miércoles, 3 de noviembre de 2010

El cochecito

La mayor ilusión de Don Anselmo, un anciano ya jubilado, es hacerse con un cochecito de inválido motorizado, pues los amigos pensionistas con los que él se reúne poseen todos uno.

Su familia, y en especial su hijo Carlos, se niegan por considerarlo un capricho. Pero Don Anselmo no se da por vencido, llegando a empeñar sus cosas de valor para poder comprarse el dichoso cochecito.


El 3 de Noviembre de 1960 se estrenaba en nuestro país “El cochecito”, uno de las más brillantes películas de toda la historia del cine español.

Producida por Pere Portabella a través de su Films 59, “El cochecito” fue impecablemente dirigida por el italiano Marco Ferreri, sin duda un maestro en la materia que nos regaló otros memorables títulos como “Los chicos” o “La gran comilona”.
 

Y “El pisito”, primera incursión como guionista de Rafael Azcona en colaboración con el propio Ferreri a partir de la novela homónima del primero.

Marco era el hombre más cautivador que jamás haya conocido y ello, a pesar de su mal genio. Era muy inteligente, tenía olfato, una especie de sexto sentido.
Nos pusimos a hablar, a trabajar, me reía mucho con él. Es la persona con la que más me he reído en mi vida y eso es algo que me encanta
 

Esos personajes de “El pisito” y “El cochecito” son característicos de la posguerra. No tuvimos que inventarlos, bastaba con mirar en la calle. Lo único que tuvimos que hacer fue exagerar un poco, acentuar la deformación


El cochecito” supuso un segundo y perfecto trabajo de colaboración entre Azcona y Ferreri tomando también como punto de partida una historia del genial escritor.

En cierta ocasión, Rafael Azcona contempló cómo un disgustado grupo de inválidos salía del estadio Santiago Bernabéu entre comentarios que tachaban a los futbolistas de “equipo de baldaos”. Esta anécdota le inspiró un relato, “Paralítico”, que vería la luz en una primera versión corta en el revista "La Codorniz".


Y en 1960 fue publicado “Pobre, paralítico y muerto”, un mismo volumen que recogía tres relatos firmados por Rafael Azcona. Volumen del que se extrajo el segundo relato, “Paralítico”, para adaptarlo a la gran pantalla con el nombre de “El cochecito”.

Una pegadiza música de Miguel Asins Arbó, artífice también de las bandas sonoras de “El verdugo” y “Plácido”, acompañando a unas imágenes perfectamente fotografiadas por Juan Julio Baena, sumaron a la película una impecable calidad que se redondeaba, como solía ocurrir en nuestro cine de esta época, con un maravilloso y completísimo reparto.

"¡Sí, quiero el coche! ¡Y no me moveré de la cama hasta que me lo compréis!
¡Si no me compráis el coche, yo no me muevo de aquí hasta que me muera!

¡Muy bien! ¡Si no se levanta, no cena!

¡Condenado por mi propia familia! ¡Condenado a la muerte por hambre, sin que nadie me cierre los ojos!


En el papel de Don Anselmo Proharán, el protagonista de esta historia, nos encontramos a un soberbio Pepe Isbert en uno de sus mejores y más recordados personajes. El propio Marco Ferreri quiso contar con Isbert para este papel, obviamente la mejor elección que podía haber hecho el director.

Y tú quieres que me quede en Madrid tomando el sol contra una tapia… ¿Te das cuenta de lo que es el coche?
 

Como Don Lucas, el mejor amigo de Don Anselmo, dueño de un cochecito y el primero que le sugiere que se haga con uno, un no menos acertado José Álvarez, conocido artísticamente con el seudónimo de “Lepe”.

Payaso de circo y actor de revista y comedia musical, le veríamos posteriormente en muchos títulos del cine español como “Plácido”, en el papel del abuelo de la familia, o “Atraco a las tres”.


Carlos, el hijo de Don Anselmo y principal oponente a la compra del cochecito, está también magníficamente interpretado por Pedro Porcel. Y qué decir de Maria Luisa Ponte como su mujer Matilde. Yolandita, hija de Carlos y Matilde en esta historia y, por tanto, nieta de Don Anselmo, se nos presenta a través de una jovencísima Chus Lampreave.

"No sé, no sé… Alvarito, yo creo que hago mal pagándote… Porque tú, con esto del sueldecito fijo, no terminas tu carrera…

No, si estudiar, estudio… Son los catedráticos, que como voy por libre, pues me suspenden con más facilidad…

Ya, ya. Pero tú ya no tienes la edad de ir por ahí tocando la pandereta…

Bueno, la afición a la música…
 

Y nos encontramos también a un espléndido José Luis López Vázquez, aquí como Alvarito, el genuino novio de Yolandita.

En papeles secundarios, grandes actores de reparto como Ángel Álvarez, el hombre responsable del hijo de la marquesa. Y Antonio Riquelme, el médico que desaconseja a Don Anselmo hacerse con un cochecito. O Antonio Gavilán, el ortopeda que precisamente quiere lo contrario, vendérselo.

Aquí el señor, paralítico o no, es mi cliente. Con la economía hemos topado.
En el año 2.000 nadie va a utilizar las piernas, salvo los futbolistas, pero los demás irán en coche
 

Y se asoman también en esta película, como dos esporádicos frailes, el director Carlos Saura y el mismísimo Rafael Azcona.


El cochecito” obtuvo el Premio de la Crítica en el Festival de Venecia, certamen que recompensó también a Marco Ferreri con el FIPRESCI Prize y la nominación al León de Oro.

El film también fue reconocido con un Premio Sant Jordi para Pepe Isbert como mejor actor y otro a la mejor película para Marco Ferreri.
 

Una película, sin duda alguna, para la historia de nuestro cine y para nuestro eterno recuerdo. Una perfecta obra maestra.

Todos somos más o menos paralíticos y más o menos estúpidos, porque hay que ser definitivamente imbécil para creer que uno es perfecto
(RAFAEL AZCONA)

7 comentarios:

Roberto Béjar dijo...

Genial Isbert, es el protagonista absoluto de toda la película pese a la cantidad de personajes que pululan a su alrededor.
Vi la película hará un año y ¡qué sorpresa con lo de Chus Lampreave! ¡No la había reconocido! También se me habían escapado Azcona y Saura como frailes, pero ¿quién iba a reparar en ellos?
El final, el original, sobrecogedor, sobre todo porque el ambiente se mueve en una tragicomedia que uno no espera que termine de forma tan dramática.
Muy buena la música de Asins Arbó. Como en estas películas de posguerra muy reducida su presencia a lo largo del metraje. Recuerdo que en "Plácido" la música del mismo Arbó casi sólo se escuchaba en las ida y venidas del motocarro.
Besos

Pepe Cahiers dijo...

Esto demuestra lo grande que era Azcona, que no sólo funcionaba a la perfección con Berlanga, sino también con Ferreri. Tenía esa habilidad de deformar solo un poquito la realidad para hacerla más dinámica y divertida. Es curioso como todos los paralíticos de esta película se lo montan como moteros y se van de marcha y de excursión, hasta con alguna fémina en sus regazos. Genial.

DEMOÑÍN dijo...

Como siempre haciendo de mi mismo, es mi sino, sinó no seria yo.

Pues resulta que en esta película, hay una escena sin resolver.
Es la del veneno que Pepe Isbert hecha en la comida a espaldas de una mujer, que no recuerdo quien es, pero que está en la cocina y no se da cuenta.
Nadie se pone malo, ni se muere, ni pasa nada de nada. Tampoco tiran la comida, ni se la dan a nadie, ¿--?.

Pero seguidamente, toda la familia se preocupa de la desaparición del abuelo y lo denuncian a la guarcia civil y no precisamente por ese acto.

Y no cuento más para los que no la habeis visto, me digais que destripo películas.

Saludos a todos.

Layna dijo...

Leyendo tus magníficos comentarios de películas de cien antiguo me entran ganas de mirar películas de la época. No he visto ni la del cochecito ni a del pisito pero he recordado las películas de mi infancia y esos viajes en el tiempo son tiernos y preciosos. Un beso

Clementine dijo...

Razón tienes, Demoñin, en lo de que se queda sin resolver la escena en la que Don Anselmo echa el veneno en la comida.
Supongo que estará relacionado con que se les censurara el final original en el que Don Anselmo envenenaba a su familia por no dejarle tener el cochecito.
Esto no quita que falte en la película una referencia al tema para hacerla más correcta cinematográfica y narrativamente hablando. Saludos.

Layna, regálate un viaje en el tiempo viendo estas dos películas que, además, firmadas por Rafael Azcona se convierten en una auténtica delicia.
Besos.

Alicia dijo...

Yo también volví a ver la peli hace menos de un año, y me uno a los elogios escritos hasta aquí.

Y, por cosas que tiene mi mente, he asociado al Pepe Isbert de "cochecito, cochecito, cochecito" con el Pocoyo-Noelio de "caballo, caballo, caballo"
¿Verdad que sí?

Clementine dijo...

Sí, Alicia, claro que sí. Por eso he sacado las dos entradas a la vez en los dos blogs.
Se puede decir, incluso, que Don Anselmo Isbert es el Pocoyó del blanco y negro.
¡Qué cosas tiene tu mente!