martes, 26 de julio de 2011

Dos cabalgan juntos

Los familiares de los prisioneros blancos secuestrados por los comanches presionan al ejército federal para que los rescate. El comandante Frazer convence al cínico sheriff de Tascosa, Guthrie McCabe, para que se encargue de negociar con los indios la entrega de los cautivos. En esta misión le acompañará el teniente Jim Gary.


Con el inconfundible sello de John Ford en la dirección, se estrenaba en Estados Unidos el 26 de Julio de 1961 Dos cabalgan juntos” (Two rode together), genuino western producido por el propio Ford para la Columbia Pictures.

La fotografía de Charles Lawton, Jr. y la banda sonora de George Duning redondeaban una película cuyo guión, escrito por Frank S. Nugent, habitual en el cine de Ford en clásicos como “Fort Apache”, “La legión invencible”, “El hombre tranquilo”, “Escala en Hawai”, “Centauros del desierto” o “La taberna del irlandés”, estaba basado en la novela “Comanche captives”, escrita en 1960 por Will Cook.


En el rodaje de “Dos cabalgan juntos” se aprovecharon los decorados que habían sido construidos en Brackettville, sudoeste de Texas, para “El Álamo” (1960).

Y allí comenzó a trabajar el equipo el 15 de Octubre de 1960, con auténticos navajos del Monument Valley interpretando a la mayor parte de los comanches. En la segunda mitad de Noviembre se rodó en el rancho de la Columbia lo que quedaba pendiente.


El indiscutible protagonismo en este film corría de la mano de James Stewart y Richard Widmark, o lo que es lo mismo, del sheriff Guthrie McCabe y del teniente Jim Gary, los dos que cabalgan juntos en esta historia, muy bien acompañados por dos mujeres interpretadas por Shirley Jones y Linda Cristal.


Entre los dos que cabalgan juntos, un extraordinario John McIntire, excelente actor de primera de títulos ya clásicos como “Tierras lejanas”, “Cazador de forajidos”, Psicosis”, “El mundo en sus manos”, “Caravana de mujeres”, “El fuego y la palabra” o “La jungla de asfalto”.

Y secundando excelentemente el reparto principal, una serie de nombres más que reconocibles en el cine de John Ford.


Olive Carey, esposa del comandante Frazer en esta historia, mujer en la vida real del gran Harry Carey y madre de Harry Carey, Jr., había coincidido anteriormente con John Ford en “Escrito bajo el sol” y “Centauros del desierto”.


Harry Carey Jr., aquí como el genuino Ortho Clegg, era ya un rostro reconocido en el cine de John Ford tras haber intervenido en títulos como “Tres padrinos”, “La legión invencible”, “Caravana de paz”, “Río Grande”, “Cuna de héroes”, “Escala en Hawai” o “Centauros de desierto”.


Ken Curtis, el también genuino Greeley Clegg de esta historia, había sido ya dirigido por Ford en títulos como “Río Grande”, “El hombre tranquilo”, “Escala en Hawai”, “Centauros del desierto” o “Misión de audaces”. Y volvería a trabajar con él en “El gran combate”.


John Qualen, otro gran actor de primera aquí en el papel de Ole Nudsen, trabajó anteriormente con Ford en películas como “Las uvas de la ira”, “Hombres intrépidos” o “Centauros del desierto” y posteriormente sería también dirigido por él en “La taberna del irlandés” y “El gran combate”.


En el papel del genuino Sargento Posey, Andy Devine, en 1939 inolvidable conductor de “La diligencia”, que fue dirigido de nuevo por Ford en “El hombre que mató a Liberty Valance”.


Y Woody Strode, en esta historia como el comanche Stone Calf. Strode había trabajado anteriormente con Ford en “La diligencia” y “El sargento negro”. Tras “Dos cabalgan juntos”, volvería a coincidir con él en “El hombre que mató a Liberty Valance” y “Siete mujeres”, última película rodada por el genial director.


Pero el incluir a Woody Strode en el reparto de “Dos cabalgan juntos” le costó a John Ford una pelea con los de la Columbia, ya que los ejecutivos de la productora pensaban que resultaba algo extraño que un actor negro interpretara a un indio, siendo evidentemente desconocedores del hecho de que Strode tenía parte de indio en su sangre.

Claro que este logro de Ford de incluir a Woody Strode en el reparto haciéndole pasar por indio no le impidió al genuino director el enfadarse con él una noche en la que Strode desobedeció las órdenes y se emborrachó en compañía de un jefe indio y de otros navajos del Monument Valley. Tras prender fuego a una vieja caravana para bailar la danza de guerra en torno a ella, Ford salió de su habitación maldiciendo y preguntando a gritos qué estaba ocurriendo.

A la mañana siguiente, a la hora del desayuno, Woody Strode cogió su bandeja y fue a sentarse a la mesa de Ford junto a Stewart y Widmark. En palabras de Strode, “Ford se negó a dejarme comer con ellos”.

Borrachín y lacónico, mondando un palo con un cuchillo en el porche, el sheriff McCabe es cínico, temperamental y francamente mercenario. Es una memorable caracterización empapada en autenticidad
(New York Times, 1961)


James Stewart fue elegido para protagonizar esta película por el jefe de la Columbia Pictures, Harry Cohn, antes incluso de ofrecérsela el estudio a John Ford.

Por su parte, Ford accedió a dirigirla a pesar de considerar muy malo su guión. Según el propio director, aceptó tan sólo por el dinero que le iba a proporcionar, incluyendo un veinticinco por ciento de los beneficios netos de la película.


Stewart y Widmark, sin embargo, se mostraron en todo momento entusiasmados con esta historia, aunque Widmark en un principio había sido reacio a participar en ella por considerarse demasiado mayor para dar vida a su personaje.

James Stewart llevaba en esta película el mismo sombrero vaquero que había utilizado desde “Winchester 73” (1950). “Dos cabalgan juntos” era la primera película que rodaba con John Ford, quien no quería de ninguna manera que Stewart usara este sombrero porque pensaba que era el de peor aspecto que había visto en su vida.

Ford finalmente accedió a que lo llevara pero, cuando volvieron a coincidir en 1962 en “El hombre que mató a Liberty Valance”, directamente no le permitió a Stewart llevar sombrero alguno.


Las producciones de John Ford resultaban agotadoras para James Stewart. “No sabías si aquel día ibas a ser el cabeza de turco, si Ford iba a apuntarte con su pistola”. El director, por su parte, consideraba que James “hacía un trabajo extraordinario creando un personaje que el público deseaba. Había estudiado para actor”.

De hecho, Ford pensó en su momento en darle a Stewart el papel de Doc Holliday en “Pasión de los fuertes” y el del mayor Kendall en “Misión de audaces”. “Era bueno en todo lo que hacía. Se interpretaba a sí mismo pero también al personaje. A la gente le gustaba”. Stewart tenía su propio punto de vista sobre esto, “creo que Hank intercedió por mí . Hank, Henry Fonda, era gran amigo de John Ford.


Curiosamente, en la escena inicial de “Dos cabalgan juntos” aparecía James Stewart, como sheriff, reclinado en su silla. Los críticos, evidentemente, vieron una parodia del mismo plano de Henry Fonda, como Wyatt Earp, en “Pasión de los fuertes”.

Ford tenía una forma de dirigir asombrosa. Él dejaba bastante en tu mano como actor el hecho de trabajar la escena. Tú tenías el guión, te sabías la historia, la escena, y él la planificaba visualmente. Luego te dejaba que te movieras dentro de la escena
(James Stewart)

John Ford sólo rodaría dos westerns más, “El hombre que mató a Liberty Valance” y “El gran combate”. En ambos aparecía James Stewart. En el primero como Ransom Stoddard, el protagonista de la historia. En la segunda, directamente como Wyatt Earp.

Y en “El gran combate”, Stewart volvía a coincidir en el reparto con Richard Widmark en el papel del capitán Thomas Archer. Y con Harry Carey, Jr, Ken Curtis y John Qualen.


Dos cabalgan juntos” también guardaba similitudes en la historia que contaba con otra obra de John Ford, “Centauros del desierto”. Pero, a diferencia de los personajes de Ethan y Martin, McCabe y Gary (Stewart y Widmark) no creen en absoluto en el sentido de su búsqueda.

Nunca supe realmente de qué iba la película, y no estoy totalmente segura de que ni el mismo Ford lo supiera. Por supuesto, Jimmy Stewart se lo tomó como si estuviera rodando una obra maestra. Sin él y Widmark, habría sido un fiasco sin parangón
(Shirley Jones)


La secuencia más célebre, el ya mítico diálogo entre McCabe y Gary en la orilla del río, fue rodada con toda rapidez y con la cámara sobre el agua, después de que Stewart y Widmark la hubiesen ensayado largamente y en privado.


El hecho de que no hubiera planos de espaldas da la impresión de que esos dos tipos sencillamente deciden sentarse para hablar de lo que ha ocurrido y de lo que va a ocurrir
(James Stewart)


¡Estaba loco por el viejo Jack! Le conocí en la última etapa de su vida, cuando hablaba como si fuera Mr. Magoo… ¡pero era grande! Una mañana, Jimmy y yo estábamos desayunando y un tipo dijo que Jack quería vernos. Fuimos a su encuentro. Se presentó con su camisón chino, que apenas le cubría el cuerpo, y con su parche y su puro. Miró hacia el cielo y dijo: “Demonios, con este tiempo no podemos rodar. ¿Por qué no os volvéis a meter en la cama, muchachos?” A eso de las dos de la tarde de ese mismo día, nos dirigimos al lugar del rodaje e hicimos unas seis páginas del guión en dos horas… Stewart y yo, sentados a la orilla del río y hablando. Es una escena muy buena
(Richard Widmark)


Ford se paseó por la orilla y luego se dirigió hacia el río. Bueno, todo el mundo sabía lo que eso significaba, de modo que el cámara y el equipo le siguieron inmediatamente. Se dio la vuelta y nos dijo a Dick Widmark y a mí: “Sentaos ahí”. Y luego, dirigiéndose al cámara: “Cógeles desde ahí, así”. No era algo fácil, ya que el cámara podía hundirse, estaba lleno de barro. Era una escena larga. La hicimos toda en dos tomas. Ford estaba fuera del río cuando la hicimos. Nos dijo: “Perfecto”, y se fue. Y eso fue todo… Ford solía decir “Perfecto” en lugar de “Corten”. El técnico de sonido dijo: “El sonido… He escuchado el río”. “Bueno, ése es tu problema”, dijo simplemente Ford
(James Stewart)


Todas las cosas que he oído de Ford estaban ahí. Pero eran una ayuda en vez de algo que tú… No sé si alguien se lo tomaba con miedo o resentimiento. Yo estaba decidido a no actuar así. Al final, acabó en una relación de amistad. Fue una experiencia simplemente maravillosa, no sólo el conocerle, sino trabajar muy cerca de él para darse cuenta de que era un maestro
(James Stewart)


A Cahiers y al Tirador, al Tirador y a Cahiers.
En definitiva, a dos que cabalgan juntos

viernes, 22 de julio de 2011

All that Fosse dancing



George Abbott y Stanley Donen dirigieron en 1958 la versión cinematográfica de “Damn Yankees”,  musical estrenado en Broadway en 1955 con música y letra de Richard Adler y Jerry Ross y números de baile creados por el propio Bob Fosse. En “Who’s got the pain” su pareja era la excepcional Gwen Verdon, mujer de Fosse en la vida real.


En “The affairs of Dobie Gillis”,  película musical dirigida en 1953 por Don Weiss,  podemos disfrutar del  número You can't do wrong doin' right,  escrito por Al Rinker y Floyd Huddleston, donde Debbie Reynolds y Barbara Ruick acompañaban a dos magistrales Bob Fosse y Bobby Van.


El fantástico número “Tom, Dick or Harry” de la película “Bésame, Kate” (1953), musical de Broadway con letra y música de Cole Porter que fue estrenado en 1948 con el nombre de “Kiss me, Kate”, nos presentaba a cuatro bailarines de auténtico lujo, Ann Miller, Tommy Rall, Bobby Van y Bob Fosse, en una de las mejores escenas de la historia del cine musical.


Obra originalmente estrenada en Broadway en 1940, “My sister Eileen” tuvo su adaptación musical en el cine en la película “Mi hermana Elena”, dirigida en 1955 por Richard Quine con una banda sonora a cargo de Jule Styne y Leo Robin. Betty Garrett, Janet Leigh, Tommy Rall y Bob Fosse nos deleitaban con el magistral número coreografiado por el propio Fosse “Give me a band and my baby


La película “Bésame,  Kate” le dio a Bob Fosse la oportunidad de coreografiar su breve número con Carol Haney perteneciente al completo “From this moment on”. Esta pequeña maravilla le llevó a ser contratado por Jerome Robbins y George Abbott en  la producción de Broadway “The pajama game”.


En 1974, Stanley Donen adaptaba a la gran pantalla “El principito” de Antoine de Saint Exupéry  a través de un maravilloso musical, “El pequeño príncipe”, que contaba con letra y música de Alan Jay Lerner y Frederick Loewe. En el reparto, Bob Fosse y su “Snake in the grass”,  excepcional número coreografiado por el genial bailarin.


Y también en la película “Mi hermana Elena” nos encontrábamos con un grandioso número protagonizado por dos de los mejores bailarines que ha dado el musical americano. El genuino Bob Fosse y Tommy Rall, inolvidable Flor (Frank en el original) de “Siete novias para siete hermanos” y sensacional bailarín de gran número de películas del género. “Alley Dance” es el nombre de este espectacular numero, hoy sin duda antológico de la historia del cine musical americano.

En realidad mi estilo proviene de mis carencias físicas. Siempre he sido un poco caído de hombros y comencé a bailar encorvado. Y perdí pelo muy pronto asi que decidí llevar sombreros. No tenia las habilidades del ballet asi que debía hacerlo todo perfecto. Doy gracias a Dios por mis imperfecciones
(BOB FOSSE)

miércoles, 20 de julio de 2011

El viaje de Chihiro

Chihiro, una niña de diez años, viaja en coche con sus padres hacia lo que será su nuevo hogar. Se internan entonces en un bosque que les lleva a un misterioso túnel que, finalmente, deciden atravesar…


El 20 de Julio de 2001 se estrenaba en Japón "El viaje de Chihiro" (Sen to Chihiro no kamikakushi), maravillosa película de animación escrita y dirigida por un maestro en la materia llamado Hayao Miyazaki que ya nos había regalado entonces otros títulos como “Mi vecino Totoro”, “Nicky, la aprendiz de bruja”, “Porco Rosso” o “La princesa Mononoke”.


Producción del Studio Ghibli con un montaje de Takeshi Seyama, artífice también de otros títulos anteriores dirigidos por Miyazaki, “El viaje de Chihiro” contó además para su banda sonora con Joe Hisaishi, excelente compositor japonés creador de otras maravillas musicales para “La princesa Mononoke”, “Porco Rosso” o “El verano de Kikujiro”.

Tras el esfuerzo que supuso “La princesa Mononoke”, Hayao Miyazaki se planteó retirarse del mundo de la animación. La hija de diez años de un amigo, afortunadamente, le inspiró esta nueva aventura de Chihiro.


En esta historia el director comparte una vez más con el espectador su pasión por el vuelo, al que debe el nombre del estudio de animación del que es co fundador, el Studio Ghibli, nombre con un doble significado.

Por un lado, un tipo de avión de reconocimiento utilizado por los italianos en la Segunda Guerra Mundial, con el que Hayao hace un tributo a su pasión desde la infancia por el aeromodelismo.


Por otro, un viento fresco del Este que alude al deseo de Miyazaki de una renovación en la animación japonesa con una fuerte apuesta por un cine de alta calidad con un guión de gran riqueza argumental.


En “El viaje de Chihiro”, la escena de la limpieza del espíritu del río está basada en un hecho real en la vida de Hayao Miyazaki, participando él mismo en la limpieza de un río del que hubo que retirar, entre otras cosas, una bicicleta.


Elegida por la revista "Les Cahiers du cinéma" (Francia) como una de las diez mejores películas de 2001, fue el primer film que ganó más de doscientos millones de dólares en las taquillas de todo el mundo antes de estrenarse en Estados Unidos.


Entre otros muchos galardones y nominaciones, “El viaje de Chihiro” obtuvo el Premio de la Academia Japonesa a mejor film y mejor canción (“Itsumo Nando-demo” / “Always with me”), así como el Oscar a la Mejor Película de Animación.


También fue galardonada con el Premio Hong Kong a la mejor película en los Hong Kong Film Awards y nominada como mejor película extranjera en los franceses Premios César y en los británicos Premios Bafta.


La maestría de Hayao Miyazaki fue asimismo reconocida con el Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlin, el Silver Screen Award en el Festival de cine fantástico de Ámsterdam y una mención especial y una nominación a la mejor película en el Festival de Sitges, certamen donde fue estrenada la película en nuestro país.


Chihiro, Haku, Yubaba, Zeniba, Kamaji, Lin, Sin Cara, Boh… Fantásticos personajes que forman ya parte de la historia de la animación cinematográfica gracias a la mágica y excepcional creatividad de un genio llamado Hayao Miyazaki.

viernes, 15 de julio de 2011

Cine negro a toda pantalla



En un principio, Howard Hawks le dio a Lauren Bacall la oportunidad de elegir, para su debut en la gran pantalla, entre Cary Grant y Humphrey Bogart. Bacall eligió a Grant pero Hawks finalmente decidió emparejarla con Bogart en “Tener y no tener” (1944). El resto es ya leyenda en la historia del cine.


Finalmente protagonista de este clásico dirigido por Jacques Tourneur, Robert Mitchum fue la cuarta opción para dar vida a Jeff Bailey en “Retorno al pasado” (1947), tras considerarse anteriormente para el papel a Humphrey Bogart, John Garfield y Dick Powell.


Dirigido por Michael Curtiz, James Cagney recurrió a sus recuerdos del barrio neoyorkino donde se crió para interpretar a Rocky Sullivan, el protagonista de “Ángeles con caras sucias” (1938).


Edward G. Robinson realizó originalmente una prueba para el personaje secundario de Otero, dándose entonces cuenta el productor Hal B. Walis de que era el perfecto Little Caesar, protagonista de “Hampa dorada”, título hoy clásico dirigido por Mervyn LeRoy en 1931.


Dirigida en 1940 por Raoul Walsh, La pasión ciegasupuso el lanzamiento de las carreras cinematográficas de Ida Lupino y un Humphrey Bogart aún en un papel secundario. George Raft, encabezando el reparto, ya estaba entonces consagrado como estrella de Hollywood.


Edward G. Robinson, Dan Duryea y Joan Bennett fueron dirigidos en 1944 por Fritz Lang en “La mujer del cuadro”. Al año siguiente, los tres actores se volverían a encontrar en la siguiente película de Lang, “Perversidad”.


La relación mostrada entre Cody Jarrett (un inolvidable James Cagney) y su dominante madre en “Al rojo vivo”, el mítico título rodado por Raoul Walsh en 1949, estaba inspirado en la vida real de Ma Baker y sus hijos, famosos ladrones de bancos.


 “Scarface, el terror del hampa” (1932) supuso el debut en la gran pantalla de George Raft quien, dirigido por Howard Hawks, no tuvo que buscar mucha inspiración sobre cómo interpretar su papel al criarse en una barrio pobre de Nueva York donde circulaban gángsters del calibre de Bugsy Siegel, Meyer Lansky, Joe Adonis o Lucky Luciano.


De nuevo bajo la maestra dirección de Howard Hawks, la mítica pareja Bogart-Bacall aparecía por segunda vez en la gran pantalla en uno de los títulos más clásicos del género, “El sueño eterno” (1946). Aún rodarían dos títulos más juntos, “La senda tenebrosa” y “Cayo Largo”.


Para muchos la mejor aportación de John Huston al género es “La jungla de asfalto” (1950), centrándose su mayor punto de interés en su acertada galería de personajes entre los que destaca Dix Handley, un correctísimo Sterling Hayden, al que secundaban a la perfección Louis Calhern, Sam Jaffe, James Whitmore y una jovencísima Marilyn Monroe.


 La primera elección para ser dirigida por Otto Preminger en “Laura” (1944) recayó en Jennifer Jones, quien rechazó el papel. Lo mismo ocurrió después con Hedy Lamarr. Gene Tierney, por su parte, no quería hacerla originalmente, pero tuvo que aceptar por obligaciones de su contrato. Hoy no nos imaginamos otra Laura que no tenga el maravilloso rostro de Gene.


Paul Muni era la primera opción como protagonista de “El último refugio” (1941), título hoy clásico dirigido por Raoul Walsh. Muni lo rechazó llegando finalmente a las manos de Humphrey Bogart, que volvió así a coincidir en el reparto con Ida Lupino tras “La pasión ciega”.


 En un principio, Edward Woods fue elegido para interpretar a Tom Powers, el protagonista de “El enemigo público” (1931). Y James Cagney daría vida a su amigo Matt Doyle. Sin embargo, William Wellman, el director del film, decidió cambiarles los roles al comprobar que Cagney resultaba mucho más efectivo como el protagonista de esta historia.


Jules Dassin, director de “La ciudad desnuda” (1948), rodó la mayor parte de las escenas exteriores en la ciudad de Nueva York sin el conocimiento de los ciudadanos. Con una cámara oculta en la parte trasera de una camioneta en movimiento, desde un quiosco de prensa falso o con la ayuda de un malabarista o un hombre lanzando un discurso para distraer la atención de la multitud.


George Raft fue el primer elegido para dar vida a Sam Spade en “El halcón maltés” (1941), debut en la dirección de John Huston. Raft rechazó el papel por considerar poco importante este proyecto, lo que favoreció enormemente a Humphrey Bogart. Junto a él, Mary Astor, Peter Lorre y un excepcional Sydney Greenstreet en su primera aparición en la gran pantalla.

Del material con que se forjan los sueños,
a Marcos Callau, el sueño eterno del cine