lunes, 25 de noviembre de 2013

El sirviente

En 1948, el novelista y dramaturgo británico Robin Maugham


… conseguía fama y notoriedad con su primera novela, “The servant ” (El sirviente).

En 1961, el director británico Michael Anderson encargaba al dramaturgo londinense Harold Pinter el guión cinematográfico de la citada novela. Finalmente, Anderson se retiraba del proyecto, asumiendo el norteamericano Joseph Losey la dirección de esta adaptación cinematográfica no sin antes insistir en que Pinter reescribiera la mayor parte del guión. Esto llevó a lo que Losey definiría más adelante como su única discusión en más de veinte años de amistad… Pero Pinter llevó a cabo las pertinentes correcciones.


Junto a ‘Rey y patria’,
la cima de un director siempre atento y comprometido
(Miguel Ángel Palomo, Diario El País)


Joseph Losey estudió filosofía pero siempre estuvo interesado por el teatro, llegando incluso a trabajar junto a Bertolt Brecht. Tras las cámaras cinematográficas desde 1939, el público ya había visto a toda pantalla películas suyas como “El muchacho de los cabellos verdes”, “El merodeador” o “El tigre dormido”. Tras “El sirviente” se sumarían a la filmografía de Losey como director otros títulos como “Rey y patria”, “Modesty Blaise”, “Accidente”, “El mensajero”, “Chantaje a una esposa”, “Una inglesa romántica” o “Los baños turcos”.


Harold Pinter inició en 1960 su andadura como guionista en series y telefilmes de la pequeña pantalla. En 1963 debutaba en el cine con “The caretaker”, título al que seguiría de inmediato “El sirviente”. Posteriormente, volvería a trabajar con Losey en “Accidente”, “Modesty Blaise” y “El mensajero”.

Con otros directores, Harold también nos dejaba después los guiones de “Conspiración en Berlín”, “El último magnate”, “La mujer del teniente francés” o, ya en 2007, el remake de “La huella”.


El londinense Douglas Slocombe firmaba la extraordinaria fotografía de “El sirviente”. En el cine desde 1941, el público ya había disfrutado a toda pantalla con sus imágenes en títulos como “Ocho sentencias de muerte”, “Oro en barras”…


… “El hombre vestido de blanco”, “Mandy” o “Freud, pasión secreta”. Tras “El sirviente”, Slocombe nos dejaba también su arte en otros títulos como “Viento en las velas”, “El baile de los vampiros”, “El león en invierno”, “Jesucristo Superstar”, “El gran Gatsby”, “Rollerball”, “Julia”, “Nijinsky”… Y “En busca del arca perdida”, “Indiana Jones y el templo maldito” e “Indiana Jones y la última cruzada”. Total nada.


Y la banda sonora de “El sirviente” nos era ofrecida por el compositor de jazz, saxofonista y clarinetista inglés John Dankworth, en el cine desde 1960 y moviéndose también por el medio televisivo. Tras “El sirviente”, Dankworth volvía a colaborar con Losey en “Modesty Blaise” y “Accidente”.


A lo largo de la película, escuchábamos en varias ocasiones “All gone”, un tema compuesto por el propio John Dankworth con letra de Harold Pinter


… e interpretado por Cleo Laine, actriz y cantante de jazz… y mujer de John Darkworth.

“He servido durante trece años, señor. Últimamente he trabajado como ayuda de cámara de varios miembros de la nobleza…”


Dirk Bogarde nos regalaba una más que extraordinaria composición de Barrett, su sensacional personaje en esta película.


Tras su debut cinematográfico como extra en 1939, Dirk había sido visto ya también en otros títulos como “El farol azul”, “Extraño suceso”, “Un médico en la familia”, "El tigre dormido" (primero de sus títulos con Joseph Losey), “El jardinero español”, “Historia de dos ciudades”, “El ángel vestido de rojo”, “Víctima”, “Motín en el Defiant” o “El extraño caso del doctor Longman”.






Tras su impecable interpretación en “El sirviente”, Bogarde volvería a trabajar con Joseph Losey en “Rey y patria”, “Modesty Blaise” y “Accidente”.


Dirk también nos dejaría su inconfundible sello en “Justine”, “La caída de los dioses”, “Muerte en Venecia”, “Portero de noche”, “Providence”, “Daddy nostalgie”…


Magistral Dirk Bogarde, sublime actor y un grandísimo maestro de la expresión. De mis favoritos, favoritos, favoritos… ¿verdad, Dirk?

Procedente de una auténtica familia artística, su padre agente teatral, su madre actriz, su hermano Edward actor, su hermano Robert productor…


James Fox debutaba a los once años de edad como actor, y como William Fox (su verdadero nombre), en “La historia de los Miniver” (1950), título cinematográfico al que siguieron otros dos antes de meterse de lleno en el mundo de las series televisivas.


Hasta 1962, año en el que volvía al cine con “La soledad del corredor de fondo” y otras dos películas más antes de “El sirviente”. Después llegarían “Aquellos chalados en sus locos cacharros”, “La jauría humana”, “Isadora”, “Greystoke”, “Pasaje a la India”, “La casa Rusia”, “Juego de patriotas”… y “Lo que queda del día”, donde James volvía a interpretar el papel del señor de la casa, ésta, eso sí, un poco más grande…

“Me mudaré aquí dentro de dos o tres semanas y de momento estaré solo, así que necesitaré un sirviente…”




James nos ofrecía en “El sirviente” una espléndida recreación de Tony, su personaje…




… manteniendo en todo momento un asombroso duelo interpretativo con ese monstruo de la actuación llamado Dirk Bogarde. Magnífico también James Fox.

Para dar vida a Susan, la novia de Tony, fue elegida en un primer momento Vanessa Redgrave. La actriz tuvo que rechazar lo que hubiera sido su debut cinematográfico por encontrarse embarazada de la también futura actriz Natasha Richardson…




… y el papel de Susan le fue otorgado finalmente a la actriz inglesa Wendy Craig, quien había aparecido ya a toda pantalla en títulos como “Un lugar en la cumbre” o “El extraño caso del doctor Longman” (también junto a Dirk Bogarde). Tras su espléndida actuación en “El sirviente”, Susan se centraría más en la pequeña pantalla.




Una también magnífica Sarah Miles interpretaba a Vera. Antes de “El sirviente”, Sarah había aparecido tan sólo en su debut cinematográfico el año anterior en “Escándalo en las aulas”. Tras “El sirviente”, la conocimos también como Rosy en “La hija de Ryan”, Catherine en “El hombre que mató a Cat Dancing”, Alice en “Pasiones en Kenia” o como Grace en “Esperanza y gloria”.


El actor irlandés Patrick Magee aparecía brevemente en el papel del obispo. Magee debutaba como actor en 1959 y había intervenido ya en multitud de títulos cinematográficos y series televisivas. Tras “El sirviente” también le vimos en “Zulú”, “Cromwell”, “La naranja mecánica”, “Barry Lyndon” o “Carros de fuego”.

Completaban este magnífico reparto Catherine Lacey, Richard Vernon, Ann Firbank, Doris Knox, Jill Melford, Derek Tansley… Y, en dos brevísimas apariciones…


John Dankworth, el mismísimo compositor de la banda sonora de la película que nos ocupa…


… y Harold Pinter, el mismísimo guionista de la misma.

Y también cobraban gran importancia en “El sirviente”…







… las escaleras






… y el espejo.

Dos objetos inanimados... o no del todo. Por las primeras circulaba nueva información, tanto hacia arriba como hacia abajo, tanto para los personajes de esta historia como para nosotros como espectadores. Respecto al segundo, éramos nosotros, los espectadores, los que simultáneamente veíamos también lo que ocurría al otro lado... a través del espejo.

Elegante, espeluznante y fascinante
(Time)


Producción de Joseph Losey y Norman Priggen para Springbok Production, “El sirviente” (The servant) era estrenada en Reino Unido el 25 de noviembre de 1963, habiendo sido anteriormente presentada en el Festival de Cine de Venecia.




Entre otros muchos premios y nominaciones, “El sirviente” recibió el británico Premio Bafta a mejor película, actor (Dirk Bogarde), actriz (Sarah Miles), actor promesa (James Fox) y fotografía. También fue nominada en las categorías de guión y actriz promesa (Wendy Craig).




Premio al mejor guión dramático en los Writers’ Guild of Great Britain, la película fue asimismo candidata al León de Oro en el Festival de Venecia.

Durante el rodaje de “El sirviente”, Joseph Losey tuvo que ser hospitalizado durante dos semanas…




… período de tiempo en el que Dirk Bogarde continuó con la filmación de la película recibiendo diarias instrucciones por teléfono del propio director desde su cama del hospital.

Cuando Losey se reincorporó al rodaje, no rehizo nada de lo rodado en esas dos semanas.


SUSAN: “¿Qué es lo que quiere de esta casa?”
BARRETT: “¿Qué quiero?”
SUSAN: “Sí, ¿qué quiere?”
BARRETT: “… Soy el sirviente”

8 comentarios:

  1. Recuerdo esta película como algo angustioso para mi. Es como una ventana a los propios temores, a la debilidad humana. La importancia de la firmeza, que te puede rescatar de ti mismo, por mucho que duela dejar determinados hábitos. Dejarse llevar por las comodidades y los placeres no es buen camino, si te importa conservar el propio yo, la autonomía de tu libre albedrío, que es lo que eres realmente, y eso no cuesta mucho perderlo.

    ResponderEliminar
  2. Qué buen análisis el tuyo, Pablo, a mí esta película también me dice todo eso que expones, y creo que es también el mensaje que Losey nos quiso transmitir. Un saludo, me alegra verte por aquí de nuevo.

    ResponderEliminar
  3. Recuerdo cómo me impresionó siendo aún muy pequeño, cuando en televisión emitían grandes películas, esa atmósfera enrarecida que solo Bogarde podía hacerla efectiva de forma tan eficaz.

    ResponderEliminar
  4. Sí, Cahiers, eso mismo pensé yo el otro día al ver la película, nadie como Bogarde puede bordar este personaje de esta manera.

    ResponderEliminar
  5. Magnífica película con Bogarde, un actor que siempre me ha fascinado ¡De mayor quiero ser como él! Hasta Edward Fox -actor algo inexpresivo- aquí está convincente. No sabía que el guión era de Pinter del que hice una portada: "The Homecoming".
    Creo que la película refleja muy bien la extravagante relación amo-sirviente que Pinter -de la clase trabajadora- conocía bien.
    Besos y muy buen finde. Borgo.

    ResponderEliminar
  6. ¡Hola, Miquel!
    James, James, no Edward, que éste es el hermano. Sí, aquí está muy bien Fox, y también en "Lo que queda del día", pero este personaje suyo de "El sirviente" es mucho más difícil de interpretar, creo yo. A mí también me fascina Dirk Bogarde, de siempre.
    Ya buscaré esa portada, ya :)
    Muchos besos, Borgo.

    ResponderEliminar
  7. Pedazo de Dirk Bogart, claro que sí. La peli es inquietante y todo eso que decís que es. Muy buena peli y muy buena entrada.
    Que te gusta Bogart? Si? Ya me extraña, no lo sabía, oyes..

    ResponderEliminar
  8. Será que es que no lo he dicho... que sí, que me rechifla mucho Dirk, Alicia, pero ¡atención! Dirk... Bogarde, el de Venecia, que Bogart es el de Casablanca. ¿Eh?

    ResponderEliminar