Érase una vez un mago, un ilusionista, en el más amplio sentido imaginable, que se interesó por un nuevo y maravilloso invento, entonces incipiente, llamado cinematógrafo…
El 8 de Diciembre de 1861 nacía en París Georges Méliès, un hombre y un nombre fundamental en la historia del cine.
En
1888, Marie Georges Jean Méliès abandonaba la fábrica de zapatos de su padre
para poner en escena espectáculos de prestidigitación e ilusionismo en el
Teatro Robert-Houdin de París que acababa de adquirir en propiedad.
Y
en 1895 formaba parte del público que asistía a la primera exhibición
cinematográfica de los hermanos Lumière. Maravillado con lo que vio, Méliès empezó
a introducirse en este nuevo y fascinante mundo comprándole un proyector al ingeniero
eléctrico y científico Robert W. Paul y haciéndose construir su propia cámara
cinematográfica siguiendo el mismo modelo mecánico del proyector.
Le manoir du diable (1896)
“Un
petit diable”, “Une partie de cartes”, “Sortie des ateliera Vibert”, “Les
tribulations d’un concierge”, “Le fakir, mystère indien”, “Vision d’ivrogne”,
“Le malade imaginaire”, “Danseuses au jardin de
Paris”, “Rêve d’artiste”, “Montagnes russes nautiques”…
También
se construyó Méliès sus propios estudios en los alrededores de París (primeros
estudios de cine que hubo en Europa), volcándose así en la producción y
dirección de películas cinematográficas.
L'auberge ensorcelée (1897)
A
diferencia de los hermanos Lumière, Georges Méliès no veía el cine tan sólo como un
simple documento de la vida real sino también como un vehículo de evasión del
espectador.
La Lune à un mètre (1898)
Sus
primeras películas, como las de los Lumière, eran simples escenas de la vida
real. Más adelante, empezó a filmarse a sí mismo haciendo trucos de magia, llegando a rodar también reconstrucciones de eventos o noticias reales y tomando como inspiración de
algunas de sus películas las pantomimas y ballets de los teatros de Londres o
las obras de ciencia ficción de Julio Verne.
Cendrillon (1899)
…
“Magie diabolique”, “La luna a un metro”, “Un bon lit”, “La columna de fuego”,
“Cléopâtre”, “Vieux Paris”, “L’homme orchestre”, “Le livre magique”, “Jeanne
D’Arc”, “L’école infernale”…
L'homme orchestre (1900)
“El
alquimista de la luz”
(Charles
Chaplin)
Méliès
también está considerado como el inventor de numerosos trucos y técnicas
cinematográficas: movimiento congelado, sobreimpresiones, exposiciones
múltiples…
Le chapeau à surprises (1901)
Mientras filmaba una de sus escenas en la Place de l’Opéra de París,
su cámara se atascó. Empleó apenas un minuto en solucionar el problema y
continuó rodando. Cuando el film fue proyectado, pudo ver cómo un autobús se
convertía de repente en un coche fúnebre y cómo aparecía o desaparecía la gente
de la escena.
Este
incidente le llevó a experimentar con el uso de la parada de la cámara para conseguir
un efecto especial, efecto que había sido ya anteriormente utilizado por
Edison, pero que Méliès difundió extensamente a través de sus múltiples cortometrajes.
Le voyage dans la lune (1902)
…
“La libellule”, “L’homme mouche”, “Viaje a la luna”, “Spiritisme
abracadabrant”, “La lanterne magique”, “Les costumes animés”, “La sirène”, “Les
apaches”, “Le diable noir”, “Le maestro Do-mi-sol-do”, “The story of Eggs”…
Méliès
fue también el primero en utilizar storyboards (guiones gráficos) para sus
historias y en mostrar sketches (escenas cómicas) en la gran pantalla muda.
“Le debo todo”
(D.W. Griffith)
Le mélomane (1903)
En
1913, ante la imposiblidad de competir comercialmente con las grandes
productoras nacidas pocos años atrás, Georges Méliès se retiró del mundo del
cine.
Le diable noir (1905)
Un año más tarde, el cierre del Teatro Robert-Houdini, como consecuencia
de la Primera Guerra Mundial, le llevó a la bancarrota.
En la década de los años 20, el movimiento surrealista francés trajo consigo el descubrimiento de la supervivencia de las películas de Georges Méliès, que se
creían perdidas, y el reconocimiento de su gran contribución al arte e
industria del cine.
L'éclipse du soleil en pleine lune (1907)
…“Hamlet”, “L’avare”, “His first job”, “Le papillon fantastique”, “El secreto del doctor”, “Las aventures de baron de Munchhausen”, “A la conquista del Polo”, “Le voyage de la familia Bourrichon”, “Le chevalier des beiges”
Georges Méliès dirigió, entre 1896 y 1913, un total de 552 cortos, apareciendo en
muchos de ellos también como productor, actor, guionista, operador, decorador y
montador.
El
21 de Enero de 1938 nos dejaba en París una de las figuras más imprescindibles
del Séptimo Arte. Su imperecedera huella permanece en el Père Lachaise cemetery
de París.
Gracias
de todo corazón, gran mago Méliès, en mi nombre y en el de la historia del
cine. Por aportarle al entonces sólo sueño cinematográfico la ilusión y magia necesarias
para convertirlo en realidad.
11 comentarios:
Se suele decir que los Lumiére inventaron el aparato, el chisme, pero que fue Méliè quien creara el cine y seguro que es así... aunque tuviera que aparecer luego Griffith para poner un poco de orden.
Simpático artículo y bueno recordar ésta figura, son estos pioneros quienes han permitido que hoy podamos compartir de éste apasionante arte y que mejor que retribuirselo difundiendo su trabajo. Tengo pendiente viaje a la luna. El cartel de esa película es magnífico además. Catorce minutos no e smucho, en cuanto haga un hueco lo veo. Besos.
Qué fascinantes resultan aquellos tiempos de Méliés, Segundo de Chomón y compañía, cuando el cine más que un arte era una auténtica aventura, un mundo nuevo para desarrollarlo.
Me han encantado las imágenes de esos films casi prehistóricos, y me ha invadido la curiosidad por acercarme al arte de pioneros como Méliès. Aunque supongo que muchas se habrán perdido.
Pues acércate a este arte pionero, Roberto, merece mucho la pena. Sí, muchas de estas imágenes se han perdido e incluso se cuenta que el propio Méliès destruyó algunas de las suyas propias, supongo que no concebía entonces que la magia del cine iba a llegar tan lejos.
Sin Lumiére no tendríamos nuestro Segundo de Chomón nacional que filmó el sorprendente "El hotel electrónico". Él entendió el cine como magia en su esencia. Tengo ese estupendo póster de la Luna en mi habitación y te recomiendo su "Viaje al Sol" que puede verse en youtube, coloreado a mano fotograma por fotograma. Saludos. Borgo.
Pues me asomaré a ese Viaje al sol, Miquel, y cómo no. Besos, Borgo.
Sorprendente, surrealista y graciosísimo.Además de genial, claro.
Me quedo con el hombre orquesta. Bueno, y con el eclipse erótico-festivo.
¿Verdad, Alicia? El hombre orquesta también me encanta a mí. Y este Méliès, pues eso, genial.
Que hubiera sido de todos nosotros cinéfilos sin la existencia de este mago. Un placer aprender historia contigo, Clementine.
Pues ya ves qué tristeza, nos tendríamos que haber entusiasmado con otras cosas. Y el placer es todo mío, Marcos, por contar con comentaristas de tu calibre. Besos.
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