“Si yo sueño contigo y tú conmigo,
es como si estuviéramos
juntos, ¿verdad?”
El 12 de Noviembre de 1982, hace hoy ya 30 años, la gran
pantalla española estrenaba “Valentina”, una de las películas más entrañables
de nuestra historia cinematográfica que era producida por Javier Moro y Carlos
Escobedo para Ofelia Films/Kaktus Producciones Cinematográficas.
A través de un maravilloso guión firmado por Lautaro Murua, Antonio
Betancor, Carlos Escobedo y Javier Moro, “Valentina” basaba su mágica historia en
“Crónica del alba”, conjunto de nueve novelas cortas escritas por nuestro Ramón J. Sender
entre 1942 y 1966.
La película era,
además, magistralmente dirigida por Antonio José Betancor, director
canario que había sido ayudante de
dirección y responsable de los diálogos de “Los días del pasado” (1978) y debutado en la dirección cinematográfica en este mismo año con “Sentados al
borde de la mañana con los pies colgando”, título al que siguió éste de
“Valentina”. Un año más tarde, en 1983, Betancor dirigía también “1919, crónica
del alba”, segunda parte cinematográfica de su particular adaptación de las
novelas de Sender.
La parte técnica de "Valentina" se complementaba a la
perfección con una preciosa fotografía de Juan Antonio Ruiz Anchía, una precisa
dirección artística de Félix Murcia, un acertado montaje de Eduardo Biurrun…
Y una extraordinaria banda sonora de Riz Ortolani, excelente
compositor italiano que había debutado a toda pantalla en 1954 con “Le vacanze
del Sor Clemente” y ya era conocido por otros títulos como “La escapada”, “El
Rolls-Royce amarillo”, “Siete veces mujer” o “Hermano sol, hermana luna”.
En “Valentina”,
Ortolani nos regala los oídos con una música que transmite una tremenda emoción
y que envuelve mágicamente esta ya de por sí maravillosa historia y a sus dos
protagonistas.
“Una historia preciosa de amor, del primer amor, verdadero, y un amor infinito de dos niños. Estábamos los dos, además, en estado de gracia, disfrutando con nuestro trabajo”
Jorge Sanz había debutado en la gran pantalla a los nueve años de
edad dirigido por Pedro Masó y junto a José Luis López Vázquez y Jane Birkin en
“La miel”, y ya llevaba a sus espaldas otros siete títulos cinematográficos
entre los que se encontraban “El canto de la cigarra”, “Conan, el bárbaro” o
“La leyenda del tambor”.
“Yo soy el señor del amor, del saber
y de las dominaciones...”
En “Valentina”, ya con doce años, Jorge nos ofrecía una
entrañable, e impecable, creación de su personaje, Pepe Garcés. Maravilloso.
“¿Sabes? Así me gustaría estar siempre, escondidos, y que
nadie nos viera. Y si nos llamaran, no contestábamos... Pero siempre nos
encuentran”
Paloma Gómez debutó a toda pantalla en “Valentina”, donde llevó a cabo una interpretación de su personaje, Valentina, realmente encantadora, en el más
amplio sentido de la expresión. Maravillosa.
“Dos niños que cuentan una historia con una química
especial...
Todo muy especial, ¿no?”
Todo muy especial, ¿no?”
Dos años después de rodar “Valentina”, Paloma coincidía de
nuevo con Jorge en “Dos mejor que uno”, película en la que daban vida,
respectivamente, a Carmen Elías y a Antonio Resines de pequeños.
Mosén Joaquín: “¿Tu padre qué dijo,
que estabas loco tú o
yo?”
Pepe: “Yo, yo...”
Para entonces ya considerado como todo un monstruo de la
pantalla cinematográfica, Anthony Quinn llevaba tras de sí una extraordinaria
filmografía que incluía títulos como “Unión Pacífico”, “Sangre y arena”,
“Murieron con las botas puestas”, “Incidente en Ox-Bow”, “¡Viva Zapata!”, “El
mundo en sus manos”, “La strada”, “El loco de pelo rojo”…
... “Nuestra Señora de París”, “El hombre de las pistolas de
oro”, “Los dientes del diablo”, “Los cañones de Navarone”, “Barrabás”,
“Lawrence de Arabia”, “Zorba, el griego”, “Las sandalias del pescador”, “La
herencia Ferramonti”, “El griego de oro”, “El león del desierto”... Sí, sobran
las palabras.
Quinn nos regalaba en “Valentina” a un excepcional Mosén
Joaquín a través de una interpretación asombrosamente natural. Muy, muy, muy grande este
Anthony Quinn. Inmenso. Y realmente genuino.
Completaban el reparto Saturno Cerra y Concha Leza, como los
padres de Pepe, Alfred Lucchetti y Marisa de Leza como los de Valentina, Concha Hidalgo como Tía Ignacia, Luis Ciges como médico,
Emilio Fornet como pastor… Y Eusebio Poncela en una colaboración especial como amigo de
Pepe Garcés y también como narrador de esta historia.
Las localizaciones del rodaje de la película incluían el
aragonés Castillo de Loarre y distintas zonas de las provincias de Madrid,
Teruel, Huesca y Guadalajara.
“Valentina” está dedicada en sus títulos de crédito iniciales
a Ramón J. Sender Garcés. Sí, a ver quién soy yo para no dedicarle también esta
entrada a tan ilustre escritor...
Eso sí, añadiéndole en ella a Jorge Sanz, a Paloma Gómez y a Anthony Quinn. Por haber sabido llegarnos los tres al corazón a través de sus maravillosos personajes.
Eso sí, añadiéndole en ella a Jorge Sanz, a Paloma Gómez y a Anthony Quinn. Por haber sabido llegarnos los tres al corazón a través de sus maravillosos personajes.
“Hemos hecho esta película nosotros, y ahí está. Una película
preciosa, deliciosa... La satisfacción que tiene uno de pensar que ahí queda
eso”
(Jorge Sanz)
5 comentarios:
Recuerdo su emisión como serie de televisión y aquella escena en la que Anthony Quinn y Jorge Sanz (que por entonces vocalizaba) jugando a las canicas. Pero la tengo muy olvidada.
Pues coincido plenamente con Cahiers, también la vi en formato de miniserie, hace ya décadas de ello, y recuerdo también la escena de las canicas...pero no la he vuelto a ver desde entonces, pero por lo que cuentas, merece la pena revisarla...y totalmente de acuerdo, Jorge Sanz era mejor actor de crío que de mayor...lo cual puede que no sea tan insólito en la historia del cine...¿Usted que opina, amiga Clementine, que de actores y actrices sabe un rato largo?
Merece la pena revisarla, Tirador, sobre todo por esas décadas que señalas. La verás incluso de otra manera.
En lo de Jorge Sanz opino lo mismo que usted (que mire que es usted cansino en el trato). En "La miel", la primera que rodó Jorge, tiene escenas con López Vázquez en las que no sabes a cuál mirar de los dos, ya ves tú.
Yo sí que tengo buen recuerdo, aunque de lo de las canicas no me acuerdo.
En plan coti, qué desastre de entrevistador, da mucha vergüenza ajena. Menos mal que Quinn decide pasar de él y desviar la atención a los niños...
Pues sí, un desastre de entrevistador. Pero Quinn es mucho Quinn...
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