domingo, 18 de septiembre de 2011

Un tranvía llamado deseo

Todos nosotros somos gente civilizada, lo cual significa que somos salvajes de corazón pero que somos capaces de observar unas pocas normas de conducta civilizadas
(Tennessee Williams)

Blanche Dubois llega a Nueva York y, tras coger un tranvía llamado Deseo y cambiar a otro de nombre Cementerio, se instala en el apartamento de su hermana Stella y su cuñado Stanley Kowalski…


Tras ser presentada en el Festival de Venecia, "Un tranvía llamado deseo(A streetcar named desire) se estrenaba el 18 de Septiembre de 1951.

Magistralmente dirigida por Elia Kazan, esta producción de Charles K. Feldman para la Warner Brothers contaba además con un exquisito guión firmado por Tennessee Williams y Oscar Saul que estaba basado en la obra homónima del primero.


Harry Stradling, Sr., ya reconocido director de fotografía de títulos como “Pygmalion” o “La posada de Jamaica”, dejaba también su impecable huella en “Un tranvía llamado deseo”.


Y la calidad de la película se redondeaba con la lograda banda sonora de Alex North, por aquel entonces nuevo en Hollywood pero ya con un buen número de partituras para el teatro y el film documental a sus espaldas.


Pero la película venía precedida por la representación teatral que se hizo de la obra de Tennessee Williams y que, también dirigida por Elia Kazan, fue estrenada el 3 de Diciembre de 1947 en el Ethel Barrymore Theatre con un total de 855 representaciones. Williams obtuvo por ella el Premio Pulitzer, el Premio Donaldson y el Premio de los Críticos de Teatro de Nueva York.

Cuando la Warner Brothers decidió llevar a la gran pantalla “Un tranvía llamado deseo” pensó, lógicamente, en Elia Kazan como director de la misma.


Sin embargo, Kazan ya había tenido bastante con la obra y no quería responsabilizarse  de su versión cinematográfica. Tan sólo la tenaz persuasión de Tennessee Williams logró convencerle de que era el director idóneo para llevar esta obra a la gran pantalla.

Para el reparto de la película, Elia Kazan decidió contratar a la mayoría de los actores que había dirigido en los escenarios de Broadway. Contó así con tres de los actores principales (Marlon Brando, Kim Hunter y Karl Malden) y con cuatro de los actores secundarios.


La actriz Jessica Tandy había representado el papel de Blanche Dubois en la obra teatral dirigida por Elia Kazan. Sin embargo, la Warner Brothers no la quería para la película porque querían que la actriz principal fuera ya una estrella bien reconocida.


Y, tras desechar a Olivia de Havilland por el elevado salario que pedía, Vivien Leigh se convirtió en la actriz más apropiada con el hecho añadido de haber dado vida a este mismo personaje en las representaciones que se hicieron de esta misma obra en Londres.

Vivien llegaba al rodaje de la película con su papel bien aprendido, pero tal y como la había dirigido en la obra teatral su entonces marido Laurence Olivier. Y esa Blanche Dubois no era exactamente la que quería Elia Kazan.

Cineasta y estrella llegaron, sin embargo, a un mutuo acuerdo cuyo fruto fue una de las mejores interpretaciones en la carrera de Vivien Leigh.


Vivien se habría revolcado sobre trozos de vidrio si hubiera podido servir para mejorar su interpretación. Me gustaba mucho… y francamente me sentí muy feliz cuando consiguió el Oscar, ya que yo estaba convencido de que se lo merecía
(Elia Kazan)


Marlon Brando era la elección lógica para el personaje de Stanley Kowalski debido al gran éxito que había conseguido con su magnífica representación en Broadway.

Kowalski siempre tenía razón y nunca tenía miedo. Nunca vacilaba ni dudaba de sí mismo. Su ego desbordaba seguridad. Y tenía esa agresividad brutal que yo odio. Me da miedo. Detesto al personaje
(Marlon Brando)


Brando, por su parte, intentaba borrar de la mente del público la identificación que de él habían hecho con su personaje teatral.

Muy afortunadamente para la historia del cine, John Garfield rechazó la oferta de interpretar a Kowalski en la gran pantalla porque no quería ser eclipsado por la protagonista femenina.

Y así fue como el papel volvió a Brando, quien finalmente accedió a interpretarlo en lo que sería su segundo título para la gran pantalla tras debutar a las órdenes de Fred Zinnemann en “Hombres”.


Es exactamente el personaje que me hubiera gustado crear. Tómenselo como una presunción mía o bien como un homenaje, pero es cierto que cada uno de sus gestos, todo lo que hace, responde a las coordenadas del personaje que tengo en mi cabeza. Brando se convirtió en el mejor Stanley Kowalski que yo podía esperar
(Tennessee Williams)

Y yo totalmente de acuerdo con Tennessee Williams. El Stanley Kowalski de Marlon Brando es, por derecho propio, una de las mejores interpretaciones cinematográficas de la historia. Sencillamente magistral.


Kim Hunter daba vida maravillosamente en la gran pantalla, al igual que en la obra teatral, a Stella, la hermana de Blanche. Rostro conocido desde su debut en el cine en 1943, la actriz llevaría luego a cabo una extensa carrera en la gran y pequeña pantalla.

Curiosamente, el otro papel por el que será siempre recordada Hunter no es otro que el de la doctora Zira de la saga de “El planeta de los simios”.


Y un extraordinario Karl Malden en el papel de Mitch completaba el cuarteto de protagonistas de esta historia. Malden había debutado en la gran pantalla en 1936 y llevaba ya a sus espaldas títulos como “13 Rue Madeleine”, “El beso de la muerte”, “El pistolero” o “Situación desesperada”.


Tras su participación en la obra teatral de “Un tranvía llamado deseo” redondeó su éxito personal con una interpretación antológica en la película. No en vano se convertiría con el tiempo en uno de los mejores actores americanos de todos los tiempos.

En el verano de 1950 se iniciaba el rodaje de la versión cinematográfica de la obra de Tennessee Williams. Rodaje que comenzó con un enfrentamiento entre Marlon Brando y Karl Malden, quien acusaba al primero de hacer todo lo posible por robarle los pocos momentos de protagonismo que tenía.


Y aunque en un principio Vivien y Marlon no se aceptaron mutuamente en sus respectivos papeles, pronto se hicieron amigos trabajando sin problemas junto al resto del elenco.

De hecho, Brando llegó a cenar una noche con ella y con Laurence Olivier, que se encontraba también entonces en Hollywood rodando “Carrie” a las órdenes de William Wyler.


En la primera colaboración cinematográfica de Elia Kazan con Tennessee Williams (en 1956 volverían a trabajar juntos en “Baby Doll”), los censores del Código de Producción exigieron 68 cambios en el guión cinematográfico con respecto a la obra teatral. Otros tantos recortes pidió la Legión Católica de la Decencia.

En sus memorias, Tennessee Williams escribía que le gustaba la película, pero que había sido empañada por ese “final de Hollywood”.


"Un tranvía llamado deseo” fue galardonada con 4 Premios Oscar: mejor actriz (Vivien Leigh), mejor actriz secundaria (Kim Hunter), mejor actor secundario (Karl Malden) y mejor dirección artística (Richard Day y George James Hopkins).

Y fue también nominada en otras 8 categorías: película, director, actor (Marlon Brando, el galardón se lo llevó Humphrey Bogart por “La reina de África”), guión, fotografía, diseño de vestuario, sonido y banda sonora.


Los Globos de Oro premiaron también a Kim Hunter como mejor actriz secundaria y nominaron a Vivien Leigh como mejor actriz principal.

Y los británicos Premios Bafta otorgaron a Vivien Leigh el premio a la mejor actriz y nominaron también a la película.


En el Festival de Venecia, Elia Kazan recibió el Premio Especial del Jurado por su magistral dirección y Vivien Leigh recibió el Volpi Cup a la mejor actriz. Kazan fue también nominado al León de Oro en este certamen.

Un tranvía llamado deseo” es una auténtica obra maestra del cine con todos los ingredientes necesarios para ello. Una impecable dirección, una magistral fotografía, una banda sonora inolvidable, un excepcional guión con un más que exquisito texto…


Y cuatro actores de lujo que forman, sin ninguna duda, uno de los mejores repartos cinematográficos de toda la historia del cine.

La verdad es que al menos para mí, Blanche y su creador eran intercambiables: compartían la misma sensibilidad, la misma inseguridad, la misma melancólica lujuria
(Truman Capote)

17 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

¡Stella,Stella!!!!!
Este Tennesse Williams y esos melodramas tan densos que se puede escuchar el latido de cada intérprete.

deWitt dijo...

Te puedes creer que la he vuelto a ver esta tarde? Y lo que es más curioso, no sabía que estaba de aniversario! Las casualidades de la vida!!

Qué puedo añadir a tu entrada? Pues nada. impecable y completísima como siempre. Sólo puedo decir que la suscribo punto por punto. Mientras la veía pensaba que sólo Williams era capaz de crear esos personajes tan llenos de matices.

Enhorabuena!

Besos

Clementine dijo...

Cahiers, me encanta el comienzo de tu comentario. ¡Te pongo un 10!. Venga, y al resto del comentario también.
El momento ¡Stella, Stella!!!!! es mi favorito de la película y ésta es la adaptación cinematográfica de Williams que más me gusta y con muchísima diferencia. Y eso que me gustan también todas las demás.
¡Cahiers, Cahiers!!!!!

¡Gracias, deWitt! Me lo creo, yo creo en todas estas coincidencias porque me pasan también a mí. Y estoy de acuerdo contigo, Williams era único para esto, era maravilloso. Más besos para ti

Marcos Callau dijo...

Sin duda, una obra prodigiosa que por cierto, volví a revisar hace poco tiempo. Siempre que fuera posible me parece un acierto contar para el cine con los mismos personajes que representaron previamente la obra en el teatro. Por cierto, como siempre, me encanta el papel de Karl Malden y creo que no le faltaría razón en su discusión con Brando. Besos Clementine, muy buen trabajo!

miquel zueras dijo...

Gran película pero recomiendo la novela de Williams. Kim Hunter estaba muy mona... casi tanto como cuando interpretó a la doctora Zira años más tarde.
Cuando Brando dejó los escenarios de Broadway para interpretar la versión cinematográfica fue sustituido por Anthony Quinn en el papel de Kowalsky. El público se dividía entre los dos Kowalskys pero Brando ganaba por goleada.
"La cortesía con los extraños es mi debilidad..." Otra frase célebre. Besos. Borgo.

Clementine dijo...

¡Gracias, Marcos! Por una vez, sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo contigo en todo. Con esa buena imagen que nos ha dado siempre Karl Malden y el que el mundillo cinematográfico le haya considerado también siempre como todo un señor, lo más seguro es que tuviera él la razón en su discusión con Brando. También se cuenta que al encontrarse por primera vez en el plató Brando y Vivien Leigh, él le soltó sin más algo así como “¿Pero cómo puedes ser tan endemoniadamente guapa?”. Ése fue el saludo inicial de Marlon, algo que, si bien era muy cierto, dejó a Vivien de lo más desconcertada. Pero por lo visto ella se acostumbró pronto a las “maneras” de Brando que, evidentemente, no eran las de ella, y se acabaron llevando bien. Besos, Marcos.

Miquel, yo tengo hace tiempo como asignatura pendiente hacerme con la obra de Tenessee Williams, igual tú hasta ya le has hecho una portada. Si no es así, empiezo ahora mismo a concentrarme para que te encarguen una… O dos o diez.
Pero ¡pobre Kim Hunter! No vale compararla con Vivien Leigh, eso es tremendamente injusto. Y sí, es cierto que Anthony Quinn sustituyó a Brando, y creo que Jack Palance hizo también ese papel. Y me encantan estos dos, pero para mí Stanley Kowalski será siempre Marlon Brando. Es mi personaje favorito de él, mi interpretación favorita de él y mi “cómo está aquí, madre mía” favorito de él también… Que yo no soy tonta, Borgo. Besos.

miquel zueras dijo...

Ya me gustaría, ya, hacer una portada de Tenesse Williams. "De repente el último verano" hasta la haría sin cobrar. Vaya, espero que esto último no lo haya leído mi agente. Besos. Borgo.

Mario Salazar dijo...

Es una de mis películas favoritas, me encantan todos, sin embargo me quedo con Leigh que me parece perfecta, a ratos muy fuerte y a otros muy endeble, toda una muestra de emociones, una clase de actuación a sí rotunda. Y sus frases cortan como el filo de un arma blanca. El final de antología con los gritos salvajes y deseperados de Brando. Y tengo la obra de Williams y espero leerla sin duda. Muy buena reseña. Un abrazo.

Mario.

A-B-C dijo...

Genial adaptación y post. Un gran placer pasarme por aquí y disfrutar recordando la película.

Besos,

Roberto Béjar dijo...

¡Pedazo de peliculón con cuatro actorazos en estado de gracia! Karl Malden siempre me ha parecido un coprotagonista soberbio, y le tengo simpatía desde que veía las reposiciones de "Las calles de San Francisco".

Y Alex North, pues muy propia su música para este tipo de películas. Parece mentira que nunca ganara un óscar.

Saludos!

Clementine dijo...

Claro que sí, Roberto, un peliculón. Y Karl Malden y Alex North, de lo mejor de la historia del cine. Un beso.

Jose Kowalski dijo...

Stella... Qué grandes recuerdos me trae esta película, casi siempre en forma de camiseta. Así que, como siempre, me voy a ir por las ramas y me voy a decantar por dos de estos recuerdos:
1- No sé si esn 1992 o 1993 vi una versión teatral de la obra, en la que Natalia Dicenta, la hija de Lola Herrrera que luego se nos perdió un poco pero que hace casi 20 años parecía que iba a llegar a las cotas de su madre, hacía una Stella espectacular. Marlon Brando era Pedro Mari Sánchez, que éste ya sí que se nos perdió del todo, aunque yo acabo de verle en la última película de Urbizu. En fin, que muchas veces estigmatizamos lo español, el cine, el teatro... pues bien: esta versión era sensacional.
2- A raíz de la aparición de esta película en los últimos 50, en España se escribió un cuentecito precioso que se llamaba "Un tranviario llamado Tadeo", sobre un conductor de tranvías que, antes de morir, puso su trenecito rumbo al cielo. El autor era mi padre, y también el de la bloguera.
Qué recuerdos.

Clementine dijo...

Te creo cuando dices que era buena esa obra, aunque sí me imagino a Natalia Dicenta como Stella pero no a Pedro Mari Sánchez como Stanley. Pero se trataría de verlo para creerlo, como se suele decir.
El cuentecito, precioso, tú lo has dicho.

Rodrigo Moral dijo...

La vi hace unos cuantos meses y me pareció un peliculón. Tiempo después, me surgieron muchas ganas de verla en teatro, a ver qué se siente tener la historia cerca. Una historia que, gracias a unos intérpretes bárbaros, genera pasiones.
Ahora, acá en Argentina están dando (si no voló aún) la obra, con unos actores que me interesan mucho. Quizá sea la chance para decidirme y verla.
Aunque dudo que sea mejor que la película. Increíble que sean 60 años!

Saludos.

Clementine dijo...

Hola, Rodrigo. A lo mejor si es buen momento para que te acerques a ver la obra, ya sólo el texto merece mucho la pena y si los intérpretes son buenos, perfecto. La película es maravillosa. Un saludo.

virginia dijo...

Adoro el cine gracias a Kowalsky y a Marlon Brando. He visto mil veces esta película.
Gracias por compartir todo esto con todos aquellos que amamos el cine.
Un saludo

http://paravolveraempezar.blogspot.com/

Clementine dijo...

Hola, Virginia, para mí es un placer compartir todo esto. Gracias a ti por asomarte. Un saludo.