales, calurosos y ¡ay! postolímpicos (sic transit gloria mundi)

Clementine dijo...

Saludos, olímpico Tirador, me alegra que hayas disfrutado delante del televisor, eso siempre es bueno. Tambor es lo más y "Pinocho" otra obra de arte animada (que ya se ha asomado por aquí) con unos fondos de ensueño.
Más saludos de todos ésos.

Roberto Béjar dijo...

Muchas gracias de nuevo por hacer justicia con los actores de doblaje, cuyas voces, como nos explicas, son tan determinantes que pueden influir en la apariencia final del personaje, como en el caso de Tambor. Curiosísimo.
Los fondos de los largometrajes animados de aquella época eran una pasada, auténticas obras de arte.
Besos!!

Clementine dijo...

¡Hola, Roberto, qué alegría verte! De nada, para mí el actor de doblaje ha sido siempre elemento fundamental en una película y éstos de los dibujos animados en concreto me dan mucha envidia sana. Estos fondos de Disney son insuperables. Más besos para ti!!