“Ésa es la isla de Alcatraz. Hoy la abandona
un hombre después de 17 años de encarcelamiento. Se llama Robert Stroud. Ha
pasado tras las rejas la mayor parte de su vida comprendidos 43 años
incomunicado en una celda… Yo me llamo Tom Gaddis. He escrito un libro
sobre ese hombre”
El 3 de Julio de 1962, hace hoy ya 50 años,
se estrenaba en Estados Unidos “El hombre de Alcatraz” (Birdman of Alcatraz),
impecable producción de Stuart Millar y Guy Trosper para la United Artists que
supuso un gran éxito de crítica y público.
Impecable producción que era magistralmente
dirigida por John Frankenheimer, cineasta estadounidense procedente del mundo televisivo
(en el que debutó en 1954 dirigiendo tanto series como telefilmes) que se dio a
conocer en la gran pantalla en 1957 a través de “Un joven extraño”, al que
siguieron otros títulos cinematográficos como “Los jóvenes salvajes” o “Su
propio infierno”. Tras “El hombre de Alcatraz”, Frankenheimer volvía a dirigir
a Burt Lancaster en “Siete días de Mayo” y “El tren”.
La historia de “El hombre de Alcatraz” estaba
basada en “Birdman of Alcatraz; the story of Robert Stroud”, biografía escrita
en 1955 por Thomas E. Gaddis que a su vez se basaba en la historia real de
Robert Stroud.
Y el guión del film venía firmado por Guy
Trosper, en el cine desde 1941, que
había dejado ya otros títulos en la gran pantalla como “The Stratton story”, “La
novia salvaje”, “El rock de la cárcel” o “El rostro impenetrable”.
Las maravillosas imágenes en blanco y negro
de “El hombre de Alcatraz” venían de la mano de Burney Guffey, en el cine desde
1929 y responsable también de la fotografía de clásicos como “El político”, “En
un lugar solitario”, “De aquí a la eternidad”, “Deseos humanos”, “Más dura será
la caída”, “Llegaron a Cordura”…
Y la excepcional banda sonora nos era
ofrecida por Elmer Bernstein, incomparable compositor estadounidense que debutó
como tal a toda pantalla en 1951 con “Saturday’s hero”, y ya nos había hecho
vibrar con las partituras de “El hombre del brazo de oro”, “Los diez
mandamientos”, “Los siete magníficos”, “Los comancheros”, Verano y humo“, “La
gata negra”… Ese mismo año, Elmer nos regalaba otra maravilla en forma,
también, de partitura que se llamó “Matar a un ruiseñor”.
Burt Lancaster era Robert Stroud, el
protagonista de esta historia. Lancaster había debutado en el cine en 1946 con “Forajidos” y
llevaba ya tras de sí una larga lista de clásicos entre los que se encontraban
“Voces de muerte”, “El halcón y la flecha”, “El temible burlón”, “De aquí a la
eternidad”, “Su majestad en los mares del Sur”, “Veracruz”, “Trapecio”, “Duelo
de titanes”, “Mesas separadas”, “Los que no perdonan”, “El fuego y la palabra”
y “Vencedores o vencidos”. En “El hombre de Alcatraz” el actor conseguía, sin
duda, su más precisa interpretación.
Karl Malden
llevaba en la gran pantalla desde 1936 y ya había demostrado su
extraordinaria profesionalidad como actor en títulos como “El pistolero”, “Un
tranvía llamado deseo”, “Yo confieso”, “La ley del silencio”, “Baby Doll”, “El
árbol del ahorcado” o “El rostro impenetrable”. A través del alcaide Harvey
Shoemaker, Malden nos volvía a ofrecer en “El hombre de Alcatraz” una recreación
impecable de su personaje.
Tras actuar en los escenarios y asomarse
también al mundo de la radio, Thelma Ritter debutaba en la gran pantalla en
1947 con “De ilusión también se vive”, al que siguieron otras míticas interpretaciones
suyas en películas como “Carta a tres esposas”, “Eva al desnudo”, “Manos
peligrosas”, “La ventana indiscreta”, “Papá, piernas largas”, “Millonario de
ilusiones”, “Confidencias a medianoche” o “Vidas rebeldes”. La magnífica interpretación
de Thelma como Elizabeth Stroud, la madre del protagonista, añadía un nuevo
triunfo en la carrera de esta maravillosa actriz.
Telly Savalas había debutado en 1959 como actor
en la pequeña pantalla en “Sunday Showcase” y ya era un rostro televisivo conocido
por su intervención en múltiples series. En la gran pantalla había debutado en 1961 con
“Mad dog Coll” y ya había sido dirigido este mismo año por John Frankenheimer y
compartido cartel con Burt Lancaster en “Los jóvenes salvajes”. En "El hombre de Alcatraz" Savalas nos regalaba un extraordinario personaje a través de su peculiar Feto Gomez.
Y Edmond O’Brien encarnaba en esta historia a
Tom Gaddis, autor del libro sobre Robert Stroud y narrador de esta película.
O’Brien había debutado en el cine en 1939 con “Esmeralda la zíngara”, llevaba ya tras de sí otros
títulos clásicos como “Mi encantadora esposa”, “Forajidos”, “Doble vida”, “El
mayor espectáculo del mundo”, “Julio César”, “La condesa descalza”, “Traidor a
su patria”… y nos acababa de ofrecer una excelente interpretación en “El hombre
que mató a Liberty Valance”.
Entre otros premios y candidaturas, “El
hombre de Alcatraz” recibió 4 nominaciones al Premio Oscar: mejor actor (Burt
Lancaster), mejor actor secundario (Telly Savalas), mejor actriz secundaria
(Thelma Ritter) y mejor fotografía.
Obtuvo un británico Premio Bafta al mejor
actor extranjero (Burt Lancaster), siendo además éste y Savalas nominados en
los Globos de Oro como mejor actor y mejor actor secundario, respectivamente. Asimismo,
Lancaster obtuvo la Copa Volpi al mejor actor en el Festival de Venecia.
El auténtico Robert Stroud fue realmente
conocido como “the birdman of Alcatraz”, a pesar de ser tan sólo en la penitenciaría
de Leavenworth donde él desarrollara la cría de sus pájaros ya que en Alcatraz,
donde fue posteriormente trasladado, no se le permitió continuar con ellos.
Escribió dos libros sobre pájaros:
“Diseased of canaries” y “Stroud's Digest on the diseases of birds” e hizo además
importantes contribuciones al estudio de las enfermedades de estas aves.
Robert Stroud murió el 21 de Noviembre de
1963 a la edad de 73 años, tras 54 de encarcelamiento, de los cuales 43 fueron
en situación de aislamiento.
El impulsor de este proyecto cinematográfico fue
el propio Burt Lancaster. A pesar de las diferencias durante el rodaje entre el
actor y John Frankenheimer, el director supo darle a la película su impecable
sello personal.
“La vida es un don demasiado precioso para
tirarla.
El primer deber en la vida es vivir”
El primer deber en la vida es vivir”
(Robert Stroud en “El
hombre de Alcatraz”)
11 comentarios:
Me gusta mucho esa película y fue de las primeras que pensé para mi post sobre carteles de cine imaginarios. El veterinario donde llevo mis gatos -un gran cinéfilo- me dijo que el libro de Stroud sobre las enfermedades de los canarios todavía hoy es una referencia importante.
Todos los secundarios son muy buenos, hace poco he vuelto a disfrutar a Edmon O´Brien en su inolvidable papel de sudoroso relaciones públicas en "La condesa descalza". Besos. Borgo.
En mi opinión, Clementine, es la mejor actuación de Burt Lancaster (y tiene un buen puñado de actusaciones sobresalientes) También Karl Malden está nuevamnete perfecto aquí. Una gran película y una entrada prodigiosa. Besos.
Bueno, tengo que decir que tengo debilidad por Thelma Ritter. Me encanta esta actriz!!
Gran reparto en esta película donde creo que Lancaster está estupendo.
Una película muy recomendable!!
Saludos.
Extraordinaria película, extraordinario Lancaster y extraordinario Frankenheimer.
Eso mismo he leído yo, Miquel, sobre los libros de Stroud. Esta película es muy interesante y estoy de acuerdo contigo, O’Brien está fantástico en “La condesa descalza”. Besos, Borgo.
Gracias, Marcos. Yo también creo que es la mejor actuación de Lancaster, y con mucha diferencia, en cuanto a Karl Malden pues eso, un monstruo cinematográfico. Y tú sí que eres prodigioso. Besos.
Haces bien, Manderly, a mí me chifla esta actriz, es de lo mejor de la historia del cine. Saludos.
Todo extraordinario, Cahiers, es verdad.
No esperaba aquí otro tipo de comentarios viniendo de cuatro ilustres cinéfilos como vosotros. He de añadir que a mí Burt Lancaster no me gusta como actor, aunque en esta película sí, creo que está perfecto, y en la de “Vencedores o vencidos” también está bien. Pero no le considero ni de lejos ese gran actor que se suele decir que es. Lo sé, lo sé, mucha osadía la mía al declarar esto pero, por otro lado… ¿y lo bonito que es que me muestre así de honesta con mis queridos lectores?
Pues poco que añadir a tu completísima reseña. Me ha llamado la atención que Lancaster y Frankenheimer acabaran mal. Documentándome para "Hollywood revelado, diez directores brillando en la penumbra", encontré una "trastienda" sobre "El Tren" (1964, del mismo director. La película, también protagonizada por Lancaster, comenzó a dirigirla Arthur Penn pero las desavenencias con el actor protagonista que, además, era productor ejecutivo, hicieron que fuera puesto de patitas en la calle y sustituido por Frankenheimer, precisamente (he aquí lo curioso) por la buena sintonía con Lancaster.
Cómo son estas stars!!
Un abrazo
Gracias, deWitt. Yo no sé qué tipo de "trastienda" se daría en "El hombre de Alcatraz", igual estos dos sólo tenían diferencias de criterio... vaya usted a saber. Lo curioso es que de esas "trastiendas" luego salen auténticos peliculones y eso es lo que más me maravilla a mí.
Otro abrazo para ti.
Burt Lancaster cerró bocas con esta película a aquéllos que decían que era poco más que un saltimbanqui. Karl Malden y Thelma Ritter, ¡los adoro! Lo que darían muchos directores por juntar hoy en día semejante reparto.
Un beso!
Cierto esto que dices sobre Lancaster, Roberto, y eso que a mí por lo general no me gusta como actor, como ya he dicho, pero aquí está sensacional. Malden y Ritter son ya palabras mayores, no me extraña que los adores, yo también.
¡Otro beso para ti!
Pues poco tengo que aportar, salvo que me gustaría verla. Sí, como lo oyes (lo lees), que no la he visto, que no.
Pues a ver qué podemos hacer, Alicia, para remediarlo...
Publicar un comentario