Jackie Cooper era Jim Hawkins y Wallace Beery era Long John Silver en “La isla del tesoro” (Treasure island), adaptación clásica de 1934, dirigida por Victor Fleming, de la novela homónima que el escritor escocés Robert Louis Stevenson publicaba en 1883.
Jean Seberg, David Niven y Deborah Kerr, dirigidos por Otto Preminger, daban vida en 1958 a Cécile, Raymond y Anne, respectivamente, en “Buenos días, tristeza” (Bonjour, tristesse), adaptación cinematográfica de la novela homónima publicada en 1954 por la escritora francesa Françoise Sagan.
Lisa Berndle era Joan Fontaine y Stefan Brand, Louis Jourdan en “Carta de una desconocida” (Letter from an unknown woman), título dirigido en 1948 por Max Ophüls que basaba su historia en la preciosa novela de mismo nombre que el escritor austríaco Stefan Zweig publicaba en 1922.
Sully Sullivan… o un encantador Paul Newman en “Ni un pelo de tonto” (Nobody’s fool), título dirigido en 1994 por Robert Benton que adaptaba a la pantalla la novela homónima del escritor estadounidense Richard Russo, publicada en 1993.
Andrew Knott, Heydon Prowse y Kate Maberly daban vida, respectivamente, a Dickon, Colin y Mary en “El jardín secreto” (The secret garden), adaptación cinematográfica, dirigida en 1993 por Agnieszka Holland, que basaba su historia en la novela homónima que la escritora británica Frances Hodgson Burnett publicaba en 1911.
Laurence Olivier y Merle Oberon inmortalizaban en la gran pantalla a Heathcliff y Cathy, bajo la magistral dirección de William Wyler, en “Cumbres Borrascosas” (Wuthering Heights, 1939), exquisito clásico del cine basado en el clásico literario de mismo nombre publicado en 1847 por la escritora inglesa Emily Brontë.
Holly Golightly… o una encantadora Audrey Hepburn en “Desayuno con diamantes” (Breakfast at Tiffany’s), mítico título de la gran pantalla, estrenado en 1961 bajo la dirección de Blake Edwards, que tenía como base literaria la novela “Desayuno en Tiffany’s” publicada en 1958 por el escritor estadounidense Truman Capote.
Tomando como base la novela “El padre de Frankenstein” publicada en 1995 por el escritor neoyorkino Christopher Bram, Bill Condon dirigía tres años después “Dioses y monstruos” con un magistral Ian McKellen en el papel del director cinematográfico James Whale.
En “La heredera” (The heiress), dirigida en 1949 por William Wyler, Olivia de Havilland hacía una espléndida composición de su personaje, Catherine Sloper, protagonista de esta adaptación cinematográfica de la novela “Washington Square”, publicada en 1881 por el escritor estadounidense Henry James.
Omar Sharif era en 1965 el maravilloso Yuri en “Doctor Zhivago”, extraordinaria adaptación, dirigida por David Lean para la gran pantalla, de la novela homónima escrita en 1957 por el escritor ruso Boris Pasternak.
Quasimodo era interpretado en 1939 por Charles Laughton en “Esmeralda, la zíngara” (The Hunchback of Notre Dame), adaptación para la gran pantalla, dirigida por William Dieterle, de la novela “Nuestra Señora de París”, escrita por el autor francés Victor Hugo y publicada en 1831.
Spencer Tracy daba vida al protagonista de “El viejo y el mar” (The old man and the sea), adaptación cinematográfica dirigida en 1958 por John Sturges que basaba su historia en la novela homónima que el escritor americano Ernest Hemingway publicaba en 1952.
José Luis Cuerda dirigía en 1987 a un genial Alfredo Landa como Malvís/Bandido Fendetestas en “El bosque animado”, título destacado de nuestro cine que basaba su historia en la novela homónima que el escritor español Wenceslao Fernández Flórez publicaba en 1943.
Peggy Ann Garner nos regalaba una maravillosa interpretación de Jane Eyre de niña en “Alma rebelde” (Jane Eyre), preciosa adaptación a toda pantalla dirigida por Robert Stevenson basada en “Jane Eyre”, la inmortal novela que la escritora inglesa Charlotte Brontë publicaba en 1847.
Paco Rabal nos maravillaba en 1984 con su magistral composición de Azarías en “Los santos inocentes”, uno de los mejores títulos de nuestra filmografía que estaba dirigido por Mario Camus y basaba su historia en la novela homónima de nuestro querido Miguel Delibes, publicada en 1981.
Clint Eastwood era Robert Kincaid en “Los puentes de Madison” (The bridges of Madison County), un precioso título dirigido en 1995 por el propio Eastwood que tomaba como base para su historia la novela homónima que el escritor americano Robert James Waller publicaba en 1992.
En 1962 Sue Lyon daba vida a Lolita en “Lolita” (1962), dirigida por Stanley Kubrick en una historia basada en la novela homónima del escritor ruso Vladimir Nabokov, publicada en 1955.
Artful Dodger, Fagin y Oliver… o tres magníficos Jack Wild, Ron Moody y Mark Lester en “Oliver!”, maravilloso musical cinematográfico dirigido en 1968 por Carol Reed que adaptaba "Oliver Twist", la inmortal novela que el escritor inglés Charles Dickens publicaba en 1839.
Laurence Olivier era un elegantísimo Maxim de Winter en “Rebeca” (Rebecca), adaptación para la gran pantalla, dirigida en 1940 por Alfred Hitchcock, de la novela homónima escrita por la autora británica Daphne du Maurier en 1938.
Robert Redford daba vida a un impecable Jay Gatsby en “El gran Gatsby”, adaptación cinematográfica, dirigida en 1974 por Jack Clayton, de la novela homónima del escritor americano Francis Scott Fitzgerald, publicada en 1925.
Michael Caine y Sean Connery eran, respectivamente, Peachy Carmichael y Daniel Dravot en “El hombre que pudo reinar” (The man who would be king), adaptación a toda pantalla, dirigida en 1975 por John Huston, de la novela homónima escrita por el autor británico Rudyard Kipling en 1890.
En 1936, un magistral C. Aubrey Smith nos regalaba su particular Conde de Dorincourt en “El pequeño Lord” (Little Lord Fauntleroy), maravillosa adaptación para la gran pantalla, dirigida por John Cromwell, de la novela homónima de Frances Hodgson Burnett, publicada en 1885.
Phileas Fogg era encarnado en la pantalla por David Niven, nadie mejor que él, en “La vuelta al mundo en ochenta días” (Around the world in eighty days), adaptación cinematográfica de 1956 dirigida por Michael Anderson sobre la novela homónima que el escritor francés Julio Verne publicaba en 1873.
Louis Jourdan era Rodolphe Boulanger y Jennifer Jones, Emma Bovary en “Madame Bovary”, clásico dirigido en 1949 por Vincente Minnelli que adaptaba a la pantalla la novela homónima del escritor francés Gustave Flaubert, publicada en 1857.
Vivien Leigh era una perfecta Scarlet O’Hara en “Lo que el viento se llevó” (Gone with the wind), adaptación a la gran pantalla, dirigida en 1939 por Victor Fleming, de la novela homónima de la escritora estadounidense Margaret Mitchell, publicada en 1936.
Margaret O’Brien, Janet Leigh, June Allyson y Elizabeth Taylor eran, respectivamente, Beth, Meg, Jo y Amy March, las cuatro hermanas de “Mujercitas” (Little women), clásica adaptación cinematográfica, dirigida en 1949 por Mervyn LeRoy, de la inmortal novela homónima que la escritora estadounidense Louisa May Alcott publicaba en 1868.
José Sacristán nos regalaba un maravilloso y entrañable Martín Marco en “La colmena”, adaptación cinematográfica, dirigida en 1982 por Mario Camus, de la novela homónima de Camilo José Cela publicada en 1951.
El director Ladislao Vadja nos presentaba en 1955 a un maravilloso Marcelino interpretado por Pablito Calvo en “Marcelino pan y vino”, adaptación de la preciosa novelita que el escritor madrileño José María Sánchez Silva publicaba en 1953.
Ian McKellen nos regalaba al mágico Gandalf en la trilogía de “El Señor de los Anillos” (2001-2003), dirigida para la gran pantalla por Peter Jackson, que basaba su historia en los tres volúmenes de “El Señor de los Anillos” escritos por el autor inglés J. R. R. Tolkien y publicados entre 1954 y 1955.
Ian McKellen nos regalaba al mágico Gandalf en la trilogía de “El Señor de los Anillos” (2001-2003), dirigida para la gran pantalla por Peter Jackson, que basaba su historia en los tres volúmenes de “El Señor de los Anillos” escritos por el autor inglés J. R. R. Tolkien y publicados entre 1954 y 1955.
Henry Fonda era un extraordinario Tom Joad en “Las uvas de la ira” (The grapes of wrath), adaptación de 1940, dirigida por John Ford, de la novela homónima del escritor norteamericano John Steinbeck, publicada en 1939.
Anthony Hopkins era para nosotros un impecable Sr. Stevens en “Lo que queda del día” (The remains of the day), exquisito título cinematográfico, dirigido en 1993 por James Ivory, que adaptaba la novela homónima que el escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro publicaba en 1989.
Huw, el pequeño de la familia Morgan, nos venía presentado en “¡Qué verde era mi valle!” (How green was my valley) por un maravilloso Roddy McDowall, dirigido en 1941 por John Ford en esta preciosa adaptación para la gran pantalla de la novela homónima del escritor británico Richard Llewellyn, publicada en 1939.
Meryl Streep era una perfecta Karen Blixen en “Memorias de África” (Out of Africa), maravillosa adaptación cinematográfica, dirigida en 1985 por Sydney Pollack, de la novela homónima que la escritora Isak Dinesen, pseudónimo de Karen Blixen, publicaba en 1937.
Atticus Finch… Gregory Peck nos regalaba una extraordinaria interpretación de este maravilloso personaje de “Matar a un ruiseñor” (To kill a mockingbird), dirigido en 1962 por Robert Mulligan en esta adaptación de la magistral novela homónima que la escritora estadounidense Harper Lee publicaba en 1960.
Ruth, Idgie, Ninny y Evelyn… O Mary-Louise Parker, Mary Stuart Masterson, Jessica Tandy y Kathy Bates, tan maravillosas como sus cuatro personajes en “Tomates verdes fritos” (Fried green tomatoes), extraordinaria adaptación cinematográfica dirigida en 1991 por Jon Avnet, de “Tomates verdes fritos en el café de Whistle Stop”, novela de la escritora norteamericana Fannie Flagg, publicada en 1991. ¿El secreto de la vida? El secreto está en la salsa.
6 comentarios:
Me ha ecantando la selección de personajes y que has descrito tan bien. Todos me gustan! Paco Rabal, paisano mío. Un grandísimo actor y cómo se le echa de menos.
Felicidades por esta entrada!
Saludos!
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado. Claro que se le echa de menos a tu paisano, Paco Rabal es uno de los más grandes de nuestro cine.
¡Saludos, Éowyn!
Curioso, envié un comentario hace semanas pero veo que no se ha publicado, mi ordenador vuelve a portarse mal.
Soy de esos pelmas que cuando van a ver la película de una obra que han leído dicen al salir: "El libro es mejor" pero hay excepciones como "El padre de Frankenstein" pues el personaje de Brendan Fraser es como un niño grande (en la novela es un violento ex-marine) y se ajusta mejor al personaje de Frankenstein. También me gustó más "El hombre que pudo reinar" pues Connery y Caine están geniales y no soy muy amante de Kipling.
Besos, Clementine! Que pases muy buen finde.
Borgo.
Pues aquí no llegó ese comentario tuyo, Miquel, gracias por comentar de nuevo.
Yo también suelo comparar película vista con su libro, y últimamente voy más allá: si veo una película que está basada en un libro y yo no lo sabía, me entran muchas ganas de leerme ese libro :)
"El padre de Frankenstein" lo tengo en libro pero aún no me lo he leído, la película ("Dioses y monstruos") me chifló, con ese Ian McKellen tan sublime. Y "El hombre que pudo reinar", la peli, me parece sencillamente maravillosa; el libro lo leí hace mucho tiempo, tendría que echarle otro vistazo, aunque a mí Kipling sí me gusta... muchísimo :)
¡Feliz finde, Borgo, y muchos besos!
Buen trabajo Clementine! No estarán todas las que son, pero están muchíiiisimas.
Paul Newman tralará tralará
¡Gracias, Alicia!
Paul Newman... y Robert también tralará lalá..
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