“No
nací tonto, me tomo el trabajo de parecerlo”
Hoy,
Danny Kaye, celebramos en esta gran pantalla el centenario de tu feliz llegada
a este mundo. Y es que, como David Daniel Kaminsky, nacías en Brooklyn (Nueva
York) el 18 de enero de 1913.
Perteneciente
a una familia de inmigrantes ucranianos, dejabas el colegio a tus trece años de edad para
iniciar una carrera como showman en un
circuito de hoteles de vacaciones y campings ubicado en las neoyorkinas Catskill
Mountains.
Y
en 1939, tras desempeñar diversos trabajos, hacías tu debut como actor
teatral en Broadway con la obra “Straw hat revue”. Aunque fue al año siguiente,
en la posterior producción teatral del musical “Lady in the dark”, cuando
comenzaste a ser ya aclamado por crítica y público.
“Dibuja
un círculo, y no un corazón, alrededor del nombre de la que amas porque un
corazón se puede romper pero un círculo permanece para siempre”
En
ese mismo año de 1940 contrajiste matrimonio con Sylvia Fine, importantísima
figura no sólo en tu vida sino también en tu carrera profesional pues no sólo
colaboró contigo en la elaboración de tus múltiples gags sino que, además,
compuso muchos de los temas musicales que interpretaste a lo largo de tu carrera.
Aunque
tu especialidad fueron los tongue-twisters,
tus famosos y logrados trabalenguas en canciones y monólogos…
“Un
especialista es una persona que cada vez sabe más sobre menos, hasta que
termina sabiéndolo todo sobre nada… y nada sobre todo”
De
la mano de Samuel Goldwyn, y compartiendo cartel con Dinah Shore, Dana Andrews,
Louis Calhern y Margaret Dumont, debutabas en el cine en 1944 a través de “Rumbo
a Oriente”, éxitoso comienzo cinematográfico al que siguieron otros títulos
como “Un hombre fenómeno”, “El asombro de Brooklyn” o “La vida secreta de
Walter Mity”.
En
1948, dirigido por Howard Hawks, protagonizabas “Nace una canción” y, a través
de tu profesor Hobart Frisbee, te codeabas con figuras musicales de la talla de
Benny Goodman, Tommy Dorsey, Louis Armstrong, Lionel Hampton, The Golden Gate
Quartet… Menudo nivel.
Y
en 1952, “El fabuloso Andersen” donde, dirigido por Charles Vidor y con una maravillosa
banda sonora de Walter Scharf, nos regalabas una entrañable y mágica
composición de Hans Christian Andersen, tu fabuloso personaje en esta historia.
Tras
“Un gramo de locura” (¿sólo un gramo?) participaste en otro gran título de la
historia del cine, “Navidades blancas” (1954), donde fuiste dirigido por
Michael Curtiz…
…
y compartiste cartel con Bing Crosby, Rosemary Clooney y Vera Ellen, otras tres
buenas piezas musicales. Otra maravillosa película en la que, curiosamente,
figuraba Bob Fosse como coreógrafo.
Después
llegarían “El bufón de la corte”, “Loco por el circo”, “Yo y el coronel”…
Y
el 10 de marzo de 1958 dirigías nada menos que a la Philarmonic Orchestra de
Nueva York en un inolvidable concierto benéfico celebrado en el Carnegie Hall,
ilustre sala de conciertos ubicada en Manhattan.
En
1959 nos presentabas a toda pantalla “The five pennies” (Tu mano en la mía) (1959), otra preciosa historia en la
que maravillosamente dabas vida al genial cornetista y compositor
norteamericano Red Nichols
y compartías protagonismo y canciones con Louis Armstrong, Barbara Bel Geddes y la mágica Susan Gordon.
…
haciéndote finalmente con el tuyo propio, “The Danny Kaye Show”. Show que se mantuvo de 1964 a 1967 y en el que aparecieron nombres tan ilustres como Gwen Verdon, Art Cartney,
Vincent Price, Buddy Ebsen, Louis Armstrong…
Y
Harry Belafonte, con el que nos brindabas una versión muy especial del tema “Mama look a boo boo”.
Y
en 1969 intervenías en “La loca de Chaillot”, precioso título dirigido por
Bryan Forbes y John Huston en el que compartías cartel con Katharine Hepburn,
Paul Henreid, Yul Brynner, Donald Pleasence, John Gavin y Richard Chamberlain.
Después,
una serie de películas para la televisión. “Peter Pan” (1976), donde
dabas vida al Capitán Hook, “Pinocho” (1976), donde interpretabas a Gepetto…
Y
“Skokie” (1981), telefilm dirigido por Herbert Wise en el que trabajaste junto
a Eli Wallach, Kim Hunter, Brian Dennehy y John Rubinstein.
También en la pequeña pantalla, apareciste en un episodio de la serie “Más allá
de los límites de la realidad”…
…antes
de tu última interpretación como actor en “La hora de Bill Cosby” (1986) donde
en el episodio “The dentist” diste vida al divertido Dr. Burns.
“Si
no cocinas con alegría, felicidad y amor, no cocinas bien”
Cierto,
fuiste también un destacado cocinero (especialista en comida china), y dieron
buena cuenta de tus habilidades culinarias invitados tuyos como Shirley McLaine,
Michael Caine, Cary Grant, John Denver…
También
fuiste un excelente piloto de aviación...
“La
vida es un gran lienzo sobre el que hay que arrojar toda la pintura que se
pueda”
Y
el comediante favorito de Humphrey Bogart y Bob Hope…
“Me
convertí en un artista no porque quisiera sino porque estaba destinado a ello”
De
1954 a 1987 representaste a UNICEF como Embajador de Buena Voluntad, siendo
elegido en 1965 para aceptar en su nombre el Premio Nobel de la Paz.
“Nadie
puede experimentar una emoción más grande que ésta... Raza, color, credo,
orígenes, política, olvídenlos. Un niño desamparado nada sabe de todo eso. Un
niño desamparado sólo conoce el sufrimiento y el socorro…
Estoy
plenamente convencido de que los niños son más poderosos que el petróleo, más
hermosos que los ríos, más preciosos que cualquier otro recurso que pueda tener
un país… Siento que la actividad más gratificante de mi vida ha sido mi
asociación con el UNICEF”
Y
eras un extraordinario cuentacuentos. No es casualidad que mi película tuya
favorita sea “El fabuloso Andersen”, podías haber sido él…
Recibiste
en 1955 un merecidísimo Oscar Honorifico por tu talento único, tu servicio a la
Academia, a la industria del cine y al público americano.
Y
en 1982 un no menos apropiado Premio Humanitario Jean Hersholt.
Los
Globos de Oro te galardonaban como mejor actor por “En la costa azul” (1951) y
“Yo y el coronel” (1958). Y te nominaban además por tus interpretaciones en “El
fabuloso Andersen” (1952), “El bufón de la corte” (1955) y el telefilme
“Skokie” (1981).
Y
te era otorgado un Premio Emmy por tu “The Danny Kaye Show” de 1963, nominándote también por “The Danny
Kaye Show with Lucille Ball” (1962), por “Live from Lincoln Center” (An evenig
with Danny Kaye and the New York Philarmonic) (1976) y por tu divertido papel
del Dr. Burns en el episodio “The dentist” de “La hora de Bill Cosby” (1984).
Pero
nos dejabas aquí tu maravillosa sonrisa y tu completísimo legado como artista. Y una enorme
multitud de preciosos temas musicales: “Otchi Tchorniya Number”, “Everything is tickety-boo” “Ballin’
the Jack “The best things happen while you’re dancing”, “Snow”, “White Christmas”, “The ugly duckling”, “Thumbelina”…
También
nos dejabas, como artista invitado de lujo en el “Muppet Show” de 1978, tu
genuino “Cheek to cheek”…
Gracias
de todo corazón, Danny, por tu inigualable sentido del humor, por tu grandeza, por
tu magia, por tu ingenio, por tu sabiduría, por tu arte, por tu creatividad, por
tu ilimitada humanidad…
Y
por ser, sencillamente, fabuloso.
“También
el tonto tiene a veces inteligentes pensamientos,
solo que no se entera”
(DANNY KAYE)
11 comentarios:
El cariño y la alegría que transmitía llenaron de sentido años muy revueltos y épocas complejas. Junto con Navidades Blancas, "La vida privada de Walter Smith" es una de mis películas favoritas. Un cómico, que trabajó siempre con humildad y dedicación, capaz de dirigir orquestas sin saber una palabra de música. Gracias Clementine por no olvidarlo.
Lo que me habré divertido de crío con las pelis de Danny Kaye...muy especialmente con la del Asombro de Brooklyn (si no me equivoco ésta es un remake de una obra maestra de Harold Lloyd) y la de Walter Mity...hace una eternidad que no las veo, porque como dice Cahiers, no circulan esos filmes como debieran...así que me pongo manos a la obra, y busco algunas!
Gracias por recordánoslo, Clementine!
De nada, Tirador, y eso, búscate algunas y recuérdalo como bien merece, que para eso nos lleva acompañando desde la infancia de Cahiers...
Sí, "El asombro de Brooklyn" es un remake de "La Vía Láctea" de Harold Lloyd, y después de Danny Kaye llegó nuestro José Luis Ozores con "El tigre de Chamberí". Vaya tres ejemplares para una misma historia...
Me encanta esa frase de Danny sobre la cocina, para enmarcarla. También recuerdo una aparición suya en los Óscars recitando de corrido los nombres de cien compositores rusos.
Me encantó en "La vida secreta de Walter Mitty" con Boris Karloff en el papel de un loquero y en la curiosa "Yo y el coronel" con Curt Jurgens.
Ah, te he nombrado en mi blog. Besos y buen fin de semana. Borgo.
Fantástico, Clems. Un placer volver a leerte en esta enooorme pantalla.
Un beso gordo.
Sí, Miquel, yo también lo recuerdo, Danny Kaye ha tenido momentos memorables a lo largo de su larga carrera. ¿Me has nombrado en tu blog? Pues eso sólo puede ser bueno. Muchas gracias, Borgo, muchos besos y buen fin de semana para ti también.
¡¡¡ Wolffo !!! ¡Ilustre y pionero comentarista de esta gran pantalla, qué alegría más grande verte de nuevo por aquí! Muchas gracias, el placer es tooodo mio. Otro beso gordo para ti.
En mi opinión, es uno de los grandes artistas de la década de los cuarenta y los cincuenta, un gran cómico. Además cantaba muy bien, me encanta la película de los "Five pennies", por ejemplo y sus canciones on Crosby. Una excelente entrada, clementine. Besos.
Gracias, Marcos. Compartimos opinión, para variar. Danny Kaye es uno de los grandes, sin duda alguna y me alegra mucho que conozcas "The five pennies", a mí también me parece maravillosa esa película, con esa preciosa historia y esa magistral banda sonora. Besos, Callau.
Yo a este hombre le quiero un montón.. Y tengo la impresión de haber visto sus pelis cientos de veces, pero igual me equivoco.
Bonita entrada, Clemen
Era yo la de antes..
Yo también, Alicia anónima, le tengo mucho cariño de siempre, y seguro que has visto sus películas cientos de veces... conmigo. Gracias, me alegra que te guste la entrada, a mí también.
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