Querría darte las gracias por todo lo que me has transmitido siempre, como actor y como persona. Las lágrimas se empeñan en pedirme paso, tu marcha me deja una tristeza inmensa...
Te vi por vez primera en 1977, en "El diluvio que viene", bella obra musical en la que dabas vida a Totó. Yo era una niña. Y ya tan afortunada... Tú, en el escenario. Y yo viendo la obra. Absolutamente hipnotizada. Guardo el folleto. Como un tesoro.
Con los años, iba creciendo también yo como cinéfila.
Y te iba descubriendo como el farmacéutico Segismundo Ballester en la serie televisiva "Fortunata y Jacinta", como Don Manuel, el doctor en "Los santos inocentes"...
... o como Consorcio López en "La colmena".
Y seguí descubriéndote en películas. Como Claudio en "Stico", como Manolo en 'El abuelo tiene un plan', como Picalagartos en 'Luces de bohemia'...
... como Nacho en "Margarita se llama mi amor", como Miguel Montero en "Los guardiamarinas"...
... y en "Al ponerse el sol", junto a Raphael; en "Saeta del ruiseñor", junto a Joselito...
También te fui descubriendo en otras obras de teatro, gracias a los espacios dedicados al teatro que nos ofrecía la pequeña pantalla. Y en más series televisivas. "Curro Jiménez", "Cervantes", "Ramón y Cajal", "Juanita la Larga"...
Y "Juncal". Tu entrañable Bernardo Álvarez, hermano del protagonista al que daba vida tu gran amigo, casi hermano, Paco Rabal. Qué bonito personaje nos regalaste en esta serie, querido Manuel.
Y en más personajes de película. Pruden en "Ahí va otro recluta", el Sotillo en "Llanto por un bandido", el tío en "Epílogo"...
... Camborio en "Sabían demasiado"...
... Antonio en "El hombre de la isla"...
Y otros muchos, muchísimos títulos. Porque tu filmografía es inmensa, en cine y en televisión.
Y no sólo en nuestro país. También más allá de nuestras fronteras.
Trabajaste bajo la dirección de Ettore Scola, y compartiendo cartel con Alberto Sordi y Nino Manfredi en "Mister Sabatini... África... allá vamos".
Y también dirigido por Scola, esta vez junto a Marcello Mastroianni, en "El demonio de los celos".
También aparecías en el western "La muerte de un presidente"...
... y en "Siete pistolas para los McGregor"...
Y en un larguísimo etcétera, Manuel. Porque has sido uno de nuestros actores más internacionales.
Tuve el grandísimo honor de conocerte en persona. Tú no te acordarás, pero yo estaba tras una de las dos cámaras de estudio de aquel plató televisivo donde se hizo aquel casting. Y recuerdo tu discreción y consideración hacia todos los que estábamos allí.
Tengo tanto que agradecerte que me quedo sin papel.
Gracias por compartir desde tus inicios, con nosotros, tus espectadores, tu arte, tu saber estar, tu simpatía, tu saber hacer, tu profesionalidad, tu maestría.
Así serás recordado. No hay otra forma de verte.
Con cariño, muchísimo cariño.
Y agradecimiento, infinito agradecimiento.
Vuela muy alto, Manuel Zarzo.
Y haz feliz a los que te acompañan ahí arriba.
Como nos hiciste a nosotros, aquí abajo.
Buen viaje, queridísimo Manolo Zarzo. Y gracias infinitas.
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